jueves, 30 de junio de 2011

EVANGELIO DE HOY, FESTIVIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Contemplar el Evangelio de hoy

Día litúrgico: Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús(A)
Texto del Evangelio (Mt 11,25-30): En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.

»Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera».

Comentario: Rev. D. Antoni DEULOFEU i González (Barcelona, España)

«Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso»

Hoy, cuando nos encontremos cansados por el quehacer de cada día —porque todos tenemos cargas pesadas y a veces difíciles de soportar— pensemos en estas palabras de Jesús: «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso» (Mt 11,28). Reposemos en Él, que es el único que nos puede descansar de todo lo que nos preocupa, y así encontrar la paz y todo el amor que no siempre nos da el mundo.

El descanso auténticamente humano necesita una dosis de “contemplación”. Si elevamos los ojos al cielo y rogamos con el corazón, y somos sencillos, seguro que encontraremos y veremos a Dios, porque allí está («Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo»: Mt 11,25). Pero no sólo está allí, encontrémosle también en el “suave yugo” de las pequeñas cosas de cada día: veámoslo en la sonrisa de aquel niño pequeño lleno de inocencia, en la mirada agradecida de aquel enfermo que hemos visitado, en los ojos de aquel pobre que nos pide nuestra ayuda, nuestra bondad…

Reposemos todo nuestro ser, y confiémonos plenamente a Dios que es nuestra única salvación y salvación del mundo. Tal como lo recomendaba Juan Pablo II, para reposar verdaderamente, nos es necesario dirigir «una mirada llena de gozosa complacencia al trabajo bien hecho: una mirada “contemplativa”, que ya no aspira a nuevas obras, sino más bien a gozar de la belleza de lo que se ha realizado» en la presencia de Dios. A Él, además, hay que dirigirle una acción de gracias: todo nos viene del Altísimo y, sin Él, nada podríamos hacer.

Precisamente, uno de los grandes peligros actuales es que «el nuestro es un tiempo de continuo movimiento, que frecuentemente desemboca en el activismo, con el fácil riesgo del “hacer por hacer”. Hemos de resistir esta tentación buscando “ser” antes que “hacer” (Juan Pablo II). Porque, en realidad, como nos dice Jesús, sólo hay una cosa necesaria (cf. Lc 10,42): «Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí (…) y hallaréis descanso para vuestras almas» (Mt 11,29).


MI REFLEXIÓN PARA HOY

HOY DÍA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS,DÍA GRANDE, NO OLVIDEMOS QUE ESPAÑA ESTA CONSAGRADA AL DIVINO CORAZÓN DE JESUS, POR TANTO HOY COMO DÍA ESPECIAL ME ATREVO A PREGUNTARME Y, SI TE SIRVE, A TÍ AMIGO LECTOR,¿QUE SIGNIFICA EN MI VIDA EL SAGRADO CORAZÓN DE JESUS? PARA SI RESPONDEMOS LO ES TODO JUNTOS DAR GRACIAS A DIOS POR EL INMENSO BENEFICIO QUE CONSTANTEMENTE NOS ESTÁ DANDO

¿QUE SIGNIFICADO TIENE PARA MIVENIDA A MI TODOS LOS QUE ESTÁIS FATIGADOS Y SOBRECARGADOS, Y YO OS DARÉ DESCANSO

MEDITEMOS DURANTE ESTE DÍA Y HAGAMOS EL COMPROMISO DE ACERCARNOS Y VIVIR PLENAMENTE EL MENSAJE QUE HOY NOS DA EL SAGRADO CORAZÓN DE JESUS.

SU CARGA ES LIGERA, PERO, NOSOTROS CON NUESTRAS COMPLICACIONES LA HACEMOS ANTIPÁTICA Y PESADA ¿A QUE NOS VAMOS A COMPROMETER HOY, DÍA ESPECIAL DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESUS Y PRIMER VIERNES DE MES CONSAGRADO A ÉL?

EVANGELIO CORRESPONDIENTE

Contemplar el Evangelio de hoy

Día litúrgico: Jueves XIII del tiempo ordinario
Escuchar audio
Texto del Evangelio (Mt 9,1-8): En aquel tiempo, subiendo a la barca, Jesús pasó a la otra orilla y vino a su ciudad. En esto le trajeron un paralítico postrado en una camilla. Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: «¡Animo!, hijo, tus pecados te son perdonados». Pero he aquí que algunos escribas dijeron para sí: «Éste está blasfemando». Jesús, conociendo sus pensamientos, dijo: «¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: ‘Tus pecados te son perdonados’, o decir: ‘Levántate y anda’? Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados —dice entonces al paralítico—: ‘Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa’». Él se levantó y se fue a su casa. Y al ver esto, la gente temió y glorificó a Dios, que había dado tal poder a los hombres.

Comentario: Rev. D. Francesc NICOLAU i Pous (Barcelona, España)

«Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa»

Hoy encontramos una de las muchas manifestaciones evangélicas de la bondad misericordiosa del Señor. Todas ellas nos muestran aspectos ricos en detalles. La compasión de Jesús misericordiosamente ejercida va desde la resurrección de un muerto o la curación de la lepra, hasta perdonar a una mujer pecadora pública, pasando por muchas otras curaciones de enfermedades y la aceptación de pecadores arrepentidos. Esto último lo expresa también en parábolas, como la de la oveja descarriada, la didracma perdida y el hijo pródigo.

El Evangelio de hoy es una muestra de la misericordia del Salvador en dos aspectos al mismo tiempo: ante la enfermedad del cuerpo y ante la del alma. Y puesto que el alma es más importante, Jesús comienza por ella. Sabe que el enfermo está arrepentido de sus culpas, ve su fe y la de quienes le llevan, y dice: «¡Animo!, hijo, tus pecados te son perdonados» (Mt 9,2).

¿Por qué comienza por ahí sin que se lo pidan? Está claro que lee sus pensamientos y sabe que es precisamente esto lo que más agradecerá aquel paralítico, que, probablemente, al verse ante la santidad de Jesucristo, experimentaría confusión y vergüenza por las propias culpas, con un cierto temor a que fueran impedimento para la concesión de la salud. El Señor quiere tranquilizarlo. No le importa que los maestros de la Ley murmuren en sus corazones. Más aun, forma parte de su mensaje mostrar que ha venido a ejercer la misericordia con los pecadores, y ahora lo quiere proclamar.

Y es que quienes, cegados por el orgullo se tienen por justos, no aceptan la llamada de Jesús; en cambio, le acogen los que sinceramente se consideran pecadores. Ante ellos Dios se abaja perdonándolos. Como dice san Agustín, «es una gran miseria el hombre orgulloso, pero más grande es la misericordia de Dios humilde». Y en este caso, la misericordia divina todavía va más allá: como complemento del perdón le devuelve la salud: «Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa» (Mt 9,6). Jesús quiere que el gozo del pecador convertido sea completo.

Nuestra confianza en Él se ha de afianzar. Pero sintámonos pecadores a fin de no cerrarnos a la gracia.

miércoles, 29 de junio de 2011

RELIGIÓN EN LIBERTAD, EL SANTO PADRE CUMPLE HOY 60(SESENTA) AÑOS DE SU ORDENACIÓN SACERDOTAL

En la solemnidad de San Pedro y San Pablo

El Papa celebra hoy los 60 años del «momento más importante» de su vida: su ordenación sacerdotal

El diario vaticano recuerda un extracto de un libro del entonces cardenal Ratzinger en el que ta con emoción aquel día.

Hoy miércoles 29 de junio, Solemnidad de San Pedro y San Pablo, el Papa Benedicto XVI celebra 60 años de haber sido ordenado sacerdote en la Catedral de Freising (Alemania) a la edad de 24 años. Para él ese día fue "el momento más importante de mi vida".

El diario vaticano L’Osservatore Romano recuerda en su edición de este 29 de junio un extracto del libro del entonces cardenal Ratzinger publicado en 1997: "De mi vida: Recuerdos 1927-1977" en el que relató con simplicidad y emoción el día de su ordenación sacerdotal:

"Al menos los últimos dos meses –escribe Joseph Ratzinger– pude dedicarme enteramente a prepararme para el gran paso: la ordenación sacerdotal, que recibimos en la Catedral de Freising de manos del Cardenal Faulhaber, en la fiesta de San Pedro y San Pablo de 1951.

Éramos más de 40 candidatos, cuando fuimos llamados respondimos Adsum, ‘aquí estoy’. Era un espléndido día de verano, que es inolvidable, como el momento más importante de mi vida.

No se debe ser supersticioso, pero en el momento en el que el anciano Arzobispo impuso sus manos sobre mí, un pajarillo –tal vez una alondra– se elevó del altar mayor de la catedral y entonó un pequeño canto alegre, que fue para mí como si una voz de lo alto me dijera: está bien así, estás en el camino justo.

Siguieron luego cuatro semanas de verano, que fueron como una única gran fiesta. El día de la primera Misa (el 8 de julio en Traunstein) nuestra iglesia parroquial de San Osvaldo estaba iluminada en todo su esplendor, y la alegría que la llenaba casi palpablemente involucró a todos en la acción sagrada, en la forma vivísima de una ‘participación activa’ que no necesitaba de una particular operatividad exterior.

