lunes, 31 de octubre de 2011

EVANGELIO DE HOY LUNES 31-10-2011, LUNES XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO

Contemplar el Evangelio de hoy

Día litúrgico: Lunes XXXI del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Lc 14,12-14): En aquel tiempo, Jesús dijo también a aquel hombre principal de los fariseos que le había invitado: «Cuando des una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que ellos te inviten a su vez, y tengas ya tu recompensa. Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos; y serás dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos».

Comentario: Fr. Austin Chukwuemeka IHEKWEME (Ikenanzizi, Nigeria)

«Cuando des un banquete, llama a los pobres, (...) porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos»

Hoy, el Señor nos enseña el verdadero sentido de la generosidad cristiana: el darse a los demás. «Cuando des una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que ellos te inviten a su vez, y tengas ya tu recompensa» (Lc 14,12).

El cristiano se mueve en el mundo como una persona corriente; pero el fundamento del trato con sus semejantes no puede ser ni la recompensa humana ni la vanagloria; debe buscar ante todo la gloria de Dios, sin pretender otra recompensa que la del Cielo. «Al contrario, cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos; y serás dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos» (Lc 14,13-14).

El Señor nos invita a darnos incondicionalmente a todos los hombres, movidos solamente por amor a Dios y al prójimo por el Señor. «Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir lo correspondiente» (Lc 6,34).

Esto es así porque el Señor nos ayuda a entender que si nos damos generosamente, sin esperar nada a cambio, Dios nos pagará con una gran recompensa y nos hará sus hijos predilectos. Por esto, Jesús nos dice: «Más bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a cambio; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo» (Lc 6,35).

Pidamos a la Virgen la generosidad de saber huir de cualquier tendencia al egoísmo, como su Hijo. «Egoísta. —Tú, siempre a “lo tuyo”. —Pareces incapaz de sentir la fraternidad de Cristo: en los demás, no ves hermanos; ves peldaños (...)» (San Josemaría).

domingo, 30 de octubre de 2011

EVANGELIO CORRESPONDIENTE AL DOMINGO XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO;HOY 30-10-2011, ¿REALMENTE SOMOS CREYENTES Y CREIBLES?

Contemplar el Evangelio de hoy

Día litúrgico: Domingo XXXI (A) del tiempo ordinario
Texto del Evangelio (Mt 23,1-12): En aquel tiempo, Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos y les dijo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen. Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas. Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; se hacen bien anchas las filacterias y bien largas las orlas del manto; quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, que se les salude en las plazas y que la gente les llame “Rabbí”.

»Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “Rabbí”, porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos. Ni llaméis a nadie “Padre” vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo. Ni tampoco os dejéis llamar “Directores”, porque uno solo es vuestro Director: el Cristo. El mayor entre vosotros será vuestro servidor. Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado».

Comentario: Rev. D. Joan Carles MONTSERRAT i Pulido (Sabadell, Barcelona, España)

«El que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado»

Hoy, el Señor nos hace un retrato de los notables de Israel (fariseos, maestros de la Ley…). Éstos viven en una situación superficial, no son más que apariencia: «Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres» (Mt 23,5). Y, además, cayendo en la incoherencia, «porque dicen y no hacen» (Mt 23,3), se hacen esclavos de su propio engaño al buscar sólo la aprobación o la admiración de los hombres. De esto depende su consistencia. Por sí mismos no son más que patética vanidad, orgullo absurdo, vaciedad… necedad.

Desde los inicios de la humanidad continúa siendo la tentación más frecuente; la antigua serpiente continúa susurrándonos al oído: «El día en que comiereis de él el fruto del árbol que está en medio del jardín, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal» (Gn 3,5). Y continuamos cayendo en ello, nos hacemos llamar: “rabí”, “padre” y “guías”… y tantos otros ampulosos calificativos. Demasiadas veces queremos ocupar el lugar que no nos corresponde. Es la actitud farisaica.

Los discípulos de Jesús no han de ser así, más bien al contrario: «El mayor entre vosotros será vuestro servidor» (Mt 23,11). Y como que tenemos un único Padre, todos ellos son hermanos. Como siempre, el Evangelio nos deja claro que no podemos desvincular la dimensión vertical (Padre) y la horizontal (nuestro) o, como explicitaba el domingo pasado, «amarás al Señor, tu Dios (…). Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Mt 22,37.39).

Toda la liturgia de la Palabra de este domingo está impregnada por la ternura y la exigencia de la filiación y de la fraternidad. Fácilmente resuenan en nuestro corazón aquellas palabras de san Juan: «Si alguno dice: ‘Amo a Dios’, y aborrece a su hermano, es un mentiroso» (1Jn 4,20). La nueva evangelización —cada vez más urgente— nos pide fidelidad, confianza y sinceridad con la vocación que hemos recibido en el bautismo. Si lo hacemos se nos iluminará «el caminó de la vida: hartura de goces, delante de tu rostro, a tu derecha, delicias para siempre» (Sal 16,11).


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¿VIVIMOS Y HACEMOS LO QUE PREDICAMOS? O ¿DECIMOS AL ESTILO DE LOS FARISEOS DICIENDO PERO NO VIVIENDO LO QUE PREDICAMOS? ¿SOMOS DEL GRUPO DE LOS QUE BUSCAN EL SER ENSALZADOS, O POR EL CONTRARIO PROCURAMOS PASAR EN LA VIDA DE FORMA DESAPERCIBIDA, HACIENDO EL BIEN Y SEMBRANDO LA PALABRA DE DIOS?

MUCHAS VECES NOS PREGUNTAMOS ¿POR QUÉ SEÑOR ME OCURRE ESTO A MÍ? ¿HE SIDO MAL PADRE, MAL HIJO O MALA PERSONA? PENSEMOS EN SERIO EL DEVENIR DE NUESTRA VIDA Y OFREZCAMOS A DIOS TODOS NUESTROS DESENGAÑOS Y DESAMORES PERO CON ESPÍRITU HUMILDE Y SIEMPRE PONIÉNDONOS AL SERVICIO DE NUESTRO PADRE DIOS

sábado, 29 de octubre de 2011

NUESTRO SANTO PADRE EN ASIS DICE: RELIGIONES PORTADORAS DE JUSTICIA Y PAZ

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PAPA EN ASIS: RELIGIONES PORTADORAS DE JUSTICIA Y PAZ



CIUDAD DEL VATICANO, 28 OCT 2011 (VIS).-Ayer, poco antes de las cuatro, el Santo Padre y los jefes de las delegaciones invitadas dejaron el convento de Santa María de los Ángeles en Asís y se dirigieron a pie hasta la explanada de la basílica de San Francisco. Una vez llegados se trasladaron en autobús hasta la plaza dedicada al "Poverello" de Asís donde tuvo lugar el encuentro de clausura de la Jornada Mundial de Peregrinación por la Paz.



Tomó la palabra en primer lugar el cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso que afirmó que la esperanza de la paz se había reavivado en Asís y exhortó a todos a ser testigos y mensajeros de una paz "que hoy también es posible". Después los participantes renovaron solemnemente su compromiso por la paz y, tras las palabras del Patriarca ecuménico Bartolomé I, arzobispo de Constantinopla, intervinieron los representantes de la Federación Luterana Mundial, de la religión Sikh, del Patriarcado de Moscú, de la Alianza Baptista Mundial, del Islamismo, del Patriarcado Siro-Ortodoxo de Antioquia, del Taoísmo, Budismo, Sintoísmo, del Comité Judío Internacional para las Consultas Interreligiosas, de la Comunión Mundial de las Iglesias Reformadas y de los no creyentes.



A continuación Benedicto XVI pronunció las palabras: "Nunca más violencia; nunca más guerra; nunca más terrorismo. En nombre de Dios, cada religión lleve a la tierra justicia y paz, perdón y vida, amor".



Tras unos momentos de silencio, un grupo de jóvenes entregó a los jefes de las delegaciones y a los presentes en la plaza una lámpara encendida cuya llama oscilaba con el viento como símbolo de la paz que se debe proteger y conservar. Después, el cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, invitó a todos los participantes en el encuentro a "sellar con un signo de paz el compromiso proclamado con tantas voces"



Al final del intercambio de la paz, el Papa concluyó dando las gracias a cuantos habían hecho posible esta jornada , mencionando en particular a los "numerosos jóvenes que han peregrinado a pie desde Santa María de los Ángeles para dar testimonio de que en las nuevas generaciones hay tantas personas comprometidas en superar violencias y divisiones y ser promotores de justicia y paz".



"El acontecimiento de hoy muestra que la dimensión espiritual es fundamental en la construcción de la paz- observó el pontífice- A través de esta peregrinación única hemos podido entablar un diálogo fraternal, profundizar nuestra amistad y reunirnos en silencio y oración. Después de renovar nuestro compromiso por la paz e intercambiar unos con otros un signo de paz, nos sentimos todavía más involucrados, junto con los hombres y mujeres de las comunidades que representamos, en el peregrinar humano que compartimos. No estamos separados, seguiremos encontrándonos, seguiremos unidos en este camino, en el diálogo, en la construcción diaria de la paz y en nuestro esfuerzo por un mundo mejor, un mundo en que cada hombre, cada mujer y cada pueblo, pueda vivir de acuerdo con sus aspiraciones legítimas. Agradezco a todos los presentes que hayan aceptado mi invitación a venir a Asís como peregrinos de la verdad y de la paz y os saludo con las palabras de San Francisco: "El Señor te de la paz".



Durante el canto final el Papa y los delegados bajaron del palco y entraron en la basílica inferior de San Francisco para visitar la tumba del santo, donde permanecieron unos minutos en silencio. Terminado ese acto, el pontífice saludó a la comunidad franciscana y , junto con los jefes de las delegaciones, se desplazó en minibus a la estación ferroviaria de Santa María de los Ángeles para emprender el regreso al Vaticano.

PV-ASIS/ VIS 20111028 (600)



ASIS, SIGNO DE AMISTAD Y FRATERNIDAD ENTRE LAS RELIGIONES



CIUDAD DEL VATICANO, 28 OCT 2011 (VIS).-El Santo Padre ha recibido esta mañana a los trescientos representantes de las diversas religiones y de los no creyentes que participaron ayer en la jornada de reflexión, diálogo y oración por la paz y la justicia en el mundo celebrada en la ciudad italiana de Asís bajo el lema "Peregrinos de la verdad, peregrinos de la paz".



En su discurso, el Papa agradeció a los presentes su participación en el encuentro, y añadió: "En cierto sentido, esta reunión es representativa de los millones de hombres y mujeres de todo el mundo que están activamente comprometidos en la promoción de la justicia y la paz. Es también un signo de la amistad y la fraternidad que han surgido como fruto de los esfuerzos de tantos pioneros de este tipo de diálogo. Que esta amistad crezca entre todos los seguidores de las religiones del mundo y con los hombres y mujeres de buena voluntad en todas partes".



"Mirando atrás -continuó Benedicto XVI- podemos apreciar la previdencia de mi predecesor el Papa Juan Pablo II al convocar el primer encuentro de Asís. (...) Reuniones de este tipo son necesariamente excepcionales e infrecuentes, y sin embargo son una clara expresión del hecho de que cada día, en todo el mundo, personas de diferentes tradiciones religiosas viven y trabajan juntas en armonía. Es ciertamente significativo para la causa de la paz que tantos hombres y mujeres, inspirados por sus más profundas convicciones, estén comprometidos en trabajar por el bien de la familia humana".



"En este sentido, estoy seguro de que el encuentro de ayer nos ha mostrado cuán genuino es nuestro deseo de contribuir al bien de todos los seres humanos, y lo mucho que tenemos para compartir los unos con los otros".



"Mientras recorremos nuestros respectivos caminos -dijo el Pontífice para terminar-, saquemos fuerzas de esta experiencia y, dondequiera que estemos, continuemos renovados el viaje que conduce a la verdad, la peregrinación que lleva a la paz. ¡Gracias a todos de corazón!".

