las dos columnas fundamentales del sacerdote

“LAS DOS COLUMNAS FUNDAMENTALES DEL SERVICIO

SACERDOTAL” según SS Benedicto XVI, estas dos columnas son “el anuncio del

Evangelio y la Administración de los Sacramentos, por esa razón pide a todas las diócesis, parroquias, comunidades religiosas (en especial a las monásticas), asociaciones y a los movimientos pastorales presentes en el mundo entero que convoquen iniciativas de oración, y, en particular, de adoración eucarística, por la santificación del clero y por las vocaciones sacerdotales.

Así que, ¡amigos, tenemos una gran tarea ¡orar mucho!, porque de otra forma seremos los responsables si por nuestra comodidad y falta de espíritu de oración no surgen nuevas vocaciones.

La escasez numérica de vocaciones no nos debe desanimar y mucho menos a los actuales sacerdotes, de heccho al contrario, nos tiene que empujar a multiplicar los ratos de oración y escucha de la Palabra, y por parte de los sacerdotes cuidar mejor y mas intensamente la dirección espiritual y el sacramento de la confesión para que la voz de Dios pueda ser escuchada por muchos jóvenes y sigan la llamada a la vocación sacerdotal.

Después del concilio vaticano II se dio la impresión, que la “misión de los sacerdotes” fuera más urgente “construir en primer lugar una sociedad distinta” que el anuncio de la Palabra y la administración de los Sacramentos.

Dice Benedicto XVI: “¿Quién es el sacerdote sino un hombre convertido y renovado por el Espíritu, que vive de la relación personal con Cristo, haciendo, constantemente propios los criterios evangélicos?

¡Amigos!, repito, tenemos que hacer mucha oración para que Dios nos oiga y pronto podamos ver en nuestra Diócesis verdaderos Sacerdotes Santos, entregados a su verdadera misión y que surjan nuevas vocaciones atraídos por el ejemplo de nuestros sacerdotes.

Todo aquel que no haya leído la vida de “el Santo Cura de Ars”, les animo a leerla para conocer la misión de un sacerdote unido plenamente a Dios.


¡Amigos! Nuestra tarea: orar mucho, de nosotros depende el futuro de nuestra iglesia

Hasta el próximo escrito¡si Dios Quiere!












¡amigos!

Nuestra tarea: oración, oración, oración, de nosotros depende el futuro de nuestra iglesia.