Éramos invitados a llevar a todas las casas las bendiciones de la primera Misa y fuimos acogidos en todo lugar, incluso por personas completamente desconocidas, con una cordialidad, que hasta a aquel momento ni siquiera hubiera imaginado.

Experimenté así muy directamente las grandes expectativas que los hombres tienen de los sacerdotes, cuánto esperan su bendición, que deriva de la fuerza del sacramento. No se trataba de mi persona o de la de mi hermano: ¿qué habría podido significar para sí mismos dos jóvenes como nosotros para tanta gente con la que nos encontrábamos?

Ellos veían en nosotros personas a las que Cristo les había confiado una tarea, para llevar su presencia entre los hombres. Seguro que porque al centro de todo no estábamos nosotros, nacían rápidamente relaciones amigables".

El encargado de conferir las órdenes sagradas al futuro Papa el 29 de junio de 1951 fue el Cardenal Michael von Faulhaber, biblista y especialista en patrística, Arzobispo de Munich y Freising (Alemania) y uno de los más valientes críticos del régimen nazi.

La Congregación para el Clero ha exhortado a todos los católicos del mundo, especialmente a los sacerdotes, a dedicar 60 horas de adoración eucarística para rezar por el Papa, una hora por cada año de sacerdocio que celebra este 29 de junio.

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HOY 29 DE JUNIO, FESTIVIDAD DE LOS SANTOS PEDRO Y PABLO APÓSTOLES

Contemplar el Evangelio de hoy

Día litúrgico: 29 de Junio: San Pedro y san Pablo, apóstoles
Texto del Evangelio (Mt 16,13-19): En aquel tiempo, llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?». Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas». Díceles Él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?». Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo». Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».

Comentario: Mons. Pere TENA i Garriga Obispo Auxiliar Emérito de Barcelona (Barcelona, España)

«Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo»

Hoy es un día consagrado por el martirio de los apóstoles san Pedro y san Pablo. «Pedro, primer predicador de la fe; Pablo, maestro esclarecido de la verdad» (Prefacio). Hoy es un día para agradecer la fe apostólica, que es también la nuestra, proclamada por estas dos columnas con su predicación. Es la fe que vence al mundo, porque cree y anuncia que Jesús es el Hijo de Dios: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo» (Mt 16,16). Las otras fiestas de los apóstoles san Pedro y san Pablo miran a otros aspectos, pero hoy contemplamos aquello que permite nombrarlos como «primeros predicadores del Evangelio» (Colecta): con su martirio confirmaron su testimonio.

Su fe, y la fuerza para el martirio, no les vino de su capacidad humana. No fue ningún hombre de carne y sangre quien enseñó a Pedro quién era Jesús, sino la revelación del Padre de los cielos (cf. Mt 16,17). Igualmente, el reconocimiento “de aquel que él perseguía” como Jesús el Señor fue claramente, para Saulo, obra de la gracia de Dios. En ambos casos, la libertad humana que pide el acto de fe se apoya en la acción del Espíritu.

La fe de los apóstoles es la fe de la Iglesia, una, santa, católica y apostólica. Desde la confesión de Pedro en Cesarea de Filipo, «cada día, en la Iglesia, Pedro continúa diciendo: ‘Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo!’» (San León Magno). Desde entonces hasta nuestros días, una multitud de cristianos de todas las épocas, edades, culturas, y de cualquier otra cosa que pueda establecer diferencias entre los hombres, ha proclamado unánimemente la misma fe victoriosa.

Por el bautismo y la confirmación estamos puestos en el camino del testimonio, esto es, del martirio. Es necesario que estemos atentos al “laboratorio de la fe” que el Espíritu realiza en nosotros (Juan Pablo II), y que pidamos con humildad poder experimentar la alegría de la fe de la Iglesia


MI REFLEXIÓN PARA ESTE DÍA


SI HOY CRISTO NOS HICIERA LA MISMA PREGUNTA QUE A LOS APÓSTOLES ¿QUE RESPONDERÍAMOS?

COMO PEDRO CONTESTARÍAMOS TU ERES EL CRISTO, HIJO DE DIOS VIVO, ¿SE ASEMEJA NUESTRO COMPORTAMIENTO A ALGUIEN CONVENCIDO QUE CRISTO ES EL HIJO DE DIOS VIVO? HOY ES EL ANIVERSARIO DE LA PROMESA DE LA FUNDACIÓN DE NUESTRA IGLESIA CATÓLICA TU ERES PEDRO, Y SOBRE ESTA PIEDRA EDIFICARÉ MI IGLESIA¿ESTAMOS DISPUESTOS A COMO ESTOS MAGNOS PREDICADORES DE NUESTRA FE A DAR NUESTRA VIDA POR PREDICARLA Y VIVIRLA AL IGUAL QUE PEDRO Y PABLO?

HOY NO PUEDO TERMINAR SIN FELICITAR A NUESTRO SANTO PADRE BENEDICTO XVI COMO SUCESOR DE PEDRO HOY DE FORMA ESPECIAL RECEMOS POR NUESTRO PAPA BENEDICTO PARA QUE CON ESA MANO FIRME Y SEGURA LLENA DE AMOR HACIA NOSOTROS EXTIENDA CON NUESTRA AYUDA LA FE DE JESUCRISTO.

AMIGOS ¿ESTAMOS DISPUESTOS A DAR LA VIDA A IMITACIÓN DE PEDRO Y PABLO POR LA PREDICACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS?

martes, 28 de junio de 2011

EVANGELIO DEL MARTES XIII DEL TIEMPO ORDINARIO

Contemplar el Evangelio de hoy
Día litúrgico: Martes XIII del tiempo ordinario
Texto del Evangelio (Mt 8,23-27): En aquel tiempo, Jesús subió a la barca y sus discípulos le siguieron. De pronto se levantó en el mar una tempestad tan grande que la barca quedaba tapada por las olas; pero Él estaba dormido. Acercándose ellos le despertaron diciendo: «¡Señor, sálvanos, que perecemos!». Díceles: «¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?». Entonces se levantó, increpó a los vientos y al mar, y sobrevino una gran bonanza. Y aquellos hombres, maravillados, decían: «¿Quién es éste, que hasta los vientos y el mar le obedecen?».
Comentario: Fray Lluc TORCAL Monje del Monasterio de Sta. Mª de Poblet (Santa Maria de Poblet, Tarragona, España)
«Entonces se levantó, increpó a los vientos y al mar, y sobrevino una gran bonanza»
Hoy, Martes XIII del tiempo ordinario, la liturgia nos ofrece uno de los fragmentos más impresionantes de la vida pública del Señor. La escena presenta una gran vivacidad, contrastando radicalmente la actitud de los discípulos y la de Jesús. Podemos imaginarnos la agitación que reinó sobre la barca cuando «de pronto se levantó en el mar una tempestad tan grande que la barca quedaba tapada por las olas» (Mt 8,24), pero una agitación que no fue suficiente para despertar a Jesús, que dormía. ¡Tuvieron que ser los discípulos quienes en su desesperación despertaran al Maestro!: «¡Señor, sálvanos, que perecemos!» (Mt 8,25).

El evangelista se sirve de todo este dramatismo para revelarnos el auténtico ser de Jesús. La tormenta no había perdido su furia y los discípulos continuaban llenos de agitación cuando el Señor, simplemente y tranquilamente, «se levantó, increpó a los vientos y al mar, y sobrevino una gran bonanza» (Mt 8,26). De la Palabra increpatoria de Jesús siguió la calma, calma que no iba destinada sólo a realizarse en el agua agitada del cielo y del mar: la Palabra de Jesús se dirigía sobre todo a calmar los corazones temerosos de sus discípulos. «¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?» (Mt 8,26).

Los discípulos pasaron de la turbación y del miedo a la admiración propia de aquel que acaba de asistir a algo impensable hasta entonces. La sorpresa, la admiración, la maravilla de un cambio tan drástico en la situación que vivían despertó en ellos una pregunta central: «¿Quién es éste, que hasta los vientos y el mar le obedecen?» (Mt 8,27). ¿Quién es el que puede calmar las tormentas del cielo y de la tierra y, a la vez, las de los corazones de los hombres? Sólo quien «durmiendo como hombre en la barca, puede dar órdenes a los vientos y al mar como Dios» (Nicetas de Remesiana).

Cuando pensamos que la tierra se nos hunde, no olvidemos que nuestro Salvador es Dios mismo hecho hombre, el cual se nos acerca por la fe.

MI REFLEXIÓN>/U>:



¡AMIGOS! ¿Qué NOS PARECE ESTA TORMENTA? Y ¿LA ACTITUD DE LOS APÓSTOLES? ¿DE VERDAD NO SE PARECE A NOSOTROS MISMOS? ¿JESÚS REPRENDE A LOS DISCÍPULOS POR LA POCA FE, ELLOS SABÍAN QUE JESÚS ESTABA ALLÍ Y SIN EMBARGO SE ASUSTAN, PIERDEN EL CONTROL Y DESESPERADAMENTE SE ACERCAN A JESÚS DICIENDO ¡¡SÁLVANOS QUE PERECEMOS!!

