miércoles, 13 de julio de 2011

HOY MIÉRCOLES 13 DE JULIO, MEDITAMOS EL CORRESPONDIENTE AL XV DEL TIEMPO ORDINARIO

Contemplar el Evangelio de hoy

Día litúrgico: Miércoles XV del tiempo ordinario
Texto del Evangelio (Mt 11,25-27): En aquel tiempo, Jesús dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».

Comentario: P. Raimondo M. SORGIA Mannai OP (San Domenico di Fiesole, Florencia, Italia)

«Has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños»

Hoy, el Evangelio nos ofrece la oportunidad de penetrar, por así decir, en la estructura de la misma divina sabiduría. ¿A quien entre nosotros no le apetece conocer desvelados los misterios de esta vida? Pero hay enigmas que ni el mejor equipo de investigadores del mundo nunca llegará siquiera a detectar. Sin embargo, hay Uno ante el cual «nada hay oculto (...); nada ha sucedido en secreto» (Mc 4,22). Éste es el que se da a sí mismo el nombre de “Hijo del hombre”, pues afirma de sí mismo: «Todo me ha sido entregado por mi Padre» (Mt 11,27). Su naturaleza humana —por medio de la unión hipostática— ha sido asumida por la Persona del Verbo de Dios: es, en una palabra, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, delante la cual no hay tinieblas y por la cual la noche es más luminosa que el pleno día.

Un proverbio árabe reza así: «Si en una noche negra una hormiga negra sube por una negra pared, Dios la está viendo». Para Dios no hay secretos ni misterios. Hay misterios para nosotros, pero no para Dios, ante el cual el pasado, el presente y el futuro están abiertos y escudriñados hasta la última coma.

Dice, complacido, hoy el Señor: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños» (Mt 11,25). Sí, porque nadie puede pretender conocer esos o parecidos secretos escondidos ni sacándolos de la obscuridad con el estudio más intenso, ni como debido por parte de la sabiduría. De los secretos profundos de la vida sabrá siempre más la ancianita sin experiencia escolar que el pretencioso científico que ha gastado años en prestigiosas universidades. Hay ciencia que se gana con fe, simplicidad y pobreza interiores. Ha dicho muy bien Clemente Alejandrino: «La noche es propicia para los misterios; es entonces cuando el alma —atenta y humilde— se vuelve hacia sí misma reflexionando sobre su condición; es entonces cuando encuentra a Dios

MI REFLEXIÓN ANTE ESTA PALABRA DE DIOS

¿COMO ACTUO ANTE DIOS? ¿COMO EL QUE LO SABE TODO Y NO NECESITA NINGUNA INSTRUCCIÓN DE NADIE? JESUS LE DA GRACIAS AL PADRE PORQUE LE HA OCULTADO TODO A LOS SABIOS Y LO HA REVELADO A LOS IGNORANTES A LOS BAJO DE ENTENDEDERAS ¿QUE SIGNIFICA ESTO? ¿QUIERE DECIR QUE PARA ENTENDER EL MENSAJE DEL REINO DE DIOS, TENEMOS NECESARIAMENTE QUE SER UNOS ILUSTRADOS? JESÚS SE REFIERE A LA POBREZA DE ESPIRITU ES DECIR A LA HUMILDAD, MUCHAS VECES HAY SABIOS QUE ESTA DESPRENDIDO DE SI MISMO, SABOREANDO SU HUMILDAD Y POR TANTO DIOS LE REVELA SU DOCTRINA, SIN EMBARGO PODEMAS SER IGNORANTES PERO AL CARECER DE LA HUMILDAD, JESUS NO LE DA A CONOCER LOS MISTERIOS DE DIOS.

POR TANTO AMIGOS, YO, EL PRIMERO ME DECLARO HUMILDE, PERO NO DE BOQUILLA Y DE PALABRA SINO QUE MI VIDA SEA UN REFLEJO DE DIOS. ¿ESTAMOS DISPUESTOS?

No hay comentarios:

Publicar un comentario