AC/



















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EVANGELIO DE HOY 29-10-11, SÁBADO XXX DEL TIEMPO ORDINARIO ¿SOMOS DE LOS QUE ELEGIMOS LOS PRIMEROS PUESTOS?

Contemplar el Evangelio de hoy

Día litúrgico: Sábado XXX del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Lc 14,1.7-11): Un sábado, sucedió que, habiendo ido Jesús a casa de uno de los jefes de los fariseos para comer, ellos le estaban observando. Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos, les dijo una parábola: «Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer puesto, no sea que haya sido convidado por él otro más distinguido que tú, y viniendo el que os convidó a ti y a él, te diga: ‘Deja el sitio a éste’, y entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto. Al contrario, cuando seas convidado, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando venga el que te convidó, te diga: ‘Amigo, sube más arriba’. Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo a la mesa. Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado».

Comentario: Rev. D. Josep FONT i Gallart (Tremp, Lleida, España)

«Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos...»

Hoy, ¿os habéis fijado en el inicio de este Evangelio? Ellos, los fariseos, le estaban observando. Y Jesús también observa: «Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos» (Lc 14,1). ¡Qué manera tan diferente de observar!

La observación, como todas las acciones internas y externas, es muy diferente según la motivación que la provoca, según los móviles internos, según lo que hay en el corazón del observador. Los fariseos —como nos dice el Evangelio en diversos pasajes— observan a Jesús para acusarlo. Y Jesús observa para ayudar, para servir, para hacer el bien. Y, como una madre solícita, aconseja: «Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer puesto» (Lc 13,8).

Jesús dice con palabras lo que Él es y lo que lleva en su corazón: no busca ser honrado, sino honrar; no piensa en su honor, sino en el honor del Padre. No piensa en Él sino en los demás. Toda la vida de Jesús es una revelación de quién es Dios: “Dios es amor”.

Por eso, en Jesús se hace realidad —más que en nadie— su enseñanza: «Se despojó de su grandeza, tomó la condición de esclavo y se hizo semejante a los hombres (…). Por eso Dios lo exaltó y le dio el nombre que está por encima de todo nombre» (Flp 2,7.9).

Jesús es el Maestro en obras y palabras. Los cristianos queremos ser sus discípulos. Solamente podemos tener la conducta del Maestro si dentro de nuestro corazón tenemos lo que Él tenía, si tenemos su Espíritu, el Espíritu de amor. Trabajemos para abrirnos totalmente a su Espíritu y para dejarnos tomar y poseer completamente por Él.

Y eso sin pensar en ser “ensalzados”, sin pensar en nosotros, sino sólo en Él. «Aunque no hubiera cielo, yo te amara; aunque no hubiera infierno te temiera; lo mismo que te quiero te quisiera» (Autor anónimo). Llevados solamente por el amor.

viernes, 28 de octubre de 2011

EVANGELIO CORRESPONDIENTE AL VIERNES 28 DE OCTUBRE, FESTIVIDAD DE SAN SIMÓN Y SAN JUDAS, APÓSTOLES 28 DE OCTUBRE

Contemplar el Evangelio de hoy

Día litúrgico: 28 de Octubre: San Simón y san Judas, apóstoles

Texto del Evangelio (Lc 6,12-19): En aquellos días, Jesús se fue al monte a orar, y se pasó la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles. A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé, a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes; a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor.

Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, que habían venido para oírle y ser curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos.

Comentario: +Rev. D. Albert TAULÉ i Viñas (Barcelona, España)

«Jesús se fue al monte a orar»

Hoy contemplamos un día entero de la vida de Jesús. Una vida que tiene dos claras vertientes: la oración y la acción. Si la vida del cristiano ha de imitar la vida de Jesús, no podemos prescindir de ambas dimensiones. Todos los cristianos, incluso aquellos que se han consagrado a la vida contemplativa, hemos de dedicar unos momentos a la oración y otros a la acción, aunque varíe el tiempo que dediquemos a cada una. Hasta los monjes y las monjas de clausura dedican bastante tiempo de su jornada a un trabajo. Como contrapartida, los que somos más “seculares”, si deseamos imitar a Jesús, no deberíamos movernos en una acción desenfrenada sin ungirla con la oración. Nos enseña san Jerónimo: «Aunque el Apóstol nos mandó que oráramos siempre, (…) conviene que destinemos unas horas determinadas a este ejercicio».

¿Es que Jesús necesitaba de largos ratos de oración en solitario cuando todos dormían? Los teólogos estudian cuál era la psicología de Jesús hombre: hasta qué punto tenía acceso directo a la divinidad y hasta qué punto era «hombre semejante en todo a nosotros, menos en el pecado» (He 4,5). En la medida que lo consideremos más cercano, su “práctica” de oración será un ejemplo evidente para nosotros.

Asegurada ya la oración, sólo nos queda imitarlo en la acción. En el fragmento de hoy, lo vemos “organizando la Iglesia”, es decir, escogiendo a los que serán los futuros evangelizadores, llamados a continuar su misión en el mundo. «Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles» (Lc 6,13). Después lo encontramos curando toda clase de enfermedad. «Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos» (Lc 6,19), nos dice el evangelista. Para que nuestra identificación con Él sea total, únicamente nos falta que también de nosotros salga una fuerza que sane a todos, lo cual sólo será posible si estamos injertados en Él, para que demos mucho fruto (cf. Jn 15,4).

miércoles, 26 de octubre de 2011

EVANGELIO DE HOY 26-10-2011.- MIÉRCOLES XXX DEL TIEMPO ORDINARIO ¿LUCHAMOS POR ENTRAR POR LA PUERTA ESTRECHA?

Contemplar el Evangelio de hoy

Día litúrgico: Miércoles XXX del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Lc 13,22-30): En aquel tiempo, Jesús atravesaba ciudades y pueblos enseñando, mientras caminaba hacia Jerusalén. Uno le dijo: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?». El les dijo: «Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán. Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, os pondréis los que estéis fuera a llamar a la puerta, diciendo: ‘¡Señor, ábrenos!’. Y os responderá: ‘No sé de dónde sois’. Entonces empezaréis a decir: ‘Hemos comido y bebido contigo, y has enseñado en nuestras plazas’, y os volverá a decir: ‘No sé de dónde sois. ¡Retiraos de mí, todos los agentes de injusticia!’. Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abraham, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a vosotros os echan fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios. Y hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos».

Comentario: Rev. D. Lluís RAVENTÓS i Artés (Tarragona, España)

«Luchad por entrar por la puerta estrecha»

Hoy, camino de Jerusalén, Jesús se detiene un momento y alguien lo aprovecha para preguntarle: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?» (Lc 13,23). Quizás, al escuchar a Jesús, aquel hombre se inquietó. Por supuesto, lo que Jesús enseña es maravilloso y atractivo, pero las exigencias que comporta ya no son tan de su agrado. Pero, ¿y si viviera el Evangelio a su aire, con una “moral a la carta”?, ¿qué probabilidades tendría de salvarse?

Así pues, pregunta: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?» Jesús no acepta este planteamiento. La salvación es una cuestión demasiado seria como para resolverla mediante un cálculo de probabilidades. Dios «no quiere que alguno se pierda, sino que todos se conviertan» (2Pe 3,9).

Jesús responde: «Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán. Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, os pondréis los que estéis fuera a llamar a la puerta, diciendo: ‘¡Señor, ábrenos!’. Y os responderá: ‘No sé de dónde sois’» (Lc 13,24-25). ¿Cómo pueden ser ovejas de su rebaño si no siguen al Buen Pastor ni aceptan el Magisterio de la Iglesia? «¡Retiraos de mí, todos los agentes de injusticia!. Allí será el llanto y el rechinar de dientes» (Lc 13,27-28).

Ni Jesús ni la Iglesia temen que la imagen de Dios Padre quede empañada al revelar el misterio del infierno. Como afirma el Catecismo de la Iglesia, «las afirmaciones de la Sagrada Escritura y las enseñanzas de la Iglesia a propósito del infierno son un llamamiento a la responsabilidad con la que el hombre debe usar de su libertad en relación con su destino eterno. Constituyen al mismo tiempo un llamamiento apremiante a la conversión» (n. 1036).

Dejemos de “pasarnos de listos” y de hacer cálculos. Afanémonos para entrar por la puerta estrecha, volviendo a empezar tantas veces como sea necesario, confiados en su misericordia. «Todo eso, que te preocupa de momento —dice san Josemaría—, importa más o menos. —Lo que importa absolutamente es que seas feliz, que te salves».

martes, 25 de octubre de 2011

NOTA DE LA COMISIÓN PERMANENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, AN LAS ELECCIONES GENERALES 2011

ELECCIONES GENERALES 2011


NOTA DE LA COMISIÓN PERMANENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA

NOTA ANTE LAS ELECCIONES GENERALES 2011

1. El próximo día 20 de noviembre estamos todos convocados a las urnas. Con este motivo, los obispos ofrecemos a los católicos y a cuantos deseen escucharnos algunas consideraciones que ayuden al ejercicio responsable del deber de votar. Es nuestra obligación de pastores de la Iglesia orientar el discernimiento moral para la justa toma de decisiones que afectan a la realización del bien común y al reconocimiento y la tutela de los derechos fundamentales, como es el caso de las elecciones generales.

2. En su discurso sobre los fundamentos del derecho, pronunciado el mes pasado ante el Parlamento federal de Alemania, el Papa recordaba que “el cristianismo nunca ha impuesto al Estado y a la sociedad un derecho revelado, un ordenamiento jurídico derivado de una revelación. Se ha referido, en cambio, a la naturaleza y a la razón como verdaderas fuentes del derecho [...], la razón abierta al lenguaje del ser”. Nosotros hacemos nuestras consideraciones desde ese horizonte de los fundamentos prepolíticos del derecho, sin entrar en opciones de partido y sin pretender imponer a nadie ningún programa político. Cada uno deberá sopesar, en conciencia, a quién debe votar para obtener, en conjunto, el mayor bien posible en este momento.

3. No se podría hablar de decisiones políticas morales o inmorales, justas o injustas, si el criterio exclusivo o determinante para su calificación fuera el del éxito electoral o el del beneficio material. Esto supondría la subordinación del derecho al poder. Las decisiones políticas deben ser morales y justas, no sólo consensuadas o eficaces; por tanto, deben fundamentarse en la razón acorde con la naturaleza del ser humano. No es cierto que las disposiciones legales sean siempre morales y justas por el mero hecho de que emanen de organismos políticamente legítimos.

4. En concreto, como ha señalado el Papa en agosto, aquí en Madrid, la recta razón reconoce que hemos sido creados libres y para la libertad, pero que no actúan de modo conforme con la verdadera libertad quienes “creyéndose dioses, piensan no tener necesidad de más raíces y cimientos que ellos mismos; desearían decidir por sí solos lo que es verdad o no, lo que es bueno o malo, lo justo o lo injusto; decidir quién es digno de vivir o puede ser sacrificado en aras de otras preferencias; dar a cada instante un paso al azar, sin rumbo fijo, dejándose llevar por el impulso de cada momento”.

5. Por todo ello, hemos de llamar de nuevo la atención sobre el peligro que suponen determinadas opciones legislativas que no tutelan adecuadamente el derecho fundamental a la vida de cada ser humano, desde su concepción hasta su muerte natural, o que incluso llegan a tratar como un derecho lo que en realidad constituye un atentado contra el derecho a la vida. Son también peligrosos y nocivos para el bien común ordenamientos legales que no reconocen al matrimonio en su ser propio y específico, en cuanto unión firme de un varón y una mujer ordenada al bien de los esposos y de los hijos. Es necesario promover nuevas leyes que reconozcan y tutelen mejor el derecho de todos a la vida, así como el derecho de los españoles a ser tratados por la ley específicamente como “esposo” y “esposa”, en un matrimonio estable, que no quede a disposición de la voluntad de las partes ni, menos aún, de una sola de las partes.