CUANTAS VECES EN NUESTRO INTERIOR NOTAMOS UNA CIERTA TORMENTA QUE NO NOS DEJA PENSAR NI ACTUAR, SÓLO NOS PARECE QUE DIOS SE HA APARTADO DE NOSOTROS Y EN VEZ DE DAR GRACIAS A DIOS POR ESA TORMENTA QUE SENTIMOS EN NUESTRO INTERIOR, LO QUE HACEMOS ES QUEJARNOS PENSANDO QUE JESÚS SE HA ENVIADO DE NOSOTROS, ¡SOMOS HOMBRES DE TAN POCA FE! ¡AAAA, SI TUVIÉRAMOS CONFIANZA EN DIOS DIRÍAMOS ¡SEÑOR EN TI CONFÍO, VEN EN MI AYUDA QUE SIN TI NADA SOY Y NADA PUEDO!

EN EL DÍA DE HOY Y MEDITANDO ESTE EVANGELIO, DEBEMOS HACER UN EJERCICIO DE AMOR A DIOS Y DE CONFIANZA EN EL MISMO, PENSANDO QUE NUNCA NOS DEJAN SOLO Y ABANDONADOS,. ANTES AL CONTRARIO DEBEMOS EN ESTOS MOMENTOS TENER INMENSA CONFIANZA EN TI, TENIENDO EN CUENTA QUE TU NO ESTAS NUNCA DORMIDO SINO QUE ESTAS PENDIENTE A CADA UNO DE NOSOTROS.

TERMINEMOS LA REFLEXIÓN DICIENDO :

¡SEÑOR JESÚS, DEBIDO A LA DEBILIDAD DE NUESTRA FE Y DE LAS FUERZAS DE NUESTRO CUERPO, NO NOS ABANDONES Y QUÉDATE CON NOSOTROS, COMO EL DIOS DEL AMOR, DISPUESTO SIEMPRE A SALIR A EN NUESTRA AYUDA! A M E N, ASÍ SEA POR LOS SIGLOS AMÉN.

lunes, 27 de junio de 2011

COMENTARIO AL LIBRO "CARTA A LOS JÓVENES DEL OBISPO DE SOLSONA, XAVIER NOVELL I GOMÁ

MI COMENTARIO AL LIBRO “CARTA A LOS JÓVENES

AMIGOS LECTORES, ANOCHE TERMINÉ DE LEER EL LIBRO CARTA A LOS JÓVENES DE XAVIER NOVELL I GOMÁ, OBISPO DE SOLSONA, ¡DE VERDAD! ME HA PARECIDO UN LIBRO SENCILLO PERO DE GRAN PROFUNDIDAD, LOS TEMAS QUE TRATA SON DE UN CONTENIDO EXTRAORDINARIO.

CON LA SENCILLEZ QUE TRATA LOS TEMAS, RESULTA SER UN LIBRO QUE EN PRINCIPIO LO LEES DE UN TIRÓN.

NOS DICE VERDADES COMO PUÑOS Y LO HACE CON GRAN SENCILLEZ Y NATURALIDAD

IMPRESIONA LA PROFUNDIDAD DE CÓMO CONOCE A LA JUVENTUD SOBRE TODO, VIVE LOS RELATOS EXPUESTOS, HACE COMENTARIOS QUE NO LOS PODEMOS OBVIAR PORQUE NOS DA PIE PARA NUESTRA LABOR EN LA CONSECUCIÓN DEL “ENCUENTRO CON JESÚS”

¡QUIÉN TUVIERA INFORMACIÓN VIVENCIAL! DESDE LUEGO HACEN FALTA HOMBRES COMO EL SEÑOR OBISPO DE SALSONA, SEGURO QUE ESTE CAUDAL TRANSMITIDO ES UNA MARAVILLA, YO EL LIBRO LO COMPRÉ EL SÁBADO 25 DE JUNIO Y LO TERMINÉ DE LEER AYER DOMINGO A LAS DIEZ DE LA NOCHE.

QUIERO SIGNIFICAR QUE HA SIDO MI PRIMERA LECTURA PARA PODER DAR UN JUICIO DE SU CONTENIDO DANDO LA POSIBILIDAD DE SUBRAYAR PÁRRAFOS ENTEROS PARA MEDITAR Y COMENTAR.

DE HECHO HOY MISMO YA LO HE RECOMENDADO A UN AMIGO QUE TIENE UN HIJO DE 29 AÑOS Y SEGURO QUE LE VA A HACER MUCHO BIEN POR LOS COMENTARIOS QUE ME HIZO SOBRE EL HIJO..

RUEGO A ESTE SEÑOR OBISPO DE SOLSONA QUE NO PIERDA LA COSTUMBRE DE REGALARNOS PERLAS COMO ESTE LIBRO, SOBRE TODO POR LO QUE ENSEÑA NO SOLO A LOS JÓVENES SINO TAMBIÉN A LOS QUE SOMOS ABUELOS DE LA ÉPOCA DE LOS CUARENTA, PADRE DE LOS HIJOS DE FINALES DEL SESENTA Y SETENTA,¡QUE PENA NO HABERLO EN MI ÉPOCA1, SEGURO, MAS DE UN ERROR NO HUBIÉRAMOS COMETIDO A PESAR PRACTICANTE TODA MI VIDA.¡OJALÁ MIS NIETOS O MIS HIJOS, LA MAYOR TIENE CUARENTA AÑOS Y EL MAS PEQUEÑO 35, LEAN ESTE LIBRO!

¡OJALÁ! LOS ASISTENTES A LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD, TENGAN LA DICHA DE LEERLO Y DE ESTA FORMA ESTÉN ATENTO AL ENCUENTRO CON JESÚS.

DESDE AQUÍ QUIERO PEDIR A LOS LECTORES QUE ADQUIERAN ESTE LIBRO LES AGRADARÁ SU LECTURA A LA PAR QUE OBTENDRÁN UN CAUDAL DE IDEAS PARA PONERLAS EN PRÁCTICA, PORQUE AUNQUE SE DIRIGE A LOS JÓVENES, PODEMOS LEER LOS NO TAN JÓVENES, SEGURO NOS PRODUCIRÁ UN CAUDAL DE ENSEÑANZA, AL MISMO TIEMPO QUE HARÁN DE NOSOTROS, SIEMPRE QUE ESTEMOS, COMO DICE EL HIMNO DE LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD

Firmes en la fe,
caminamos en Cristo nuestro amigo, nuestro Señor.

¡Gloria siempre a Él!
Caminamos en Cristo, firmes en la fe.

Tu sangre nos renueva y nos embriaga,
Tus pies nos encaminan a la vida,
Tus penas son el precio de mi alma,
Bautismo de mi carne en ti salvada,
Encima de tu piedra edificada,
Bebiendo de tu savia ensangrentada,

¡OH! Cristo nuestro Amigo, nuestro Señor,
¡Haznos firmes en Ti!


PERO ESTE HIMNO NO ES SOLO PARA CANTARLO O RECITARLO, LLEGA MUCHO MÁS, ES DECIR HEMOS DE VIVIRLO Y AHÍ ESTÁ EL SECRETO DEL ÉXITO.

SI TENEMOS AMIGOS O FAMILIA QUE VAN A PARTICIPAR EN ESTA JORNADA NO OLVIDEMOS REZAR DESDE YA TODOS LOS DÍAS PARA QUE TENGAN EL ENCUENTRO CON JESÚS, Y, SI LO TIENEN A BIEN, RESPONDAN POSITIVAMENTE A LA LLAMADA, QUE SEGURO, JESÚS TE ESTÁ HACIENDO EN EL FONDO DE TU ALMA.

¡AMIGOS! NUESTRO GRANO DE ARENA ES LA DE PEDIR A DIOS PORQUE ESTA JORNADA MUNDIAL SEA VIVERO DE SACERDOCIOS QUE BASTANTE FALTA NOS ESTA HACIENDO.

FDO. BLAS GONZÁLEZ DELGADO

EL DIA MAS FELIZ DE NUESTRO SANTO PADRE BENEDICTO XVI

El día más feliz de Joseph Ratzinger
60 años de ordenación, redescubrimiento de la belleza del sacerdocio
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 26 de junio de 2011 (ZENIT.org).- El próximo 29 de junio Benedicto XVI recodará los sesenta años del “momento más importante de mi vida”, su ordenación sacerdotal, recibida en la catedral de Freising, cerca de Munich.
Recibió el sacramento, junto a su hermano mayor, Georg, de manos del cardenal Michael von Faulhaber, conocido como gran opositor al nazismo. “Adsum”, “Aquí estoy”, fueron las palabras que pronunció en latín, ante Dios y ante el pueblo el joven Joseph Ratzinger, a sus 24 años.
El próximo miércoles la Iglesia universal revivirá ese día, pero el papa no quiere que sea un momento de exaltación de su persona, mas bien espera que sirva para promover entre la Iglesia el agradecimiento a Dios por el don del sacerdocio y pedirle que suscite nuevas vocaciones.
De aquel espléndido día de verano, Joseph Ratzinger recuerda un detalle que para otros pasó desapercibido y que comparte en su libro “Mi vida” (Ed. Encuentro, 1997).
“No se debe ser supersticioso --escribe en esas memorias--, pero en el momento que el anciano arzobispo impuso sus manos sobre las mías, un pajarillo --tal vez una alondra-- se elevó del altar mayor de la catedral y entonó un breve canto gozoso; para mí fue como si una voz de lo alto me dijese: va bien así, estás en el camino justo”.
Fue en esos días cuando Joseph Ratzinger descubrió lo que significa el sacerdote para la gente.
“El día de la primera Misa, fuimos acogidos en todas partes --también entre personas completamente desconocidas-- con una cordialidad que hasta aquel momento no me podría haber imaginado”, prosigue el papa en sus memorias.
“Experimenté así, muy directamente, cuán grandes esperanzas ponían los hombres en sus relaciones con el sacerdote, cuánto esperaban su bendición, que viene de la fuerza del Sacramento. No se trataba de mi persona ni la de mi hermano: ¿qué podrían significar, por sí mismos, dos hermanos como nosotros, para tanta gente que encontrábamos? Veían en nosotros a unas personas a las que Cristo había confiado una tarea para llevar su presencia entre los hombres; así, justamente porque no éramos nosotros quienes estábamos en el centro, nacían tan rápidamente relaciones de amistad”.
(Re)descubrimiento del sacerdocio
Este mismo (re)descubrimiento del sacerdocio, a nivel universal es el objetivo que se plantea Benedicto XVI al celebrar su aniversario del sacerdocio.
En este contexto, el prefecto de la Congregación vaticana para el Clero, el cardenal Mauro Piacenza, ha enviado una carta a los obispos del mundo para promover 60 horas de adoración eucarística por la santificación de los sacerdotes, por las nuevas vocaciones y por Benedicto XVI.

En el texto, firmado también por el secretario de la Congregación para el Clero, el arzobispo Celso Morga Iruzubieta, se explica que las horas de adoración eucarística dedicadas a esta intención pueden ser continuas o pueden distribuirse durante el mes de junio, y debe comprometer “de manera particular, a los sacerdotes”.

“El culmen de este recorrido de oración podría coincidir con la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús --Jornada de santificación sacerdotal--, el próximo viernes 1 de julio”, añade la carta.
Con esta iniciativa, la Iglesia pretende homenajear “al pontífice con una extraordinaria corona de oraciones y de unidad sobrenatural, capaz de mostrar el centro real de nuestra vida, de la que surge todo esfuerzo misionero y pastoral, así como el auténtico rostro de la Iglesia y sus sacerdotes”.

Por Jesús Colina
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sábado, 25 de junio de 2011

COMENTARIO A LA PALABRA DE DIOS DEL CORPUS CHRISTE 26-06-2011

Evangelio del domingo: Hambre de Dios, hambre de hermano
Por monseñor Jesús Sanz Montes, ofm,
OVIEDO, jueves 23 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Publicamos el comentario al Evangelio del domingo del Corpus Christi en muchos países (Juan 6, 51-59), que ha redactado monseñor Jesús Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo.
* * *
Volvemos a la procesión de la vida, por la que procesiona Dios frecuentando nuestras calles y plazas. Un Dios encarnado que se hace compañía de nuestra soledad, Pan de nuestras hambres y gesto vivo del amor que empieza en Dios, abraza al hermano, para volver a Dios. La fiesta del Corpus Christi pertenece a esa quintaesencia del Cristianismo como lo atestigua la historia de nuestro pueblo creyente, que de tantas formas ha recordado, honrado y agradecido el sacramento de la Presencia del Señor entre nosotros: la santísima Eucaristía. Hasta en los pueblos más humildes donde se celebra la procesión del Corpus, se engalanan balcones, se esparcen tomillos por las calles, porque el que viene es bendito, santo, Dios.

El evangelio de esta fiesta nos presenta el célebre discurso de Jesús sobre el Pan de Vida que tanto escandalizó a los jefes de Israel, y que dejará un tanto perplejos incluso a las personas que empezaban a seguir con creciente entusiasmo. Tanto será el asombro de sus discípulos que tendrá que preguntar a los Doce: “¿También vosotros queréis abandonarme?”, a lo que responderá Pedro espléndidamente aquello de “Señor, ¿a quién iremos?”.

Jesús se presenta como el pan bajado del cielo, pero con tal cualidad que a diferencia del maná que también bajó del cielo, el que Jesús ofrece no vale para quitar el hambre fugaz y momentánea, sino el hambre más honda: la del corazón. Jesús viene como el Pan definitivo que el Padre envía, para saciar el hambre más profunda y decisiva: el hambre de vivir y de ser feliz. La carne y la sangre de la que habla Jesús no es una invitación a una extraña antropofagia, sino un modo plástico de indicar que Él no es un fantasma, mas alguien vivo. Y su Persona viva es el Pan que el Padre da. Comer este Pan que sacia todas las hambres significa adherirse a Jesús, entrar en comunión de vida con Él, compartiendo su destino y su afán, ser discípulo, vivir con Él y seguirle.

Pero seguir a Jesús, nutrirse en Él, no significa desatender y abandonar a los demás. Torpe coartada sería ésa de no amar a los prójimos porque estamos “ocupados” en amar a Dios. Jamás los verdaderos cristianos y nunca los auténticos discípulos que han saciado las hambres de su corazón en el Pan de Jesús, se han desentendido de las otras hambres de sus hermanos los hombres. Comulgar a Jesús no es posible sin comulgar también a los hermanos. No son la misma comunión, pero son inseparables. Y esto lo ha entendido muy bien la Iglesia cuando al presentarnos hoy la fiesta del Corpus Christi en la cual adoramos a Jesús en la Eucaristía, nos presenta también a los pobres e indigentes, en el día de Cáritas. Difícil es comulgar a Jesús, ignorando la comunión con los hombres. Difícil es saciar el hambre de nuestro corazón en su Pan vivo, sin atender el hambre de los hermanos: tantas hambres en tantos hermanos.
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MI LOCUCIÓN EN COPE GRAN CANARIA 25-06-2011

LA NOTICIA DE LA SEMANA 25-06-11 COPE

BUENAS TARDES ALFREDO Y OYENTES DE COPE GRAN CANARIA, HOY ES EL ÚLTIMO PROGRAMA DE ESTE CURSO Y TAMBIÉN MI ÚLTIMO NOTICIARIO.

POR TANTO, HABLARÉ DE “LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD” A CELEBRAR EN MADRID CON LA PRESENCIA DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI, DEL 16 AL 21 DE AGOSTO, SÉ, QUE HAY MUCHOS JÓVENES DE NUESTRA DIÓCESIS QUE VAN A PARTICIPAR EN ESTA JORNADA MUNDIAL,

¡AMIGOS! MUCHÍSIMOS CANARIOS, NO VAMOS A IR A MADRID. PERO, ¿QUE PODEMOS HACER DESDE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA? DESDE YA, REZAR Y PARTICIPAR DIARIAMENTE EN LA EUCARISTÍA, PIDIENDO POR EL ÉXITO DE LA JORNADA PARA QUE EN NUESTRA DIÓCESIS REPERCUTA POSITIVAMENTE.

DESDE AQUÍ, PIDO, A TODOS, ORACIÓN Y PARTICIPACIÓN EN LA EUCARISTÍA Y A LOS ENFERMOS QUE RECEN Y OFREZCAN SUS DOLORES POR EL ÉXITO DE LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD.

SABEMOS QUE EN ESTA DIÓCESIS, ESTAMOS FALTOS DE VOCACIONES SACERDOTALES, POR TANTO, HACEN FALTA HOMBRES QUE OIGAN LA LLAMADA DE DIOS Y NO LE DEN LA ESPALDA, COMO, EL JOVEN RICO DEL EVANGELIO, A QUIEN CRISTO LE DICE VENDE TODO LO QUE POSEES Y SÍGUEME, Y ÉL DANDO MEDIA VUELTA, NO VUEVE MAS.

¡AMIGOS! SEAN OBEDIENTES Y GENEROSOS, NO DEN LA ESPALDA, POR FAVOR, PÍÉNSENLO EN SERIO Y DEN UN “SI” ROTUNDO, LA JORNADA ES UN MEDIO EXTRAORDINARIO, ASISTAN NO COMO MEROS ESPECTADORES, SINO CON ACTITUD DECIDIDA A SER RECEPTIVOS A LA LLAMADA DE DIOS.

¡CULTIVEN LA VOCACIÓN! ¡GRAN CANARIA, LES NECESITAN!, ASÍ, COMO NECESITA BUENOS PADRES DE FAMILIA, BUENOS EDUCADORES Y BUENOS PROFESIONALES

¡TAMBIÉN, NECESITA BUENOS Y SANTOS SACERDOTES!.

¿SERÁ LA JUVENTUD CANARIA CAPAZ DE DAR LA ESPALDA A DIOS?