6. La grave crisis económica actual reclama políticas sociales y económicas responsables y promotoras de la dignidad de las personas, que propicien el trabajo para todos. Pensamos en tantas familias, carentes de los medios necesarios para subvenir a sus necesidades más básicas. Pensamos también en el altísimo porcentaje de jóvenes que nunca han podido trabajar o que han perdido el trabajo y que, con razón, demandan condiciones más favorables para su presente y su futuro. Son necesarias políticas que favorezcan la libre iniciativa social en la producción y que incentiven el trabajo bien hecho, así como una justa distribución de las rentas; que corrijan los errores y desvíos cometidos en la administración de la hacienda pública y en las finanzas; que atiendan a las necesidades de los más vulnerables, como son los ancianos, los enfermos y los inmigrantes.

7. El ordenamiento jurídico debe facilitar el ejercicio efectivo del derecho que asiste a los niños y jóvenes a ser educados de modo que puedan desarrollar lo más posible todas sus capacidades. Debe evitar imposiciones ideológicas del Estado que lesionen el derecho de los padres a elegir la educación filosófica, moral y religiosa que deseen para sus hijos. En cambio, ha de ser facilitada la justa iniciativa social en este campo. La presencia de la enseñanza de la religión y moral católica en la escuela estatal - como asignatura fundamental opcional - es un modo de asegurar los derechos de la sociedad y de los padres que exige hoy una regulación más adecuada para que esos derechos sean efectivamente tutelados.

8. Recordamos de nuevo que se reconoce la legitimidad moral de los nacionalismos o regionalismos que, por métodos pacíficos, desean una nueva configuración de la unidad del estado español. Y también, que es necesario tutelar el bien común de la nación española en su conjunto, evitando los riesgos de manipulación de la verdad histórica y de la opinión pública por causa de pretensiones separatistas o ideológicas de cualquier tipo.

9. Una sociedad que quiera ser libre y justa no puede reconocer explícita ni implícitamente a una organización terrorista como representante político de ningún sector de la población, dado que el terrorismo es una práctica intrínsecamente perversa, del todo incompatible con una visión justa y razonable de la vida.

10. Ante los desafíos que se presentan a la comunidad internacional, son necesarias políticas guiadas por la búsqueda sincera de la paz, basadas en el respeto al derecho, nacional e internacional, así como en la promoción del entendimiento y de la solidaridad entre los pueblos y las culturas.

Pedimos al Señor de la paz y a su Madre santísima que iluminen a quienes vamos a votar, para que lo hagamos de manera verdaderamente libre y responsable.

EVANGELIO DE HOY MARTES 25-10-2011.- XXX DEL TIEMPO ORDINARIO

Contemplar el Evangelio de hoy

Día litúrgico: Martes XXX del tiempo Ordinario

Texto del Evangelio (Lc 13,18-21): En aquel tiempo, Jesús decía: «¿A qué es semejante el Reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Es semejante a un grano de mostaza, que tomó un hombre y lo puso en su jardín, y creció hasta hacerse árbol, y las aves del cielo anidaron en sus ramas». Dijo también: «¿A qué compararé el Reino de Dios? Es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo».

Comentario: Rev. D. Lucas Francisco MATEO Seco (Pamplona, Navarra, España)

«¿A qué es semejante el Reino de Dios?»

Hoy, los textos de la liturgia, mediante dos parábolas, ponen ante nuestros ojos una de las características propias del Reino de Dios: es algo que crece lentamente —como un grano de mostaza— pero que llega a hacerse grande hasta el punto de ofrecer cobijo a las aves del cielo. Así lo manifestaba Tertuliano: «¡Somos de ayer y lo llenamos todo!». Con esta parábola, Nuestro Señor exhorta a la paciencia, a la fortaleza y a la esperanza. Estas virtudes son particularmente necesarias a quienes se dedican a la propagación del Reino de Dios. Es necesario saber esperar a que la semilla sembrada, con la gracia de Dios y con la cooperación humana, vaya creciendo, ahondando sus raíces en la buena tierra y elevándose poco a poco hasta convertirse en árbol. Hace falta, en primer lugar, tener fe en la virtualidad —fecundidad— contenida en la semilla del Reino de Dios. Esa semilla es la Palabra; es también la Eucaristía, que se siembra en nosotros mediante la comunión. Nuestro Señor Jesucristo se comparó a sí mismo con el «grano de trigo que cuando cae en tierra y muere (...) da mucho fruto» (Jn 12,24).

El Reino de Dios, prosigue Nuestro Señor, es semejante «a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo» (Lc 13,21). También aquí se habla de la capacidad que tiene la levadura de hacer fermentar toda la masa. Así sucede con “el resto de Israel” de que se habla en el Antiguo Testamento: el “resto” habrá de salvar y fermentar a todo el pueblo. Siguiendo con la parábola, sólo es necesario que el fermento esté dentro de la masa, que llegue al pueblo, que sea como la sal capaz de preservar de la corrupción y de dar buen sabor a todo el alimento (cf. Mt 5,13). También es necesario dar tiempo para que la levadura realice su labor.

Parábolas que animan a la paciencia y la segura esperanza; parábolas que se refieren al Reino de Dios y a la Iglesia, y que se aplican también al crecimiento de este mismo Reino en cada uno de nosotros.

lunes, 24 de octubre de 2011

EVANGELIO DE HOU LUNES 24-10-2011 XXX DEL TIEMPO ORDEINARIO

Contemplar el Evangelio de hoy

Día litúrgico: Lunes XXX del tiempo ordinario
Texto del Evangelio (Lc 13,10-17): En aquel tiempo, estaba Jesús un sábado enseñando en una sinagoga, y había una mujer a la que un espíritu tenía enferma hacía dieciocho años; estaba encorvada, y no podía en modo alguno enderezarse. Al verla Jesús, la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad». Y le impuso las manos. Y al instante se enderezó, y glorificaba a Dios.

Pero el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hubiese hecho una curación en sábado, decía a la gente: «Hay seis días en que se puede trabajar; venid, pues, esos días a curaros, y no en día de sábado». Le replicó el Señor: «¡Hipócritas! ¿No desatáis del pesebre todos vosotros en sábado a vuestro buey o vuestro asno para llevarlos a abrevar? Y a ésta, que es hija de Abraham, a la que ató Satanás hace ya dieciocho años, ¿no estaba bien desatarla de esta ligadura en día de sábado?». Y cuando decía estas cosas, sus adversarios quedaban confundidos, mientras que toda la gente se alegraba con las maravillas que hacía.

Comentario: Rev. D. Francesc JORDANA i Soler (Mirasol, Barcelona, España)

«Pero el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hubiese hecho una curación en sábado...»

Hoy, vemos a Jesús realizar una acción que proclama su mesianismo. Y ante ella el jefe de la sinagoga se indigna e increpa a la gente para que no vengan a curarse en sábado: «Hay seis días en que se puede trabajar; venid, pues, esos días a curaros, y no en día de sábado» (Lc 13,14).

Me gustaría que nos centráramos en la actitud de este personaje. Siempre me ha sorprendido cómo, ante un milagro evidente, alguien sea capaz de cerrarse de tal modo que lo que ha visto no le afecta lo más mínimo. Es como si no hubiera visto lo que acaba de ocurrir y lo que ello significa. La razón está en la vivencia equivocada de las mediaciones que tenían muchos judíos en aquel tiempo. Por distintos motivos —antropológicos, culturales, designio divino— es inevitable que entre Dios y el hombre haya unas mediaciones. El problema es que algunos judíos hacen de la mediación un absoluto. De manera que la mediación no les pone en comunicación con Dios, sino que se quedan en la propia mediación. Olvidan el sentido último y se quedan en el medio. De este modo, Dios no puede comunicarles sus gracias, sus dones, su amor y, por lo tanto su experiencia religiosa no enriquecerá su vida.

Todo ello les conduce a una vivencia rigorista de la religión, a encerrar su dios en unos medios. Se hacen un dios a medida y no le dejan entrar en sus vidas. En su religiosidad creen que todo está solucionado si cumplen con unas normas. Se comprende así la reacción de Jesús: «¡Hipócritas! ¿No desatáis del pesebre todos vosotros en sábado a vuestro buey o vuestro asno para llevarlos a abrevar?» (Lc 13,15). Jesús descubre el sinsentido de esa equivocada vivencia del sabath.

Esta palabra de Dios nos debería ayudar a examinar nuestra vivencia religiosa y descubrir si realmente las mediaciones que utilizamos nos ponen en comunicación con Dios y con la vida. Sólo desde la correcta vivencia de las mediaciones podemos entender la frase de san Agustín: «Ama y haz lo que quieras».

sábado, 22 de octubre de 2011

EVANGELIO DE HOY SÁBADO XXIX DEL TIEMPO ORDINARIO 22-10-2011

AMIGOS LECTORES, GRACIAS A DIOS Y DESPUÉS DE TRES DÍAS INGRESADO EN EL HOSPITAL DE GRAN CANARIA DOCTOR NEGRÍN HOY HE VUELTO A CASA GRACIAS TAMBIÉN A LAS ORACIONES DE TODOS USTEDES. POR ESTE MOTIVO DESDE QUE HE LLEGADO HE QUERIDO NI UN MOMENTO SEGUIR CON LA INTERRUPCIÓN DEL EVANGELIO DEL DÍA Y DE MIS COMENTARIOS.

Contemplar el Evangelio de hoy

Día litúrgico: Sábado XXIX del tiempo ordinario
Texto del Evangelio (Lc 13,1-9): En aquel tiempo, llegaron algunos que le contaron lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de sus sacrificios. Les respondió Jesús: «¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que todos los demás galileos, porque han padecido estas cosas? No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo. O aquellos dieciocho sobre los que se desplomó la torre de Siloé matándolos, ¿pensáis que eran más culpables que los demás hombres que habitaban en Jerusalén? No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo».

Les dijo esta parábola: «Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, y fue a buscar fruto en ella y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: ‘Ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro; córtala; ¿para qué va a cansar la tierra?’. Pero él le respondió: ‘Señor, déjala por este año todavía y mientras tanto cavaré a su alrededor y echaré abono, por si da fruto en adelante; y si no da, la cortas’».

Comentario: Rev. D. Antoni ORIOL i Tataret (Vic, Barcelona, España)

«Fue a buscar fruto (...) y no lo encontró»

Hoy, las palabras de Jesús nos invitan a meditar sobre el inconveniente de la hipocresía: «Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, y fue a buscar fruto en ella y no lo encontró» (Lc 13,6). El hipócrita aparenta ser lo que no es. Esta mentira llega a su cima al fingir virtud (aspecto moral) siendo vicioso, o devoción (aspecto religioso) al buscarse uno mismo y sus propios intereses y no a Dios. La hipocresía moral abunda en el mundo, la religiosa perjudica a la Iglesia.

Las invectivas de Jesús contra los escribas y fariseos —más claras y directas en otros pasajes evangélicos— son terribles. No podemos leer o escuchar lo que acabamos de leer o escuchar sin que estas palabras nos lleguen al fondo del corazón, si realmente las hemos escuchado y entendido.

Lo diré en plural personal, ya que todos experimentamos la distancia entre lo que aparentamos ser y lo que somos de veras. Lo somos los políticos cuando nos aprovechamos del país proclamando que estamos a su servicio; los cuerpos de seguridad cuando protegemos a grupos corruptos en nombre del orden público; el personal sanitario cuando suprimimos vidas incipientes o terminales en nombre de la medicina; los medios de comunicación social cuando falseamos las noticias y pervertimos al personal diciendo que lo estamos divirtiendo; los administradores de los fondos públicos cuando desviamos una parte de ellos hacia nuestros bolsillos (individuales o de partido) y alardeamos de honestidad pública; los laicistas cuando impedimos la dimensión pública de la religión en nombre de la libertad de conciencia; los religiosos cuando vivimos de nuestras instituciones con infidelidad al espíritu y a las exigencias de los fundadores; los sacerdotes cuando vivimos del altar pero no servimos abnegadamente a nuestros feligreses con espíritu evangélico; etc.

¡Ah!: y tú y yo también, en la medida en que nuestra conciencia nos dice lo que tenemos que hacer y dejamos de hacerlo para dedicarnos únicamente a ver la paja en el ojo ajeno sin querer darnos cuenta siquiera de la viga que ciega el nuestro. ¿O no?

—Jesús, Salvador del mundo, ¡sálvanos de nuestras pequeñas, medianas y grandes hipocresías!

martes, 18 de octubre de 2011

EVANGELIO DE HOY MARTES XXIX DEL TIEMPO ORDINARIO¿NOS HEMOS OLVIDADO QUE NOSOTROS TAMBIEN HEMOS SIDO LLAMADOS PARA PREDICAR EL REINO DE DIOS?

Día litúrgico: 18 de Octubre: San Lucas, evangelista
Texto del Evangelio (Lc 10,1-9): En aquel tiempo, el Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde él había de ir. Y les dijo: «La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies. Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias. Y no saludéis a nadie en el camino.

»En la casa en que entréis, decid primero: ‘Paz a esta casa’. Y si hubiere allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; si no, se volverá a vosotros. Permaneced en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No vayáis de casa en casa. En la ciudad en que entréis y os reciban, comed lo que os pongan; curad los enfermos que haya en ella, y decidles: ‘El Reino de Dios está cerca de vosotros’».

Comentario: Fray Lluc TORCAL Monje del Monasterio de Sta. Mª de Poblet (Santa Maria de Poblet, Tarragona, España)

«El Reino de Dios está cerca de vosotros»

Hoy, en la fiesta de san Lucas —el Evangelista de la mansedumbre de Cristo—, la Iglesia proclama este Evangelio en el que se presentan las características centrales del apóstol de Cristo.

El apóstol es, en primer lugar, el que ha sido llamado por el Señor, designado por Él mismo, con vista a ser enviado en su nombre: ¡es Jesús quien llama a quien quiere para confiarle una misión concreta! «El Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde él había de ir» (Lc 10,1).

El apóstol, pues, por haber sido llamado por el Señor, es, además, aquel que depende totalmente de Él. «No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias. Y no saludéis a nadie en el camino» (Lc 10,4). Esta prohibición de Jesús a sus discípulos indica, sobre todo, que ellos han de dejar en sus manos aquello que es más esencial para vivir: el Señor, que viste los lirios de los campos y da alimento a los pájaros, quiere que su discípulo busque, en primer lugar, el Reino del cielo y no, en cambio, «qué comer ni qué beber, y que no estéis inquietos. Porque por todas esas cosas se afanan los gentiles del mundo; y ya sabe vuestro Padre que tenéis la necesidad de eso» (Lc 12,29-30).

El apóstol es, además, quien prepara el camino del Señor, anunciando su paz, curando a los enfermos y manifestando, así, la venida del Reino. La tarea del apóstol es, pues, central en y para la vida de la Iglesia, porque de ella depende la futura acogida al Maestro entre los hombres.

El mejor testimonio que nos puede ofrecer la fiesta de un Evangelista, de uno que ha narrado el anuncio de la Buena Nueva, es el de hacernos más conscientes de la dimensión apostólico-evangelizadora de nuestra vida cristiana.

AVISO>/U>

DURANTE UNOS DÍAS NO PODRE INSERTAR EL EVANGELIO DEL DÍA DEBIDO A QUE VOY A SER INTERVENIDO QUIRÚGICAMENTE, POR ELLO PIDO A TODOS MIS LECTORES QUE PIDAN A DIOS POR ESTA INTERVENCIÓN.- MUCHAS GRACIAS

MENSAJE DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI PARA EL DÍA MUNDIAL DE LA ALIMENTACIÓN

Mensaje del Papa para el Día Mundial de la Alimentación


Dirigido al director general de la FAO


CIUDAD DEL VATICANO, lunes 17 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación el mensaje del Papa al director general de la FAO, Jacques Diouf, con motivo del Día Mundial de la Alimentación, que fue leído hoy por el observador permanente de la Santa Sede en la FAO, monseñor Luigi Travaglino, en la ceremonia celebrada en la sede de la Organización en Roma.

***

Al Señor Jacques Diouf,
Director General de la F.A.O.

1. La celebración anual de la Jornada Mundial de la Alimentación, a la vez que pretende recordar la fundación de la F.A.O. y su compromiso en favor del desarrollo agrícola para combatir el hambre y la malnutrición, es también una ocasión para subrayar la situación de tantos hermanos y hermanas nuestros que carecen del pan cotidiano.

Las imágenes dolorosas de las numerosas víctimas del hambre en el Cuerno de África han quedado grabadas en nuestros ojos, y cada día se añade un capítulo más de la que es una de las catástrofes humanitarias más graves de los últimos decenios. Ciertamente, ante la muerte de comunidades enteras a causa del hambre y al abandono forzado de sus tierras de origen, es esencial la ayuda inmediata, pero se necesita también intervenir a medio y largo plazo para que la actividad internacional no se limite a responder solamente a las emergencias.

La situación se ha complicado cada vez más por la difícil crisis que afecta en el ámbito mundial a diversos sectores de la economía y que golpea duramente sobre todo a los más necesitados, condicionando a su vez la producción agrícola y la consiguiente posibilidad de acceso a los alimentos. No obstante, el esfuerzo de los Gobiernos y de otros componentes de la Comunidad internacional debe estar orientado hacia opciones eficaces, conscientes de que la liberación del yugo del hambre es la primera manifestación concreta del derecho a la vida que, a pesar de haber sido proclamado solemnemente, está con frecuencia muy lejos de cumplirse efectivamente.

2. El tema elegido para esta Jornada: «Precios de los alimentos: de la crisis a la estabilidad», invita a reflexionar sobre la importancia de los distintos factores que pueden proporcionar a las personas y comunidades los recursos esenciales, comenzando por el trabajo agrícola, que no se ha de considerar como una actividad secundaria, sino como objetivo de toda estrategia de crecimiento y desarrollo integral. Esto es todavía más importante si tenemos en cuenta que la disponibilidad de alimentos está cada vez más condicionada por la volatilidad de los precios y los repentinos cambios climáticos. Se percibe al mismo tiempo un continuo abandono de las áreas rurales con una disminución global de la producción agrícola y, por tanto, de las reservas alimentarias. Además, parece que se difunde lamentablemente por doquier la idea de que los alimentos son una mercancía más y, por tanto, sometidos también a movimientos especulativos.

No se puede pasar por alto que, no obstante los progresos alcanzados hasta ahora y las esperanzas fundadas en una economía que respete cada vez más la dignidad de cada persona, el futuro de la familia humana tiene necesidad de un nuevo impulso para superar las fragilidades e incertezas actuales. Aunque vivimos en una dimensión global, hay signos evidentes de la profunda división entre los que carecen del sustento cotidiano y los que disponen de ingentes recursos, usándolos a menudo con fines ajenos a la alimentación, e, incluso, destruyéndolos. Se confirma así que la globalización hace que nos sintamos más cercanos pero no hermanos (cf. Caritas in veritate, 19). Por eso, hay que redescubrir aquellos valores inscritos en el corazón de cada persona y que desde siempre han inspirado su acción: el sentimiento de compasión y de humanidad hacia los demás, el deber de la solidaridad y el compromiso por la justicia, han de volver a ser la base de toda actividad, incluidas las que lleva a cabo la Comunidad internacional.

3. Ante la magnitud del drama del hambre, no basta invitar a la reflexión, analizar los problemas y ni siquiera la disponibilidad a intervenir. Con demasiada frecuencia, estos factores quedan baldíos porque se reducen a la esfera de las emociones, sin ser capaces de conmover la conciencia y su búsqueda de la verdad y el bien. Son frecuentes los intentos de justificar los comportamientos y omisiones dictados por el egoísmo y por objetivos e intereses particulares. Por el contrario, el propósito de esta Jornada debería ser el compromiso por modificar conductas y decisiones que aseguren, hoy mejor que mañana, que toda persona tenga acceso a los recursos alimentarios necesarios, y que el sector agrícola disponga de un nivel de inversiones y recursos capaz de dar estabilidad a la producción y, por tanto, al mercado. Es fácil reducir cualquier consideración a la exigencia de alimentos por parte de una población en aumento, sabiendo bien que las causas del hambre tienen otras raíces y que han provocado muchas víctimas entre tantos Lázaros a los que no se les permite sentarse a la mesa del rico Epulón (cf. Pablo VI, Populorum progressio, 47).

Se trata, en definitiva, de asumir una actitud interior de responsabilidad, capaz de inspirar un estilo de vida distinto, con la sobriedad necesaria en el comportamiento y el consumo, para favorecer así el bien de la sociedad. Y que valga también para las generaciones futuras, por su sostenibilidad, tutela de los bienes de la creación, distribución de los recursos y, sobre todo, el compromiso concreto por el desarrollo de pueblos y naciones enteras. Por su parte, los beneficiarios de la cooperación internacional están llamados a utilizar responsablemente cualquier aportación solidaria «en infraestructuras rurales, sistemas de riego, transportes, organización de los mercados, formación y difusión de técnicas agrícolas apropiadas, capaces de utilizar del mejor modo los recursos humanos, naturales y socio-económicos, que se puedan obtener prefe-riblemente en el propio lugar» (Caritas in veritate, 27).

4. Todo esto se podrá realizar si las Instituciones internacionales garantizan también su servicio con imparcialidad y eficacia, pero respetando plenamente las convicciones más profundas del alma humana y las aspiraciones de toda persona. En esta perspectiva, la F.A.O. puede contribuir a garantizar una alimentación adecuada para todos, a reforzar los métodos de cultivo y comercialización y a proteger los derechos fundamentales de los que trabajan la tierra, sin olvidar nunca los valores más auténticos que se custodian en el mundo rural y en los que viven en él.

La Iglesia católica se siente cercana a las Instituciones que se comprometen a garantizar la alimentación. Ella, a través de sus estructuras y agencias de desarrollo, seguirá acompañándolas activamente en este esfuerzo para que cada pueblo y comunidad disponga de la seguridad alimentaria necesaria, que ningún compromiso o negociación, por muy acreditado que sea, podrá asegurar sin una solidaridad real y una fraternidad auténtica.

«Lograr esta meta es tan importante que exige tomarla en consideración para comprenderla a fondo y movilizarse concretamente con el "corazón", con el fin de hacer cambiar los procesos económicos y sociales actuales hacia metas plenamente humanas» (Caritas in veritate, 20).

Con estos sentimientos, le deseo, Señor Director General, continuar en el compromiso en favor de los más menesterosos que ha caracterizado estos años de responsabilidad y dedicación, a la vez que invoco sobre la F.A.O., sobre cada uno de los Estados miembros y sobre todo su personal, abundantes bendiciones del Omnipotente.

BENEDICTUS PP. XVI

lunes, 17 de octubre de 2011

OFICINA DE PRENSQA DE LA SANTA SEDE

DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA, VALIDA EN LA CRISIS ACTUAL



CIUDAD DEL VATICANO, 15 OCT 2011 (VIS).-"En estos ciento veinte años de desarrollo de la doctrina social de la Iglesia el mundo ha sido testigo de grandes cambios que no eran ni siquiera imaginables en la época de la histórica encíclica de León XIII, (Rerum Novarum). Sin embargo, el cambio de las condiciones exteriores no ha cambiado el patrimonio interno del Magisterio social que promueve siempre la persona y la familia, en su contexto vital, incluida la empresa".



Estas fueron las palabras que dirigió el Papa a los participantes en el congreso anual de la fundación "Centesimus Annus Pro-Pontifice" dedicado este año a la relación entre familia y empresa y que coincide con el 20 aniversario de la encíclica de Juan Pablo II, "Centesimus Annus", publicada 100 años después de la "Rerum Novarum" de León XIII y 30 de la Exhortación apostólica "Familiaris consortio".