¡DEMUESTREN, QUE, SON GENEROSOS Y HAGAN REALIDAD EL CONTENIDO DEL HIMNO DE LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD, QUE DICE :


Firmes en la fe,
caminamos en Cristo nuestro amigo, nuestro Señor.

¡Gloria siempre a Él!
Caminamos en Cristo, firmes en la fe.

Tu sangre nos renueva y nos embriaga,
Tus pies nos encaminan a la vida,
Tus penas son el precio de mi alma,
Bautismo de mi carne en ti salvada,
Encima de tu piedra edificada,
Bebiendo de tu savia ensangrentada,

¡OH! Cristo nuestro Amigo, nuestro Señor,
¡Haznos firmes en Ti!

¿SE DAN CUENTA LA LLAMADA QUE HACE DIOS POR MEDIO DE ESTE HIMNO?

LA OTRA NOTICIA:

GRAN CANARIA, ME ATREVO A DECIR, QUE ES Y HA SIDO TIERRA DE SANTOS

¡ESTOY SEGURO! LOS QUE TIENEN MI EDAD O POCO MAS O MENOS, RECUERDAN A GRANDES SACERDOTES, A GRANDES PADRES Y MADRES DE FAMILIA A JÓVENES QUE HAN DESTACADO POR EL AMOR A DIOS, NO DE BOQUILLA O DIENTES A FUERA SINO DANDO EJEMPLO DE VIDA AUTÉNTICA.

POR ELLO:

PIDO PERDÓN A LA CURIA Y EN ESPECIAL A NUESTRO SEÑOR OBISPO, MONSEÑOR DON FRANCISCO CASES, ESTE MES NO SÉ SI HE SENTIDO PENA O VERGÜENZA AL LEER NOTICIAS DE CANONIZACIONES O PROCESOS DE BEATIFICACIÓN A PERSONAS QUE HAN MUERTO DESPUÉS DEL AÑO 1973.

SIN EMBARGO LA FIGURA IRREPETIBLE DEL QUE FUERA NUESTRO SANTO OBISPO DURANTE 30 AÑOS, DOCTOR DON ANTONIO PILDAIN, DEFENSOR DE LA IGLESIA POR LA QUE DIO SU VIDA,

DEFENDIÓ Y LIBRÓ DE LA MUERTE A TANTAS PERSONAS CANARIAS A LAS QUE SE LLEVABAN PARA SER FUSILADAS O DESPEÑADAS, CON VALENTÍA, DABA LA CARA EN DEFENSA DE ESAS PERSONAS,

IGUALMENTE SE GASTÓ EN LA DEFENSA DE LOS POBRES Y DE LOS TRABAJADORES, ME ATREVO A DECIR QUE GRACIAS A LA FIGURA DE MONSEÑOR PILDAIN, CANARIAS AVANZÓ SOCIALMENTE EN LA PROTECCIÓN A LOS TRABAJADORES, SIN IR MAS LEJOS A LOS APARCEROS DEL SUR.
.
¡SEÑORES DE LA CURIA DIOCESANA! Y A SU REPRESENTANTE MÁXIMO, SEÑOR OBISPO MONSEÑOR FRANCISCO CASES, ¿SERÁN CAPACES DE SEGUIR SILENCIANDO Y SIN DEMOSTRAR QUE ES DE BIEN NACIDOS EL SER AGRADECIDOS?

DESDE AQUÍ, INSTO AL PUEBLO CANARIO A QUE ESCRIBAN A NUESTRO ACTUAL SEÑOR OBISPO, PARA QUE NO HAGA OÍDOS SORDOS, QUE, DE UNA VEZ ORDENE A QUIÉN CORRESPONDA REABRIR EL EXPEDIENTE DE BEATIFICACIÓN Y DIGO REABRIR Y NO ABRIR PORQUE

EN LOS PRIMEROS AÑOS DE SU MUERTE, SE ANUNCIÓ LA APERTURA DEL PROCESO Y HUBO GRAN ACOGIDA, ENTRE ELLOS, EL SEÑOR ALCALDE DE AGAETE, SEÑOR DE ARMAS, ESTO LO PUEDE CORROBORAR EL AMIGO DON ANTONIO CRUZ DOMÍNGUEZ, PERIODISTA Y PRESIDENTE DE LOS AMIGOS DE LA CATEDRAL, DESDE LUEGO, NO SÉ, POR QUÉ, SE DEJO MORIR ESTE PROCESO.

COMO LE CONOCÍ PERSONALMENTE, PIDO QUE SE ABRA O REABRA EL EXPEDIENTE, PARA QUE, LOS QUE TUVIMOS LA GRAN SUERTE NO SOLO
DE CONOCERLE SINO DE TRATARLE, PODAMOS DAR TESTIMONIO DEL GRAN OBISPO QUE FUE “MONSEÑOR PILDAIN ZAPIAIN”EN NUESTRA DIÓCESIS ESTOY SEGURO QUE MONSEÑOR DON JUAN RAMÍREZ VALIDO PUEDE HABLAR MEJOR QUE NADIE SOBRE ESTA EXCELSA FIGURA.

COMO OBISPO DIMISIONARIO Y ENFERMO, SE RETIRÓ A VIVIR EN LA PARTE MAS HUMILDE Y POBRE DEL PALACIO EPISCOPAL Y TAMBIÉN EN EL EJERCICIO DE SU PONTIFICADO VIVIÓ POBREMENTE, ME CONSTA QUE SUS VESTIMENTAS PERSONALES NO PODÍAN CON MAS ZURCIDOS.

AL MORIR DESFILÓ ANTE SUS RESTOS MORTALES EN LA CATEDRAL SI NO TODO EL PUEBLO CANARIO YO DIRÍA QUE FALTARÍAN MUY POCOS.


¡AMIGOS! HOY, NO ME DESPIDO HASTA EL PRÓXIMO SÁBADO, SINO HASTA EL PRÓXIMO CURSO, SI DIOS, Y DON ALFREDO MONAGAS ASÍ LO TIENEN A BIEN.

¡FELICES VACACIONES! Y

NO NOS OLVIDEMOS DE LOS 52.000 PARADOS NI DE LA GRAN LABOR QUE HACE LA IGLESIA, PORQUE ESTA VISTO QUE HAY CIERTOS POLÍTICOS QUE SOLO PIENSAN EN EL SILLÓN PRESIDENCIAL SIN ATENDER EL CLAMOR DE LOS VOTANTES.

Y, SI TODAVÍA, NO HAN PRESENTADO SU DECLARACIÓN DE LA RENTA, NO OLVIDEN QUE EL 30 DE ESTE MES ES SU ÚLTIMO DÍA, POR TANTO, SI NO LA HAN HECHO, HÁGANLA Y
PONGAN EN SU DECLARACIÓN LA “X” A FAVOR DE LA IGLESIA.

¡DIOS LES PREMIARÁ!

EVANGELIO CORRESPONDIENTE AL SABADO XII DEL TIEMPO ORDINARIO

Contemplar el Evangelio de hoy

Día litúrgico: Sábado XII del tiempo ordinario
Texto del Evangelio (Mt 8,5-17): En aquel tiempo, al entrar en Cafarnaúm, se le acercó un centurión y le rogó diciendo: «Señor, mi criado yace en casa paralítico con terribles sufrimientos». Dícele Jesús: «Yo iré a curarle». Replicó el centurión: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano. Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: ‘Vete’, y va; y a otro: ‘Ven’, y viene; y a mi siervo: ‘Haz esto’, y lo hace». Al oír esto Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande. Y os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se pondrán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los Cielos, mientras que los hijos del Reino serán echados a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes». Y dijo Jesús al centurión: «Anda; que te suceda como has creído». Y en aquella hora sanó el criado.

Al llegar Jesús a casa de Pedro, vio a la suegra de éste en cama, con fiebre. Le tocó la mano y la fiebre la dejó; y se levantó y se puso a servirle. Al atardecer, le trajeron muchos endemoniados; Él expulsó a los espíritus con una palabra, y curó a todos los enfermos, para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías: «Él tomó nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades».

Comentario: Rev. D. Xavier JAUSET i Clivillé (Lleida, España)

«Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano»

Hoy, en el Evangelio, vemos el amor, la fe, la confianza y la humildad de un centurión, que siente una profunda estima hacia su criado. Se preocupa tanto de él, que es capaz de humillarse ante Jesús y pedirle: «Señor, mi criado yace en casa paralítico con terribles sufrimientos» (Mt 8,6). Esta solicitud por los demás, especialmente para con un siervo, obtiene de Jesús una pronta respuesta: «Yo iré a curarle» (Mt 8,7). Y todo desemboca en una serie de actos de fe y confianza. El centurión no se considera digno y, al lado de este sentimiento, manifiesta su fe ante Jesús y ante todos los que estaban allí presentes, de tal manera que Jesús dice: «En Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande» (Mt 8,10).