"El Concilio Vaticano ha hablado de la familia en términos de Iglesia doméstica, de "santuario intocable"(...) También la economía con sus leyes debe siempre considerar el interés y la salvaguardia de esa célula primaria de la sociedad", afirmó el pontífice, recordando que el beato Juan Pablo II en la Familiaris consortio indicó cuatro tareas propias de la institución familiar: la formación de una comunidad de personas; el servicio a la vida; la participación social y la participación eclesial. "Todas son funciones cuya base es el amor , al que la familia educa y forma (...) Y es ante todo en la familia donde se aprende que la actitud justa en la sociedad, en el mundo del trabajo, de la economía, de la empresa, debe guiarse por la "caritas", en la lógica de la gratuidad, de la solidaridad y la responsabilidad de unos con otros", observó el pontífice.



"En una situación tan difícil como la que vivimos, la crisis del trabajo y de la economía se acompaña a una crisis de la familia (...) Por eso hace falta una nueva síntesis armoniosa entre familia y trabajo, a la que la doctrina social de la Iglesia puede aportar una apreciable contribución". En este contexto el Papa citó su encíclica "Caritas in veritate" en que escribe que "la justicia conmutativa -dar para tener- y la justicia distributiva- dar por deber- no son suficientes en la vida social. Porque para que haya verdadera justicia es necesario añadir gratuidad y solidaridad. La solidaridad es en primer lugar que todos se sientan responsables de todos. Por eso no puede delegarse solamente al Estado".



En este caso "Caridad en la verdad" subrayó Benedicto XVI, significa "la necesidad de dar forma y organización a las iniciativas económicas que, sin renunciar al beneficio, quieren ir más allá de la lógica del intercambio de cosas equivalentes y del lucro como fin en sí mismo".



"No compete a la Iglesia definir los caminos para hacer frente a la crisis actual. No obstante, los cristianos, tienen el deber de denunciar los males, de testimoniar y mantener vivos los valores en que se funda la dignidad de la persona y de promover las formas de solidaridad que favorezcan el bien común, para que la humanidad se transforme cada vez más en familia de Dios", concluyó.

E XXIX DEL TIEMPO ORDINARIO¿ESTAMOS APEGADO A LOS BIENES DE LA TIERRA?

Día litúrgico: Lunes XXIX del tiempo Ordinario

Texto del Evangelio (Lc 12,13-21): En aquel tiempo, uno de la gente le dijo: «Maestro, di a mi hermano que reparta la herencia conmigo». Él le respondió: «¡Hombre! ¿quién me ha constituido juez o repartidor entre vosotros?». Y les dijo: «Mirad y guardaos de toda codicia, porque, aun en la abundancia, la vida de uno no está asegurada por sus bienes».

Les dijo una parábola: «Los campos de cierto hombre rico dieron mucho fruto; y pensaba entre sí, diciendo: ‘¿Qué haré, pues no tengo donde reunir mi cosecha?’. Y dijo: ‘Voy a hacer esto: Voy a demoler mis graneros, y edificaré otros más grandes y reuniré allí todo mi trigo y mis bienes, y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea’. Pero Dios le dijo: ‘¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas que preparaste, ¿para quién serán?’. Así es el que atesora riquezas para sí, y no se enriquece en orden a Dios».

Comentario: Fray Lluc TORCAL Monje del Monasterio de Sta. Mª de Poblet (Santa Maria de Poblet, Tarragona, España)

«La vida de uno no está asegurada por sus bienes»

Hoy, el Evangelio, si no nos tapamos los oídos y no cerramos los ojos, causará en nosotros una gran conmoción por su claridad: «Mirad y guardaos de toda codicia, porque, aun en la abundancia, la vida de uno no está asegurada por sus bienes» (Lc 12,15). ¿Qué es lo que asegura la vida del hombre?

Sabemos muy bien en qué está asegurada la vida de Jesús, porque Él mismo nos lo ha dicho: «El Padre tiene el poder de dar la vida, y ha dado al Hijo ese mismo poder» (Jn 5,26). Sabemos que la vida de Jesús no solamente procede del Padre, sino que consiste en hacer su voluntad, ya que éste es su alimento, y la voluntad del Padre equivale a realizar su gran obra de salvación entre los hombres, dando la vida por sus amigos, signo del más excelso amor. La vida de Jesús es, pues, una vida recibida totalmente del Padre y entregada totalmente al mismo Padre y, por amor al Padre, a los hombres. La vida humana, ¿podrá ser entonces suficiente en sí misma? ¿Podrá negarse que nuestra vida es un don, que la hemos recibido y que, solamente por eso, ya debemos dar gracias? «Que nadie crea que es dueño de su propia vida» (San Jerónimo).

Siguiendo esta lógica, sólo falta preguntarnos: ¿Qué sentido puede tener nuestra vida si se encierra en sí misma, si halla su agrado al decirse: «Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea» (Lc 12,19)? Si la vida de Jesús es un don recibido y entregado siempre en el amor, nuestra vida —que no podemos negar haber recibido— debe convertirse, siguiendo a la de Jesús, en una donación total a Dios y a los hermanos, porque «quien vive preocupado por su vida, la perderá» (Jn 12,25).

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NUESTRA REFLEXIÓN


¿COMO VIVIMOS NUESTROS BIENES TERRENALES? ¿NOS PREOCUPA TANTO QUE OLVIDAMOS QUE ES UN REGALO DE DIOS? EN ESTE DÍA HAGAMOS LA REFLEXIÓN Y PREGUNTÉMONOS¿ME IMPIDE LOS BIENES TERRENALES, PENSAR EN DIOS Y DARME A LOS DEMÁS? SI DURANTE ESTE DÍA DESPEJAMOS ESTA INCÓGNITA, SEGURO QUE VIVIREMOS MAS FELICES, PENSANDO QUE LO QUE HE RECIBIDO DE DIOS TENEMOS QUE RETORNARLO A ÉL? HAGAMOS HOY EL FIRME PROPÓSITO DE PENSAR Y VER QUE ES LO QUE DIOS ME PIDE A TRAVÉS DE ESTA LECTURA.

domingo, 16 de octubre de 2011

RELIGIÓN EN LIBERTAD INFORMA , EL SANTO PADRE DICE QUE EN EL 2012 SERÁ EL AÑO DE LA FE

El 2012 será el «Año de la Fe»

El abrazo de Sor Verónica al Papa, broche de oro al impulso por la nueva evangelización

Benedicto XVI quiere dar un empujón a la evangelización y para ello ha apoyado un congreso con propuestas e iniciativas originales.


BENEDICTO XVI lamenta que el hombre se conforme con una felicidad efímera que le deja tristeza


ha finalizado el primer congreso organizado por el Consejo Pontificio para la promoción de la nueva evangelización, el «nuevo» ministerio creado hace un año por Benedicto XVI para impulsar la nueva evangelización.

El sábado, en el aula Paulo VI, en pleno Vaticano, más de 8.000 personas estaban invitadas para hablar de cómo dar a conocer el evangelio a un mundo cada vez más secularizado.

Sor Verónica, Messori, Colina...
Hablaron el presidente del dicasterio convocante, monseñor Rino Fisichella, el famoso escritor Vittorio Messori, el astrofísico Marco Bresanelli, el obispo colombiano Fabio Suescun y Sor Verónica, la fundadora de la comunidad contemplativa más vigorosa del mundo, Iesus Communio, cuyo nuevo monasterio de La Aguilera, en Burgos, ya está completo.

Aleteia.org para la evangelización en la Red
El periodista español Jesús Colina, fundador de Zenit y su director durante los últimos 14 años, presentó a los presentes el proyecto Aleteia.org, la primera comunidad virtual basada en preguntas y respuestas sobre fe, vida y enseñanzas de la Iglesia, un proyecto en el que ha estado trabajando el valioso periodista en los últimos meses por encargo del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales y del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización.

Cañizares, Kiko Argüello, Carrón...
Entre los presentes españoles, el cardenal Cañizares, el hermano de Sor Veronica, Raúl Berzosa, obispo de Ciudad Rodrigo, Adolfo González Montes, obispo de Almería, Kiko Argüello, Iniciador del Camino Neocatecumenal o Julián Carrón, presidente de Comunión y Liberación.

Amenizado con música
Entre los músicos participantes estuvo el tenor Andrea Bocelli, que deleitó a los presentes con varias obras, entre ellas el Ave María.

El abrazo de Sor Verónica
La fundadora de Iesus Communio, Sor Verónica Berzosa, tras exponer su ponencia sobre la nueva evangelización basada en la experiencia del nuevo carisma que ha fundado, se abrazó al Papa, rompiendo el protocolo, en un gesto de cariño hacia el Santo Padre. Un abrazo que se prolongó un tiempo, reafirmando de esta manera la adhesión a Benedicto XVI.

El Papa anuncia un "Año de la Fe" para el 2012
Benedicto XVI dijo hoy domingo en la homilía de la eucarística en la basílica de San Pedro que clausuraba este congreso, que en 2012 se iniciará el "Año de la Fe" con el objetivo de dar "un renovado impulso a la misión de la Iglesia" y cuyos contenidos explicará en una carta apostólica.

Un evento, explicó Benedicto XVI, pensado para "dar un renovado impulso a la misión de toda la Iglesia y conducir a los hombres fuera del desierto en el que a menudo se encuentran hasta el lugar de la vida y de la amistad con Cristo que nos dona la vida en plenitud".

El "Año de la Fe" se iniciará el 11 de octubre de 2012, con motivo del 50 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, y terminará el 24 de noviembre de 2013, cuando los católicos celebran Cristo Rey del Universo, informa Efe.

Anunciar a Dios
"Será un momento de gracia y de empeño para una mayor conversión a Dios, para reforzar nuestra fe y para anunciar a Dios", agregó el papa.

Benedicto XVI utilizó hoy por primera vez una plataforma móvil para llegar al altar mayor de la basílica de San Pedro y "evitar así cansarse demasiado", según informó el portavoz vaticano, Federico Lombardi.

Ningún poder terrenal puede sustituir a Dios
En su homilía, el Papa aseguró además que "ningún poder terrenal puede sustituir a Dios" y que "la teología de la historia es un aspecto importante, esencial de la nueva evangelización porque los hombres de nuestro tiempo, tras el nefasto periodo de los imperios totalitarios del siglo XX necesitan encontrar una mirada nueva del mundo, una mirada libre y pacífica, la mirada que el Concilio Vaticano II transmitió en sus documentos".

No reducir al ámbito político
Comentando el pasaje de la Biblia sobre los impuestos que había que pagar a Cesar: "Dar al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios", Benedicto XVI comentó que "este tiene un contenido antropológico y no solo se puede reducir al ámbito político".

"Hay que entender la frase integralmente no solo en la primera parte que invita a pagar los impuestos y respetar las autonomía en el ámbito político, es decir el laicismo, sino también que hay que respetar los derechos de Dios".

EVANGELIO DE HOY, DOMINGO XXIX DEL TIEMPO ORDINARIO.-¿DAMOS A DIOS LO QUE ES DE DIOS?

Día litúrgico: Domingo XXIX (A) del tiempo ordinario
Texto del Evangelio (Mt 22,15-21): En aquel tiempo, los fariseos se fueron y celebraron consejo sobre la forma de sorprenderle en alguna palabra. Y le envían sus discípulos, junto con los herodianos, a decirle: «Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con franqueza y que no te importa por nadie, porque no miras la condición de las personas. Dinos, pues, qué te parece, ¿es lícito pagar tributo al César o no?». Mas Jesús, conociendo su malicia, dijo: «Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Mostradme la moneda del tributo». Ellos le presentaron un denario. Y les dice: «¿De quién es esta imagen y la inscripción?». Dícenle: «Del César». Entonces les dice: «Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios».

Comentario: P. Antoni POU OSB Monje de Montserrat (Montserrat, Barcelona, España)

«Lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios»

Hoy, se nos presenta para nuestra consideración una "famosa" afirmación de Jesucristo: «Lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios» (Mt 22,21).