Podemos preguntarnos qué mueve a Jesús para realizar el milagro. ¡Cuántas veces pedimos y parece que Dios no nos atiende!, y eso que sabemos que Dios siempre nos escucha. ¿Qué sucede, pues? Creemos que pedimos bien, pero, ¿lo hacemos como el centurión? Su oración no es egoísta, sino que está llena de amor, humildad y confianza. Dice san Pedro Crisólogo: «La fuerza del amor no mide las posibilidades (...). El amor no discierne, no reflexiona, no conoce razones. El amor no es resignación ante la imposibilidad, no se intimida ante dificultad alguna». ¿Es así mi oración?

«Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo...» (Mt 8,8). Es la respuesta del centurión. ¿Son así tus sentimientos? ¿Es así tu fe? «Sólo la fe puede captar este misterio, esta fe que es el fundamento y la base de cuanto sobrepasa a la experiencia y al conocimiento natural» (San Máximo). Si es así, también escucharás: «‘Anda; que te suceda como has creído’. Y en aquella hora sanó el criado» (Mt 8,13).

¡Santa María, Virgen y Madre!, maestra de fe, de esperanza y de amor solícito, enséñanos a orar como conviene para conseguir del Señor todo cuanto necesitamos.

EVANGELIO CORRESPONDIENTE AL NACIMIENTO DE SAN JUAN BAUTISTA, 24 DE JUNIO 2011

Contemplar el Evangelio de hoy
Día litúrgico: 24 de Junio: El Nacimiento de san Juan Bautista
Texto del Evangelio (Lc 1,57-66.80): Se le cumplió a Isabel el tiempo de dar a luz, y tuvo un hijo. Oyeron sus vecinos y parientes que el Señor le había hecho gran misericordia, y se congratulaban con ella. Y sucedió que al octavo día fueron a circuncidar al niño, y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías, pero su madre, tomando la palabra, dijo: «No; se ha de llamar Juan». Le decían: «No hay nadie en tu parentela que tenga ese nombre». Y preguntaban por señas a su padre cómo quería que se le llamase. Él pidió una tablilla y escribió: ‘Juan es su nombre’. Y todos quedaron admirados.

Y al punto se abrió su boca y su lengua, y hablaba bendiciendo a Dios. Invadió el temor a todos sus vecinos, y en toda la montaña de Judea se comentaban todas estas cosas; todos los que las oían las grababan en su corazón, diciendo: «Pues ¿qué será este niño?». Porque, en efecto, la mano del Señor estaba con él. El niño crecía y su espíritu se fortalecía; vivió en los desiertos hasta el día de su manifestación a Israel.
Comentario: Rev. D. Joan MARTÍNEZ Porcel (Barcelona, España)
«El niño crecía y su espíritu se fortalecía»
Hoy, celebramos solemnemente el nacimiento del Bautista. San Juan es un hombre de grandes contrastes: vive el silencio del desierto, pero desde allí mueve las masas y las invita con voz convincente a la conversión; es humilde para reconocer que él tan sólo es la voz, no la Palabra, pero no tiene pelos en la lengua y es capaz de acusar y denunciar las injusticias incluso a los mismos reyes; invita a sus discípulos a ir hacia Jesús, pero no rechaza conversar con el rey Herodes mientras está en prisión. Silencioso y humilde, es también valiente y decidido hasta derramar su sangre. ¡Juan Bautista es un gran hombre!, el mayor de los nacidos de mujer, así lo elogiará Jesús; pero solamente es el precursor de Cristo.

Quizás el secreto de su grandeza está en su conciencia de saberse elegido por Dios; así lo expresa el evangelista: «El niño crecía y su espíritu se fortalecía; vivió en los desiertos hasta el día de su manifestación a Israel» (Lc 1,80). Toda su niñez y juventud estuvo marcada por la conciencia de su misión: dar testimonio; y lo hace bautizando a Cristo en el Jordán, preparando para el Señor un pueblo bien dispuesto y, al final de su vida, derramando su sangre en favor de la verdad. Con nuestro conocimiento de Juan, podemos responder a la pregunta de sus contemporáneos: «¿Qué será este niño?» (Lc 1,66).

Todos nosotros, por el bautismo, hemos sido elegidos y enviados a dar testimonio del Señor. En un ambiente de indiferencia, san Juan es modelo y ayuda para nosotros; san Agustín nos dice: «Admira a Juan cuanto te sea posible, pues lo que admiras aprovecha a Cristo. Aprovecha a Cristo, repito, no porqué tú le ofrezcas algo a Él, sino para progresar tú en Él». En Juan, sus actitudes de Precursor, manifestadas en su oración atenta al Espíritu, en su fortaleza y su humildad, nos ayudan a abrir horizontes nuevos de santidad para nosotros y para nuestros hermanos.

miércoles, 22 de junio de 2011

EVANGELIO DE HOY LUNES 27-06-2011; LUNES XIII DEL TIEMPO ORDINARIO

Contemplar el Evangelio de hoy
Día litúrgico: Lunes XIII del tiempo ordinario
Texto del Evangelio (Mt 8,18-22): En aquel tiempo, viéndose Jesús rodeado de la muchedumbre, mandó pasar a la otra orilla. Y un escriba se acercó y le dijo: «Maestro, te seguiré adondequiera que vayas». Dícele Jesús: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza». Otro de los discípulos le dijo: «Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre». Dícele Jesús: «Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos».

Comentario: Rev. D. Jordi PASCUAL i Bancells (Salt, Girona, España)
«Sígueme»
Hoy, el Evangelio nos presenta —a través de dos personajes— una cualidad del buen discípulo de Jesús: el desprendimiento de los bienes materiales. Pero antes, el texto de san Mateo nos da un detalle que no querría pasar por alto: «Viéndose Jesús rodeado de la muchedumbre...» (Mt 8,18). Las multitudes se reúnen cerca del Señor para escuchar su palabra, ser curados de sus dolencias materiales y espirituales; buscan la salvación y un aliento de Vida eterna en medio de los vaivenes de este mundo.

Como entonces, algo parecido pasa en nuestro mundo de hoy día: todos —más o menos conscientemente— tenemos la necesidad de Dios, de saciar el corazón de los bienes verdaderos, como son el conocimiento y el amor a Jesucristo y una vida de amistad con Él. Si no, caemos en la trampa de querer llenar nuestro corazón de otros “dioses” que no pueden dar sentido a nuestra vida: el móvil, Internet, el viaje a las Bahamas, el trabajo desenfrenado para ganar más y más dinero, el coche mejor que el del vecino, o el gimnasio para lucir el mejor cuerpo del país.... Es lo que les pasa a muchos actualmente.

En contraste, resuena el grito lleno de fuerza y de confianza del Papa Juan Pablo II hablando a la juventud: «Se puede ser moderno y profundamente fiel a Jesucristo». Para eso es preciso, como el Señor, el desprendimiento de todo aquello que nos ata a una vida demasiado materializada y que cierra las puertas al Espíritu.

«El Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza (...). Sígueme» (Mt 8,22), nos dice el Evangelio de hoy. Y san Gregorio Magno nos recuerda: «Tengamos las cosas temporales para uso, las eternas en el deseo; sirvámonos de las cosas terrenales para el camino, y deseemos las eternas para el fin de la jornada». Es un buen criterio para examinar nuestro seguimiento de Jesús.

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¡AMIGOS! ¿ESTAMOS DISPUESTOS A SEGUIR A JESÚS?, NOS DICE NOTENER DONDE RECLINAR LA CABEZA
, ¿ESTAMOS DISPUESTOS AÚN ASÍ A SEGUIR A JESUS? ¿INCLUSO A DEJARLO TODO POR SEGUIR JUNTO A ÉL? DEJAD QUE LOS MUERTOS ENTIERREN A SUS MUERTOS NOS DICE JESÚS ¿SABEMOS EL ALCANCE DE ESTA SENTENCIA DE JESUS?, AMIGOS NO LO PENSEMOS MÁS, SIGAMOS A CRISTO CUESTE LO QUE NOS CUESTE ¿NOS ANIMAMOS Y LE SEGUIMOS?

EVANGELIO CORRESPONDIENTE A LA FESTIVIDAD DEL CORPUS CHRISTE "26.06.2011

Contemplar el Evangelio de hoy

Día litúrgico: Solemnidad del Cuerpo y de la Sangre de Cristo(A)
Texto del Evangelio (Jn 6,51-58): En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: «Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo».

Discutían entre sí los judíos y decían: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?». Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. Éste es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre».

Comentario: Mons. Agustí CORTÉS i Soriano Obispo de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona, España)

«Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre»

Hoy, todo el mensaje que hemos de escuchar y vivir está contenido en “el pan”. El capítulo sexto del Evangelio según san Juan refiere el milagro de la multiplicación de los panes, seguido de un gran discurso de Jesús, uno de cuyos fragmentos escuchamos hoy. Nos interesa mucho entenderle, no sólo para vivir la fiesta del “Corpus” y el sacramento de la Eucaristía, sino también para comprender uno de los mensajes centrales de su Evangelio.

Hay multitudes hambrientas que necesitan pan. Hay toda una humanidad abocada a la muerte y al vacío, carente de esperanza, que necesita a Jesucristo. Hay un Pueblo de Dios creyente y caminante que necesita encontrarle visiblemente para seguir viviendo de Él y alcanzar la vida. Tres clases de hambre y tres experiencias de saciedad, que corresponden a tres formas de pan: el pan material, el pan que es la persona de Jesucristo y el pan eucarístico.