No entenderíamos bien esta frase sin tener en cuenta el contexto en el que Jesús la pronuncia: «los fariseos se fueron y celebraron consejo sobre la forma de sorprenderle en alguna palabra» (Mt 22,15), y Jesús advirtió su malicia (cf. v. 18). Así, pues, la respuesta de Jesús está calculada. Al escucharla, los fariseos quedaron sorprendidos, no se la esperaban. Si claramente hubiese ido en contra del César, le habrían podido denunciar; si hubiese ido claramente a favor de pagar el tributo al César, habrían marchado satisfechos de su astucia. Pero Jesucristo, sin hablar en contra del César, lo ha relativizado: hay que dar a Dios lo que es de Dios, y Dios es Señor incluso de los poderes de este mundo.

El César, como todo gobernante, no puede ejercer un poder arbitrario, porque su poder le es dado en "prenda" o garantía; como los siervos de la parábola de los talentos, que han de responder ante el Señor por el uso de los talentos. En el Evangelio de san Juan, Jesús dice a Pilatos: «No tendrías contra mí ningún poder, si no se te hubiera dado de arriba» (Jn 19,10). Jesús no quiere presentarse como un agitador político. Sencillamente, pone las cosas en su lugar.

La interpretación que se ha hecho a veces de Mt 22,21 es que la Iglesia no debería "inmiscuirse en política", sino solamente ocuparse del culto. Pero esta interpretación es totalmente falsa, porque ocuparse de Dios no es sólo ocuparse del culto, sino preocuparse por la justicia, y por los hombres, que son los hijos de Dios. Pretender que la Iglesia permanezca en las sacristías, que se haga la sorda, la ciega y la muda ante los problemas morales y humanos de nuestro tiempo, es quitar a Dios lo que es de Dios. «La tolerancia que sólo admite a Dios como opinión privada, pero que le niega el dominio público (…) no es tolerancia, sino hipocresía» (Benedicto XVI).

sábado, 15 de octubre de 2011

TESTIMONIO PUBLICADO EN RELIGIÓN EN LIBERTAD.COM

En la Comunidad del Cenáculo

Sus padres se separan, cae en la droga y en el alcohol, y sale del infierno tras encontrar a Dios

Se puede salir de las drogas y el alcohol. Aquí hay un testimonio reciente de un joven austriaco que lo logró tras conocer a Jesús.

Tras vivir un infierno como drogadicto, cambió de vida gracias a las oraciones de sus amigos

Pasa de una vida desenfrenada y con drogas, a dirigir un centro para ex drogadictos en Barcelona

Tras ser heroinómano, traficante de drogas, ladrón y vagabundo... hoy es sacerdote

La comunidad del Cenáculo, con una eficacia altísima en la sanación de drogadictos, llega a España

La Comunidad del Cenáculo, fundada por la religiosa italiana Madre Elvira, se ha convertido en pocos años en la realidad con mayor eficacia del mundo para salir de las adicciones como la droga o el alcohol. Sus armas para luchar contra esas esclavitudes se basan en la oración y el trabajo.

ReL reproduce el testimonio de un joven austriaco que logró salir de la droga y al alcohol, y recuperar la alegría de vivir, gracias a la Comunidad del Cenáculo que le enseñó el camino para encontrar a Dios.

Todo comienza con la separación de los padres
«Me llamo Rainer, tengo veintiséis años y soy de Viena (Austria). Entré en la Comunidad por las heridas de la droga. Vengo de una familia que no era cristiana y mis padres se separaron cuando yo era muy chico. Todavía recuerdo que de niño muchas veces soñaba que mis padres se peleaban, así nacieron mis miedos e inseguridades. Crecí junto a mi madre y mi hermana; a mi padre lo veía cada dos semanas. Sufrí mucho por la división en mi familia, siempre mantenía la ilusión de que algún día se volverían a unir.

Celoso por no tener una familia unida
»En la escuela comenzaron los primeros problemas: me portaba mal con los maestros y los compañeros, estaba muy celoso de los niños que tenían una familia unida. A los ocho años me tuvieron que cambiar de escuela por mi comportamiento, lo que me hizo sentir aún más distinto de los demás.

Sin una convivencia estable
»En casa ya empezaba a perder el respeto hacia mi madre y contestarle mal. Con mi padre, en cambio, siempre era ordenado y obediente, por temor a su dureza. Desde pequeño comencé a tener una doble personalidad. No lograba mantener una relación estable, ni siquiera con mi hermana y a menudo nos peleábamos.

Alcohol y drogas a los doce años
»A los doce años probé el alcohol y las drogas livianas. Creía que había encontrado la solución a mis problemas, olvidando las horribles situaciones que vivía en casa y en la escuela.

»Comencé una vida falsa, un descenso que pronto me hizo caer en lo peor. Dejé la escuela y empecé a trabajar, mis primeros sueldos los gasté en la droga, cada vez más pesada, pero yo creía que era independiente y libre.

El primer momento para cambiar de vida
»No me daba cuenta de cómo hacía sufrir a mi familia y tenía la fantasía de que nadie se daba cuenta de mi problema. Iba a casa sólo para bañarme y dormir; cortaba de raíz cualquier relación con mi familia. A los diecisiete años tuve una experiencia muy fea con la droga y un amigo terminó en el hospital. Cuando llegué a casa, me miré en el espejo y encontré un muerto, una persona incapaz de hacer algo bueno. Ese fue el momento en que decidí por primera vez cambiar de vida.

Dejar la droga pero no el alcohol
»Dejé la droga inmediatamente, así como a los amigos malos. Todo parecía que estaba bien, conocí una chica que fue mi primera novia y me parecía imposible ser tan afortunado. Lo único que no podía dejar del todo era el alcohol. Cada fin de semana, cuando salía con mi novia , bebía en exceso, un día, un amigo me ofreció de nuevo la droga. Acepté porque pensaba que esta vez lo podría controlar pero fue el comienzo de una nueva caída: perdí a mi novia, y en esa época se suicidó un gran amigo mío. Fue uno de los momentos más dolorosos de mi vida.

En el precipicio
»Para disimular mi estado de ánimo, me arrojé en el mal, perdí el trabajo y todo lo que más quería. Mi familia trataba de estar cerca de mí, pero yo rechazaba su ayuda. En ese momento conocí otra chica, que aceptaba mi dependencia, la usé como “espalda” en los momentos difíciles.

La posibilidad de cambiar
»Cambié muchos trabajos hasta que terminé de mozo en una cervecería. Allí conocí un chico que había estado seis años en la Comunidad. Al ver mi tristeza, me contó su experiencia de vida y la posibilidad de cambiar. Me parecía que no podía ser cierto lo que me contaba, porque yo sólo veía la droga, pero mis problemas aumentaban y ahora mi novia también me empujaba a cambiar. Con la ayuda de ella y de mi padre fui a los coloquios y me encontré por primera vez con los chicos del Cenacolo.

No me creía lo que me decían
»Al principio me costaba creer lo que me decían, me costaba aceptar la propuesta de la oración. Cuando entré vi jóvenes sonrientes y felices con lo que hacían. Me impresionó mucho que por primera vez me ofrecieran una mano personas que yo no conocía y que no pedían nada a cambio. Las primeras semanas no quería ni escuchar hablar de oración y de fe. Repensando mi pasado me decía que Dios no podía existir: ¿cómo podría haber permitido que yo sufriera tanto?

Esperanza en el cambio de vida
»Como veía que todos iban a la capilla a rezar, le hacía muchas preguntas sobre la fe a mi “ángel custodio”, el joven a quien me habían encomendado. Él me decía que fuera a la capilla y le confiara a Dios las cosas que me preocupaban. Así comencé mi “relación” con Dios. Me costaba mucho porque frente a la Eucaristía veía todo lo que había hecho y me veía a mí mismo. Estaba muy triste, pero al mismo tiempo la esperanza de cambiar mi vida me hacía aceptar las “ayudas” y los consejos de los que me rodeaban. Cosa que nunca había hecho.

Conocer a la Madre Elvira
»Luego de un mes tuve el gran regalo de venir a Italia y de encontrar por primera vez a Madre Elvira. Mirándola a los ojos vi mucha esperanza, y aunque no entendía lo que me decía, me tocaron su libertad y sus ganas de vivir. Gracias a su ejemplo, yo también di mi “sí” a Dios. En el camino comunitario recibí los Sacramentos de la Comunión y de la Confirmación.

Ayudar a otros como "ángel de la guarda"
»Más adelante comprendí lo que es ser responsable por la vida de otro, cuando por primera vez fui “ángel custodio” de un chico joven: lo que había recibido tenía que entregarlo. También me hizo ver muchas faltas mías: poca paciencia, la falta de respeto, mucha inseguridad y apuro. Entendí que todavía no llegué a ninguna parte y que siempre hay algo para aprender, aún del joven que acaba de entrar.

Mi padre, feliz
»Cuando fui a casa para la verificar, después de dos años de camino, tuve una experiencia conmovedora y profunda: por primera vez vi a mi padre llorar de alegría y no de dolor; me liberó de muchos sentimientos de culpa que tenía por todo el mal que había hecho.

"Hoy soy feliz"
»Hoy estoy muy contento de que Dios me haya llamado a la Comunidad y agradezco de corazón a mi familia, a Madre Elvira, a todos los sacerdotes y personas que encontré en mi camino: ¡hoy soy un hombre feliz de vivir!».

Más información: Comunidad del Cenáculo

EL EVANGELIO DE HOY ES EL DEL SÁBADO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO¿NEGAMOS O NOS SENTIMOS ORGULLOSOS DE JESUS?

Contemplar el Evangelio de hoy

Día litúrgico: Sábado XXVIII del tiempo ordinario


Santoral 15 de Octubre: Santa Teresa de Jesús, virgen y doctora de la Iglesia
Texto del Evangelio (Lc 12,8-12): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Yo os digo: Por todo el que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios. Pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios. A todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará.

»Cuando os lleven a las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de cómo o con qué os defenderéis, o qué diréis, porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel mismo momento lo que conviene decir».

Comentario: +Rev. D. Albert TAULÉ i Viñas (Barcelona, España)

«El Espíritu Santo os enseñará en aquel mismo momento lo que conviene decir»

Hoy resuenan otra vez las palabras de Jesús invitándonos a reconocerlo ante los hombres. «Por todo el que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios» (Lc 12,8). Estamos en un tiempo en que en la vida pública se reivindica la laicidad, obligando a los creyentes a manifestar su fe únicamente en el ámbito privado. Cuando un cristiano, un presbítero, un obispo, el Papa..., dice alguna cosa públicamente, aunque sea llena de sentido común, molesta, únicamente porque viene de quien viene, como si nosotros no tuviésemos derecho —¡como todo el mundo!— a decir lo que pensamos. Por más que les incomode, no podemos dejar de anunciar el Evangelio. En todo caso, «el Espíritu Santo os enseñará en aquel mismo momento lo que conviene decir» (Lc 12,12). Al respecto, san Cirilo de Jerusalén lo remataba afirmando que «el Espíritu Santo, que habita en los que están bien dispuestos, les inspira como doctor aquello que han de decir».

Los ataques que nos hacen tienen una gravedad distinta, porque no es lo mismo decir mal de un miembro de la Iglesia (a veces con razón, por nuestras deficiencias), que atacar a Jesucristo (si lo ven únicamente en su dimensión humana), o injuriar al Espíritu Santo, ya sea blasfemando, ya sea negando la existencia y los atributos de Dios.