Sabemos que el pan más importante es Jesucristo. Sin Él no podemos vivir de ninguna manera: «Separados de mí no podéis hacer nada» (Jn 15,5). Pero Él mismo quiso dar de comer al hambriento y, además, hizo de ello un imperativo evangélico fundamental. Seguramente pensaba que era una buena manera de revelar y verificar el amor de Dios que salva. Pero también quiso hacerse accesible a nosotros en forma de pan, para que, quienes aún caminamos en la historia, permanezcamos en ese amor y alcancemos así la vida.

Quería ante todo enseñarnos que hemos de buscarle y vivir de Él; quiso demostrar su amor dando de comer al hambriento, ofreciéndose asiduamente en la Eucaristía: «El que coma este pan vivirá para siempre» (Jn 6,58). San Agustín comentaba este Evangelio con frases atrevidas y plásticas: «Cuando se come a Cristo, se come la vida (…). Si, pues, os separáis hasta el punto de no tomar el Cuerpo ni la Sangre del Señor, es de temer que muráis».

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HOMILIA DEL PAPA EN LA PROCESIÓN DEL CORPUS CHRISTI

Homilía del Papa en la procesión del Corpus Christi
Ayer en San Juan de Letrán

CIUDAD DEL VATICANO, viernes 24 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación la homilía que el Papa Benedicto XVI pronunció ayer durante la Misa celebrada en San Juan de Letrán, en la solemnidad del Corpus Christi o Corpus Domini, antes de la procesión que recorrió la Vía Merulana hasta Santa María la Mayor.

* * * * *

¡Queridos hermanos y hermanas!

La fiesta del Corpus Domini es inseparable a la del Jueves Santo, de la Misa de Caena Domini, en la que celebramos solemnemente la institución de la Eucaristía. Mientras que en la noche del Jueves Santo se revive el misterio de Cristo que se ofrece a nosotros en el pan partido o en el vino derramado, hoy, en la celebración del Corpus Domini, este misterio se ofrece a la adoración y a la meditación del Pueblo de Dios, y el Santísimo Sacramento es llevado en procesión por las calles de las ciudades y de los pueblos, para manifestar que Cristo resucitado camina en medio de nosotros y nos guía hacia el Reino de los Cielos.

Lo que Jesús nos ha dado en la intimidad del Cenáculo, hoy lo manifestamos abiertamente, porque el amor de Cristo no está reservado a algunos pocos, sino que está destinado a todos. En la Misa en Caena Domini del pasado Jueves Santo destaqué que en la Eucaristía sucede la transformación de los dones de esta tierra -el pan y el vino- con el fin de transformar nuestra vida e inaugurar así la transformación del mundo. Esta tarde quisiera retomar este perspectiva.

Todo parte, se podría decir, del corazón de Cristo, que en la Última Cena, en la vigilia de su pasión, agradeció y alabó a Dios y, de esta manera, con la potencia de su amor, transformó el sentido de la muerte a la que iba a enfrentarse. El hecho de que el Sacramento del altar haya asumido el nombre de “Eucaristía” -“acción de gracias”- expresa exactamente esto: que la transformación de la sustancia del pan y del vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo, es fruto del don que Cristo ha hecho de sí mismo, don de un Amor más fuerte que la muerte, Amor Divino que lo ha hecho resucitar de entre los muertos. Esta es la razón por la que la Eucaristía es alimento de vida eterna, Pan de la vida. Del corazón de Cristo, desde su “oración eucarística” hasta la vigilia de la pasión, viene este dinamismo que transforma la realidad en sus dimensiones cósmicas, humanas e históricas. Todo procede de Dios, de la omnipotencia de su Amor Uno y Trino, encarnado en Jesús. En este Amor está inmerso el corazón de Cristo; por esto sabe agradecer y alabar a Dios incluso frente a la traición y a la violencia, y en este modo cambia las cosas, las personas y el mundo.

Esta transformación es posible gracias a una comunión más fuerte que la división, la comunión de Dios mismo. La palabra “comunión”, que nosotros usamos para designar la Eucaristía, reasume en sí mismo la dimensión vertical y la horizontal del don de Cristo. Es muy bella y elocuente la expresión “recibir la comunión” referida al hecho de comer el Pan eucarístico. En efecto, cuando realizamos este acto, entramos en comunión con la vida misma de Jesús, en el dinamismo de esta vida que se da a nosotros y por nosotros. Desde Dios, a través de Jesús, hasta llegar a nosotros: una única comunión se transmite en la Santa Eucaristía. Lo hemos escuchado hace poco, en la Segunda Lectura, de las palabras del apóstol Pablo dirigidas a los cristianos de Corinto: “ La copa de bendición que bendecimos, ¿no es acaso comunión con la Sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el Cuerpo de Cristo? Ya que hay un solo pan, todos nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo Cuerpo, porque participamos de ese único pan.(1 Cor 10,16-17).

San Agustín nos ayuda a comprender la dinámica de la comunión eucarística cuando hace referencia a una especie de visión que tuvo, en la que Jesús le dice: “Yo soy el alimento de los fuertes. Crece y me tendrás. Tú no me transformarás en ti, como el alimento del cuerpo, sino que será tú el transformado en mí” (Conf. VII, 10, 18). Mientras que el alimento corporal es asimilado por nuestro organismo y contribuye a su sustento, en el caso de la Eucaristía se trata de un Pan diferente: no somos nosotros los que lo asimilamos, sino que nos asimila a sí, así nos convertimos conforme a Jesucristo, miembros de su cuerpo, una sola cosa con Él. Esta fase es decisiva. De hecho, exactamente porque es Cristo el que, en la comunión eucarística, nos transforma a sí, nuestra individualidad , en este encuentro, se abre, liberada de su egocentrismo y inscrita en la Persona de Jesús, que a su vez está inmerso en la comunión trinitaria. Así la eucaristía, mientras que nos une a Cristo, nos abre a los demás, nos hace miembros los unos de los otros: ya no estamos divididos, sino que somo una sola cosa en Él. La comunión eucarística me une a la persona que tengo al lado, y con la que, quizás, ni siquiera tengo una buena relación, y también nos une a los hermanos que están lejos, en todas las partes del mundo. De aquí, de la Eucaristía, deriva, por tanto, el sentido profundo de la presencia social de la Iglesia, como testifican los grandes Santos sociales, que fueron siempre grandes almas eucarísticas. Quien reconoce a Jesús en la Hostia Santa, lo reconoce en el hermano que sufre, que tiene hambre y sed, que es forastero, desnudo, enfermo, encarcelado; y está atento a todas las personas, se compromete, de modo concreto, por todos los que tienen necesidad. Del don del amor de Cristo proviene, por tanto, nuestra especial responsabilidad de cristianos en la construcción de una sociedad solidaria, justa y fraterna. Especialmente en nuestra época, en la que la globalización nos hace, cada vez más, dependientes los unos de los otros, el Cristianismo puede y debe hacer que esta unidad no se construya sin Dios, es decir, si en el Verdadero Amor, lo que daría lugar a la confusión, al individualismo, y la opresión de todos contra todos. El Evangelio mira desde siempre a la unidad de la familia humana, una unidad no impuesta por las alturas, ni por intereses ideológico o económicos, sino a partir del sentido de responsabilidad de los unos hacia los otros, porque nos reconocemos miembros de un mismo cuerpo, del cuerpo de Cristo, porque hemos aprendido y aprendemos constantemente por el Sacramento del Altar que la comunión, el amor es la vía de la verdadera justicia.

Volvemos ahora al acto de Jesús en la Última Cena. ¿Qué sucedió en ese momento? Cuando Él dijo: Este es mi cuerpo que he dado por vosotros, esta es mi sangre derramada por vosotros y por todos los hombres, ¿Qué sucede? Jesús en este gesto anticipa el suceso del Calvario. Él acepta por amor toda la pasión, con su sufrimiento y su violencia, hasta la muerte de cruz; aceptándola de este modo, la transforma en una acto de donación. Esta es la transformación que el mundo necesita, porque lo redime desde el interior, lo abre a las dimensiones del Reino de los cielos.. Pero esta renovación del mundo, Dios quiere realizarla siempre a través de la misma vía seguida por Cristo, este camino, que es Él mismo. No hay nada de mágico en el Cristianismo. No hay atajos, sino que todo pasa a través de la lógica humilde y paciente de la semilla de grano que se parte para dar la vida, la lógica de la fe que mueve las montañas con el suave poder de Dios. Por esto quiere continuar renovando la humanidad, la historia y el cosmos, a través de esta cadena de transformaciones, de la que la Eucaristía es el sacramento. Mediante el pan y el vino consagrados, en los que están realmente presentes su Cuerpo y su Sangre, Cristo nos transforma, asimilándonos a Él: nos implica en su obra de redención, haciéndonos capaces, por la gracia del Espíritu Santo, de vivir según su misma lógica de donación, como semillas de grano unidos a Él y en Él. Así se siembran y van madurando en los surcos de la historia, la unidad y la paz, que son el fin al que tendemos, según el diseño de Dios.