Por lo que se refiere al perdón de la injuria, incluso cuando el pecado es leve, es necesaria una actitud previa que es el arrepentimiento. Si no hay arrepentimiento, el perdón es inviable, el puente está roto por un lado. Por esto, Jesús dice que hay pecados que ni Dios perdonará, si no hay por parte del pecador la actitud humilde de reconocer su pecado (cf. Lc 12,10).

viernes, 14 de octubre de 2011

MEDITEMOS EL EVANGELIO DE HOY 14 DE OCTUBRE, CORRESPONDE EL VIERNES XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO

Contemplar el Evangelio de hoy

Día litúrgico: Viernes XXVIII del tiempo ordinar
Texto del Evangelio (Lc 12,1-7): En aquel tiempo, habiéndose reunido miles y miles de personas, hasta pisarse unos a otros, Jesús se puso a decir primeramente a sus discípulos: «Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. Nada hay encubierto que no haya de ser descubierto ni oculto que no haya de saberse. Porque cuanto dijisteis en la oscuridad, será oído a la luz, y lo que hablasteis al oído en las habitaciones privadas, será proclamado desde los terrados. Os digo a vosotros, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más. Os mostraré a quién debéis temer: temed a aquel que, después de matar, tiene poder para arrojar a la gehenna; sí, os repito: temed a ése. ¿No se venden cinco pajarillos por dos ases? Pues bien, ni uno de ellos está olvidado ante Dios. Hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; valéis más que muchos pajarillos».

Comentario: P. Raimondo M. SORGIA Mannai OP (San Domenico di Fiesole, Florencia, Italia)

«Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía»

Hoy, el Señor nos invita a reflexionar sobre un tipo de mala levadura que no fermenta el pan, sino solamente lo engrandece en apariencia, dejándolo crudo e incapaz de nutrir: «Guardaos de la levadura de los fariseos» (Lc 12,1). Se llama hipocresía y es solamente apariencia de bien, máscara hecha con trapos multicolores y llamativos, pero que esconden vicios y deformidades morales, infecciones del espíritu y microbios que ensucian el pensamiento y, en consecuencia, la propia existencia.

Por eso, Jesús advierte de tener cuidado con esos usurpadores que, al predicar con los malos ejemplos y con el brillo de palabras mentirosas, intentan sembrar alrededor la infección. Recuerdo que un periodista —brillante por su estilo y profesor de filosofía— quiso afrontar el tema de la postura de la Iglesia católica frente a la cuestión del pretendido “matrimonio” entre homosexuales. Y con paso alegre y una sarta de sofismas grandes como elefantes, intentó contradecir las sanas razones que el Magisterio expuso en uno de sus recientes documentos. He aquí un fariseo de nuestros días que, después de haberse declarado bautizado y creyente, se aleja con desenvoltura del pensamiento de la Iglesia y del espíritu del Cristo, pretendiendo pasar por maestro, acompañante y guía de los fieles.

Pasando a otro tema, el Maestro recomienda distinguir entre temor y temor: «No temáis a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más» (Lc 12,4), que serían los perseguidores de la idea cristiana, que matan a decenas a los fieles en tiempo de “caza al hombre” o de vez en cuando a testigos singulares de Jesucristo.

Miedo absolutamente diverso y motivado es el de poder perder el cuerpo y el alma, y esto está en las manos del Juez divino; no que el alma muera (sería una suerte para el pecador), sino que guste una amargura que se la puede llamar “mortal” en el sentido de absoluta e interminable. «Si eliges vivir bien aquí, no serás enviado a las penas eternas. Dado que aquí no puedes elegir el no morir, mientras vives elige el no morir eternamente» (San Agustín).

jueves, 13 de octubre de 2011

EVANGELIO CORRESPONDIENTE AL 13-10-2011, JUEVES XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO

Día litúrgico: Jueves XXVIII del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Lc 11,47-54): En aquel tiempo, el Señor dijo: «¡Ay de vosotros, porque edificáis los sepulcros de los profetas que vuestros padres mataron! Por tanto, sois testigos y estáis de acuerdo con las obras de vuestros padres; porque ellos los mataron y vosotros edificáis sus sepulcros. Por eso dijo la Sabiduría de Dios: ‘Les enviaré profetas y apóstoles, y a algunos los matarán y perseguirán’, para que se pidan cuentas a esta generación de la sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo, desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, el que pereció entre el altar y el Santuario. Sí, os aseguro que se pedirán cuentas a esta generación. ¡Ay de vosotros, los legistas, que os habéis llevado la llave de la ciencia! No entrasteis vosotros, y a los que están entrando se lo habéis impedido».

Y cuando salió de allí, comenzaron los escribas y fariseos a acosarle implacablemente y hacerle hablar de muchas cosas, buscando, con insidias, cazar alguna palabra de su boca.

Comentario: Rev. D. Pedro-José YNARAJA i Díaz (El Montanyà, Barcelona, España)

«¡Edificáis los sepulcros de los profetas que vuestros padres mataron!»

Hoy, se nos plantea el sentido, aceptación y trato dado a los profetas: «Les enviaré profetas y apóstoles, y a algunos los matarán y perseguirán» (Lc 11,49). Son personas de cualquier condición social o religiosa, que han recibido el mensaje divino y se han impregnado de él; impulsados por el Espíritu, lo expresan con signos o palabras comprensibles para su tiempo. Es un mensaje transmitido mediante discursos, nunca halagadores, o acciones, casi siempre difíciles de aceptar. Una característica de la profecía es su incomodidad. El don resulta molesto para quien lo recibe, pues le escuece internamente, y es incómodo para su entorno, que hoy, gracias a Internet o los satélites, puede extenderse a todo el mundo.

Los contemporáneos del profeta pretenden condenarlo al silencio, lo calumnian, lo desacreditan, así hasta que muere. Llega entonces el momento de erigirle el sepulcro y de organizarle homenajes, cuando ya no molesta. No faltan actualmente profetas que gozan de fama universal. La Madre Teresa, Juan XXIII, Monseñor Romero... ¿Nos acordamos de lo que reclamaban y nos exigían?, ¿ponemos en práctica lo que nos hicieron ver? A nuestra generación se le pedirá cuentas de la capa de ozono que ha destruido, de la desertización que nuestro despilfarro de agua ha causado, pero también del ostracismo al que hemos reducido a nuestros profetas.

Todavía hay personas que se reservan para ellas el “derecho de saber en exclusiva”, que lo comparten —en el mejor de los casos— con los suyos, con aquellos que les permiten continuar aupados en sus éxitos y su fama. Personas que cierran el paso a los que intentan entrar en los ámbitos del conocimiento, no sea que tal vez sepan tanto como ellos y los adelanten: «¡Ay de vosotros, los legistas, que os habéis llevado la llave de la ciencia! No entrasteis vosotros, y a los que están entrando se lo habéis impedido» (Lc 11,52).

Ahora, como en tiempos de Jesús, muchos analizan frases y estudian textos para desacreditar a los que incomodan con sus palabras: ¿es éste nuestro proceder? «No hay cosa más peligrosa que juzgar las cosas de Dios con los discursos humanos» (San Juan Crisósto

miércoles, 12 de octubre de 2011

BENEDICTO XVI DA UN IMPULSO DECISIVO A LA NUEVA EVANGELIZACIÓN; CONGRESO EN EL VATICANO LOS DÍAS 15 Y 16 DE ESTE MES DE OCTUBRE

Benedicto XVI da un impulso decisivo a la nueva evangelización


Congreso en el Vaticano los días 15 y 16 de octubre




CIUDAD DEL VATICANO, martes 11 de octubre de 2011 (ZENIT.org).– El Papa Benedicto XVI va a dar un impulso decisivo a la nueva evangelización: recibirá, este sábado 15 de octubre en la sala Pablo VI del Vaticano, a los participantes del congreso para la nueva evangelización organizado por el dicasterio ad hoc.

El día siguiente, domingo 16 de octubre, el Papa presidirá la misa para los “nuevos evangelizadores” en la Basílica vaticana (a las 9,30h). Es previsible que hable de ello en el Ángelus dominical.

Este congreso, que se celebrará los días 15 y 16 de octubre, tiene como tema Nuevos evangelizadores para la nueva evangelización y como divisa estas palabras de los Hechos de los Apóstoles: La Palabra de Dios crecía y se multiplicaba.

Organizado por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, presidido por monseñor Rino Fisichella, el encuentro se celebrará en la nueva sala del sínodo del Vaticano.

El congreso empezará con una exposición de monseñor Fisichella seguida de un intercambio entre agentes de esta evangelización.

Por la tarde, monseñor Fisichella introducirá las distintas intervenciones: Espiritualidad y vida interior (por la madre Verónica Berzosa, española, fundadora y superiora del nuevo instituto religioso Iesu Communio), Occidente y sus preguntas sobre Cristo (por Vittorio Messori, escritor y periodista italiano), Ciencia y fe: un diálogo fecundo (a cargo de Marco Bersanelli, italiano, profesor de astronomía y astrofísica en la Universidad de Milán) y Experiencias de nueva evangelización en América Latina (por monseñor Fabio Suescún Mutis, obispo castrense de Colombia).

El tenor italiano Andrea Bocelli ofrecerá después un recital y este “momento de espiritualidad y arte” precederá a la llegada de Benedicto XVI a la sala Pablo VI.

Durante este congreso, el fundador de la agencia H2ONews y de ZENIT, Jesús Colina, presentará su nuevo proyecto, Aleteia, elaborado estos últimos meses con su mujer, Gisèle Plantec, Olivier Bonassies (del Centro María de Nazaret), Guillaume Anselin y un equipo de colaboradores.

Al anochecer, los grupos y realidades eclesiales serán acogidos en la diócesis, en diferentes lugares de culto y de otro tipo, donde animarán momentos de reflexión y de oración con los católicos de Roma.

Por Anita S. Bourdin

EL EVANGELIO DE HOY ES EL CORRESPONDIENTE AL MIÉRCOLES XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO

Contemplar el Evangelio de hoy

Día litúrgico: Miércoles XXVIII del tiempo ordinario


Santoral 12 de Octubre: Nuestra Señora del Pilar
Texto del Evangelio (Lc 11,42-46): En aquel tiempo, el Señor dijo: «¡Ay de vosotros, los fariseos, que pagáis el diezmo de la menta, de la ruda y de toda hortaliza, y dejáis a un lado la justicia y el amor a Dios! Esto es lo que había que practicar aunque sin omitir aquello. ¡Ay de vosotros, los fariseos, que amáis el primer asiento en las sinagogas y que se os salude en las plazas! ¡Ay de vosotros, pues sois como los sepulcros que no se ven, sobre los que andan los hombres sin saberlo!». Uno de los legistas le respondió: «¡Maestro, diciendo estas cosas, también nos injurias a nosotros!». Pero Él dijo: «¡Ay también de vosotros, los legistas, que imponéis a los hombres cargas intolerables, y vosotros no las tocáis ni con uno de vuestros dedos!».

Comentario: Rev. D. Joaquim FONT i Gassol (Igualada, Barcelona, España)

«Esto es lo que había que practicar aunque sin omitir aquello»

Hoy vemos cómo el Divino Maestro nos da algunas lecciones: entre ellas, nos habla de los diezmos y también de la coherencia que han de tener los educadores (padres, maestros y todo cristiano apóstol). En el Evangelio según san Lucas de la Misa de hoy, la enseñanza aparece de manera más sintética, pero en los pasajes paralelos de Mateo (23,1ss.) es bastante extensa y concreta. Todo el pensamiento del Señor concluye en que el alma de nuestra actividad han de ser la justicia, la caridad, la misericordia y la fidelidad (cf. Lc 11,42).

Los diezmos en el Antiguo Testamento y nuestra actual colaboración con la Iglesia, según las leyes y las costumbres, van en la misma línea. Pero dar valor de ley obligatoria a cosas pequeñas —como lo hacían los Maestros de la Ley— es exagerado y fatigoso: «¡Ay también de vosotros, los legistas, que imponéis a los hombres cargas intolerables, y vosotros no las tocáis ni con uno de vuestros dedos!» (Lc 11,46).

Es verdad que las personas que afinan tienen delicadezas de generosidad. Hemos tenido vivencias recientes de personas que de la cosecha traen para la Iglesia —para el culto y para los pobres— el 10% (el diezmo); otros que reservan la primera flor (las primicias), el mejor fruto de su huerto; o bien vienen a ofrecer el mismo importe que han gastado en el viaje de descanso o de vacaciones; otros traen el producto preferido de su trabajo, todo ello con este mismo fin. Se adivina ahí asimilado el espíritu del Santo Evangelio. El amor es ingenioso; de las cosas pequeñas obtiene alegrías y méritos ante Dios.

El buen pastor pasa al frente del rebaño. Los buenos padres son modelo: el ejemplo arrastra. Los buenos educadores se esfuerzan en vivir las virtudes que enseñan. Esto es la coherencia. No solamente con un dedo, sino de lleno: Vida de Sagrario, devoción a la Virgen, pequeños servicios en el hogar, difundir buen humor cristiano... «Las almas grandes tienen muy en cuenta las cosas pequeñas» (San Josemaría).

martes, 11 de octubre de 2011

EVANGELIO DE HOY, CORRESPONDIENTE AL MARTES XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO

Contemplar el Evangelio de hoy

Día litúrgico: Martes XXVIII del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Lc 11,37-41): En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, un fariseo le rogó que fuera a comer con él; entrando, pues, se puso a la mesa. Pero el fariseo se quedó admirado viendo que había omitido las abluciones antes de comer. Pero el Señor le dijo: «¡Bien! Vosotros, los fariseos, purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis llenos de rapiña y maldad. ¡Insensatos! el que hizo el exterior, ¿no hizo también el interior? Dad más bien en limosna lo que tenéis, y así todas las cosas serán puras para vosotros».

Comentario: Rev. D. Pedro IGLESIAS Martínez (Rubí, Barcelona, España)

«Dad más bien en limosna lo que tenéis, y así todas las cosas serán puras para vosotros»

Hoy, el evangelista sitúa a Jesús en un banquete: «Un fariseo le rogó que fuera a comer con él» (Lc 11,37). ¡En buena hora tuvo tal ocurrencia! ¡Qué cara debió poner el anfitrión cuando el invitado se saltó la norma ritual de lavarse (que no era un precepto de la Ley, sino de la tradición de los antiguos rabinos) y además les censuró contundentemente a él y a su grupo social. El fariseo no acertó en el día, y el comportamiento de Jesús, como diríamos hoy, no fue “políticamente correcto”.

Los evangelios nos muestran que al Señor le importaba poco el “qué dirán” y lo “políticamente correcto”; por eso, pese a quien pese, ambas cosas no deben ser norma de actuación de quien se considere cristiano. Jesús condena claramente la actuación propia de la doble moral, la hipocresía que busca la conveniencia o el engaño: «Vosotros, los fariseos, purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis llenos de rapiña y maldad» (Lc 11,39). Como siempre, la Palabra de Dios nos interpela sobre usos y costumbres de nuestra vida cotidiana, en la que acabamos convirtiendo en “valores” patrañas que intentan disimular los pecados de soberbia, egoísmo y orgullo, en un intento de “globalizar” la moral en lo políticamente correcto, para no desentonar y no quedar marginados, sin que importe el precio a pagar, ni como ennegrezcamos nuestra alma, pues, a fin de cuentas, todo el mundo lo hace.

Decía san Basilio que «de nada debe huir el hombre prudente tanto como de vivir según la opinión de los demás». Si somos testigos de Cristo, hemos de saber que la verdad siempre es y será verdad, aunque lluevan chuzos. Esta es nuestra misión en medio de los hombres con quienes compartimos la vida, procurando mantenernos limpios según el modelo de hombre que Dios nos revela en Cristo. La limpieza del espíritu pasa por encima de las formas sociales y, si en algún momento nos surge la duda, recordemos que los limpios de corazón verán a Dios. Que cada uno elija el objetivo de su mirada para toda la eternidad.

lunes, 10 de octubre de 2011

el corte ingles ámbito cultural

EVANGELIO CORRESPONDIENTE AL LUNES XXVIII DEL TIEMPO ORDEINARIO

Contemplar el Evangelio de hoy

Día litúrgico: Lunes XXVIII del tiempo ordinario
Texto del Evangelio (Lc 11,29-32): En aquel tiempo, habiéndose reunido la gente alrededor de Jesús, Él comenzó a decir: «Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás. Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás».

Comentario: P. Raimondo M. SORGIA Mannai OP (San Domenico di Fiesole, Florencia, Italia)

«Esta generación es una generación malvada; pide una señal»

Hoy, la voz dulce —pero severa— de Cristo pone en guardia a los que están convencidos de tener ya el “billete” para el Paraíso solamente porque dicen: «¡Jesús, qué bello que eres!». Cristo ha pagado el precio de nuestra salvación sin excluir a nadie, pero hay que observar unas condiciones básicas. Y, entre otras, está la de no pretender que Cristo lo haga todo y nosotros nada. Esto sería no solamente necedad, sino malvada soberbia. Por esto, el Señor hoy usa la palabra “malvada”: «Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás» (Lc 11,29). Le da el nombre de “malvada” porque pone la condición de ver antes milagros espectaculares para dar después su eventual y condescendiente adhesión.

Ni ante sus paisanos de Nazaret accedió, porque —¡exigentes!— pretendían que Jesús signara su misión de profeta y Mesías mediante maravillosos prodigios, que ellos querrían saborear como espectadores sentados desde la butaca de un cine. Pero eso no puede ser: el Señor ofrece la salvación, pero sólo a aquel que se sujeta a Él mediante una obediencia que nace de la fe, que espera y calla. Dios pretende esa fe antecedente (que en nuestro interior Él mismo ha puesto como una semilla de gracia).

Un testigo en contra de los creyentes que mantienen una caricatura de la fe será la reina del Mediodía, que se desplazó desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y resulta que «aquí hay algo más que Salomón» (Lc 11,31). Dice un proverbio que «no hay peor sordo que quien no quiere oír». Cristo, condenado a muerte, resucitará a los tres días: a quien le reconozca, le propone la salvación, mientras que para los otros —regresando como Juez— no quedará ya nada qué hacer, sino oír la condenación por obstinada incredulidad. Aceptémosle con fe y amor adelantados. Le reconoceremos y nos reconocerá como suyos. Decía el Siervo de Dios Don Alberione: «Dios no gasta la luz: enciende las lamparillas en la medida en que hagan falta, pero siempre en tiempo oportuno».

domingo, 9 de octubre de 2011

EVANGELIO DEL DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO

Contemplar el Evangelio de hoy

Día litúrgico: Domingo XXVIII (A) del tiempo ordinario
Texto del Evangelio (Mt 22,1-14): En aquel tiempo, tomando Jesús de nuevo la palabra les habló en parábolas, diciendo: «El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró el banquete de bodas de su hijo. Envió sus siervos a llamar a los invitados a la boda, pero no quisieron venir. Envió todavía otros siervos, con este encargo: Decid a los invitados: ‘Mirad, mi banquete está preparado, se han matado ya mis novillos y animales cebados, y todo está a punto; venid a la boda’.

»Pero ellos, sin hacer caso, se fueron el uno a su campo, el otro a su negocio; y los demás agarraron a los siervos, los escarnecieron y los mataron. Se airó el rey y, enviando sus tropas, dio muerte a aquellos homicidas y prendió fuego a su ciudad.

»Entonces dice a sus siervos: ‘La boda está preparada, pero los invitados no eran dignos. Id, pues, a los cruces de los caminos y, a cuantos encontréis, invitadlos a la boda’. Los siervos salieron a los caminos, reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala de bodas se llenó de comensales.

»Entró el rey a ver a los comensales, y al notar que había allí uno que no tenía traje de boda, le dice: ‘Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de boda?’. Él se quedó callado. Entonces el rey dijo a los sirvientes: ‘Atadle de pies y manos, y echadle a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes’. Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos».

Comentario: P. Julio César RAMOS González SDB (Salta, Argentina)

«Id a los cruces de los caminos y, a cuantos encontréis, invitadlos a la boda»

Hoy, Jesús nos muestra al rey (el Padre), invitando —por medio de sus “siervos” (los profetas), al banquete de la alianza de su Hijo con la humanidad (la salvación). Primero lo hizo con Israel, «pero no quisieron venir» (Mt 22,3). Ante la negativa, no deja el Padre de insistir: «Mirad mi banquete está preparado, (...) y todo está a punto; venid a la boda» (v. 4). Pero ese desaire, de escarnio y muerte de los siervos, suscita el envío de tropas, la muerte de aquellos homicidas y la quema de “su” ciudad (cf. Mt 22,6-7): Jerusalén.

Así es que, por otros “siervos” (apóstoles) —enviados a ir por «los cruces de los caminos» (Mt 22,9): «Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas...», dirá más tarde el Señor Jesús en Mt 28,19— fuimos invitados nosotros, el resto de la humanidad, es decir, «todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala de bodas se llenó de comensales» (Mt 22,10): la Iglesia. Aún así, la cuestión, no es sólo estar en la sala de bodas por la invitación, sino que, tiene que ver también y mucho, con la dignidad con la que se está («traje de boda», cf. v. 12). San Jerónimo comentó al respecto: «Los vestidos de fiesta son los preceptos del Señor y las obras cumplidas según la Ley y el Evangelio que son las vestiduras del hombre nuevo». Es decir, las obras de la caridad con las que se debe acompañar a la fe.

Conocemos que Madre Teresa, todas las noches, salía a las calles de Calcuta a recoger moribundos para darles, con amor, un buen morir: limpios, bien arropados y, si era posible, bautizados. Cierta vez comentó: «No tengo miedo de morir, porque cuando esté delante del Padre, habrá tantos pobres que le entregué con el traje de bodas que sabrán defenderme». ¡Bienaventurada ella! —Aprendamos la lección nosotros.
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sábado, 8 de octubre de 2011

EVANGELIO DE HOY ES EL SÁBADO XXVII DEL TIEMPO ORDINARIO

Contemplar el Evangelio de hoy

Día litúrgico: Sábado XXVII del tiempo ordinario
Texto del Evangelio (Lc 11,27-28): En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, sucedió que una mujer de entre la gente alzó la voz, y dijo: «¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!». Pero Él dijo: «Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan».

Comentario: Rev. D. Jaume AYMAR i Ragolta (Badalona, Barcelona, España)

«¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!»

Hoy escuchamos la mejor de las alabanzas que Jesús podía hacer a su propia Madre: «Dichosos (...) los que oyen la Palabra de Dios y la guardan» (Lc 11,28). Con esta respuesta, Jesucristo no rechaza el apasionado elogio que aquella mujer sencilla dedicaba a su Madre, sino que lo acepta y va más allá, explicando que María Santísima es bienaventurada —¡sobre todo!— por el hecho de haber sido buena y fiel en el cumplimiento de la Palabra de Dios.

A veces me preguntan si los cristianos creemos en la predestinación, como creen otras religiones. ¡No!: los cristianos creemos que Dios nos tiene reservado un destino de felicidad. Dios quiere que seamos felices, afortunados, bienaventurados. Fijémonos cómo esta palabra se va repitiendo en las enseñanzas de Jesús: «Bienaventurados, bienaventurados, bienaventurados...». «Bienaventurados los pobres, los compasivos, los que tienen hambre y sed de justicia, los que creerán sin haber visto» (cf. Mt 5,3-12; Jn 20,29). Dios quiere nuestra felicidad, una felicidad que comienza ya en este mundo, aunque los caminos para llegar no sean ni la riqueza, ni el poder, ni el éxito fácil, ni la fama, sino el amor pobre y humilde de quien todo lo espera. ¡La alegría de creer! Aquella de la cual hablaba el converso Jacques Maritain.

Se trata de una felicidad que es todavía mayor que la alegría de vivir, porque creemos en una vida sin fin, eterna. María, la Madre de Jesús, no es solamente afortunada por haberlo traído al mundo, por haberlo amamantado y criado —como intuía aquella espontánea mujer del pueblo— sino, sobre todo, por haber sido oyente de la Palabra y por haberla puesto en práctica: por haber amado y por haberse dejado amar por su Hijo Jesús. Como escribía el poeta: «Poder decir “madre” y oírse decir “hijo mío” / es la suerte que nos envidiaba Dios». Que María, Madre del Amor Hermoso, ruegue por nosotros.


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