Sin ilusiones, sin utopías ideológicas, nosotros caminamos por los caminos del mundo, llevando dentro de nosotros el Cuerpo del Señor, como la Virgen María en el misterio de la Visitación. Con la humildad de sabernos simples semillas de grano, custodiamos la firme certeza de que el amor de Dios, encarnado en Cristo, es más fuerte que el mal, que la violencia y que la muerte. Sabemos que Dios prepara para todos los hombres, cielos nuevos y tierra nueva, en la que reinan la paz y la justicia, y en la fe entrevemos el mundo nuevo, que es nuestra verdadera patria. También esta tarde, mientras se pone el sol sobre nuestra amada ciudad de Roma, nosotros nos ponemos en camino: con nosotros está Jesús Eucaristía, el Resucitado, que dijo “yo estaré siempre con vosotros hasta el fin del mundo” (Mt 28, 20). ¡Gracias, Señor Jesús! Gracias por tu fidelidad, que sostiene nuestra esperanza. Quédate con nosotros, porque se hace de noche. “Buen Pastor, verdadero Pan, ¡Oh Jesús! ¡Piedad de nosotros; aliméntanos, defiéndenos, llévanos a los bienes eternos, en la tierra de los vivos! Amén.

[Traducción del original italiano por Carmen Álvarez

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EL SANTO PADRE BENEDICTO XVI NOS DICE QUE OREMOS CON LOS SALMOS

El Papa explica el secreto para rezar con las palabras de Dios
Orar con los Salmos, es su consejo
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 22 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Con el libro bíblico de los Salmos es posible rezar con las mismas palabras de Dios, aseguró Benedicto XVI este miércoles.

El pontífice continuó las catequesis sobre la oración, que ofrece desde hace semanas con motivo de la audiencia semanal a los peregrinos, comenzando una serie de intervenciones sobre los Salmos, el libro de oración del pueblo de Israel que después la Iglesia asumió también como propio.

Escuela de oración
Para el papa los Salmos son “una escuela de oración”, pues enseñan, como sucede a los niños con las palabras de los adultos, el lenguaje que puede utilizar para dirigirse a Dios, explicó a los miles de personas que se congregaron en la plaza de San Pedro del Vaticano, bajo un sol de justicia.

“Cuando el niño comienza a hablar, aprende a expresar sus propias sensaciones, emociones, necesidades con palabras que no le pertenecen de modo innato, sino que aprende de sus padres y de los que viven con él”, explicó el Santo Padre durante la audiencia general.

“Lo que el niño quiere expresar es su propia vivencia, pero el medio expresivo es de otros --aclaró--; y él, poco a poco se apropia de este medio, las palabras recibidas de sus propios padres se convierten en sus palabras y a través de las palabras aprende también un modo de pensar y de sentir, accede a un mundo de conceptos, y crece en ellos, se relaciona con la realidad, con los hombres y con Dios”.
Para el obispo de Roma “esto mismo sucede con la oración de los Salmos. Se nos presentan para que nosotros aprendamos a dirigirnos a Dios, a comunicarnos con Él, a hablarle de nosotros con sus palabras, a encontrar un lenguaje para el encuentro con Dios”.
“Y, a través de estas palabras, será posible también conocer y acoger los criterios de su actuación, acercarse al misterio de sus pensamientos y de sus caminos, y así crecer cada vez más en la fe y en el amor”.
Comprender a Dios para comprendernos

“Al igual que nuestras palabras no son sólo palabras, sino que nos enseñan un mundo real y conceptual, del mismo modo estas oraciones nos enseñan el corazón de Dios, por lo que no sólo podemos hablar con Dios, sino que podemos aprender quién es Dios y, al aprender cómo hablar con Él, aprendemos lo que significa ser hombre, ser nosotros mismos”.

Los salmos, en hebreo “Tehilim”, "Alabanzas", fueron presentados por el papa como el libro que “nos enseña a dar gracias, a celebrar la grandeza del don de Dios, a reconocer la belleza de sus obras y a glorificar su Nombre Santo”.

“Enseñándonos a rezar, los Salmos nos enseñan que incluso en la desolación, en el dolor, permanece la presencia de Dios, es fuente de maravilla y de consuelo. Se puede llorar, suplicar, interceder, lamentarse, pero con la conciencia de que estamos caminando hacia la luz, donde la alabanza podrá ser definitiva”.
Benedicto XVI concluyó invitando a tomar este libro santo para dejarse “enseñar por Dios cómo dirigirnos a Él”.

“Hagamos del Salterio una guía que nos ayude y nos acompañe cotidianamente en el camino de la oración”, aconsejó.

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EVANGELIO DE HOY JUEVES XII DEL TIEMPO ORDINARIO 23-06-2011

Contemplar el Evangelio de hoy

Día litúrgico: Jueves XII del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Mt 7,21-29):

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. Muchos me dirán aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?’. Y entonces les declararé: ‘¡Jamás os conocí; apartaos de mí, agentes de iniquidad!’.

»Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina».

Y sucedió que, cuando acabó Jesús estos discursos, la gente quedaba asombrada de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus escribas.

Comentario: Rev. D. Joan Pere PULIDO i Gutiérrez (El Papiol, Barcelona, España)

«No todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los Cielos»

Hoy nos impresiona la afirmación rotunda de Jesús: «No todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial» (Mt 7,21). Por lo menos, esta afirmación nos pide responsabilidad en nuestra condición de cristianos, al mismo tiempo que sentimos la urgencia de dar buen testimonio de la fe.

Edificar la casa sobre roca es una imagen clara que nos invita a valorar nuestro compromiso de fe, que no puede limitarse solamente a bellas palabras, sino que debe fundamentarse en la autoridad de las obras, impregnadas de caridad. Uno de estos días de junio, la Iglesia recuerda la vida de san Pelayo, mártir de la castidad, en el umbral de la juventud. San Bernardo, al recordar la vida de Pelayo, nos dice en su tratado sobre las costumbres y ministerio de los obispos: «La castidad, por muy bella que sea, no tiene valor, ni mérito, sin la caridad. Pureza sin amor es como lámpara sin aceite; pero dice la sabiduría: ¡Qué hermosa es la sabiduría con amor! Con aquel amor del que nos habla el Apóstol: el que procede de un corazón limpio, de una conciencia recta y de una fe sincera».

La palabra clara, con la fuerza de la caridad, manifiesta la autoridad de Jesús, que despertaba asombro en sus conciudadanos: «La gente quedaba asombrada de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus escribas» (Mt 7,28-29). Nuestra plegaria y contemplación de hoy, debe ir acompañada por una reflexión seria: ¿cómo hablo y actúo en mi vida de cristiano? ¿Cómo concreto mi testimonio? ¿Cómo concreto el mandamiento del amor en mi vida personal, familiar, laboral, etc.? No son las palabras ni las oraciones sin compromiso las que cuentan, sino el trabajo por vivir según el Proyecto de Dios. Nuestra oración debería expresar siempre nuestro deseo de obrar el bien y una petición de ayuda, puesto que reconocemos nuestra debilidad.

-Señor, que nuestra oración esté siempre acompañada por la fuerza de la caridad.

BENEDICTO XVI A LOS JÓVENES 20-06-2011

AMIGOS LECTORES, A CONTINUACIÓN VOY A INSERTAR EL MENSAJE DE NUESTRO SANTO PADRE BENEDICTO XVI A LOS JÓVENES CON MOTIVO DE SU VISITA A SAN MARINO, LO HAGO PORQUE AUNQUE LO DIJO EN PENNABILLI, ESTÁ DIRIGIDO A LOS TODOS LOS JOVENES DEL MUNDO, APROVECHEMOS ESTA ENSEÑANZA Y APLIQUEMÓNOS CADA UNO A NUESTRA PROPIA VIDA, REFLEXIONEMOS Y MEDITEMOS EL CONTENIDO DE ESTE MENSAJE.
EL MENSAJE QUE INSERTO LO HE RECIBIDO A TRAVES DE ZENIT


Benedicto XVI a los jóvenes: “No cedáis a lógicas egoistas”

Encuentro del Papa en Pennabilli durante su visita a San Marino

PENNABILLI, lunes 20 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Benedicto XVI invitó a los jóvenes de la diócesis de San Marino-Montefeltro a construir un mundo “más justo y solidario” dejándose iluminar por el misterio de Cristo, y a no ceder a lógicas “individualistas y egoístas”.

Después de una jornada de visitas, celebraciones y encuentros en distintas localidades de San Marino, el Papa llegó este domingo por la tarde a la pequeña localidad de PENNABILLI donde mantuvo un encuentro con jóvenes en la plaza de la catedral.

“No temáis afrontar las situaciones difíciles, los momentos de crisis, las pruebas de la vida, porque el Señor os acompaña, está con vosotros”, afirmó el Pontífice.
Alentó a los jóvenes a crecer en la amistad con Cristo “a través de la lectura frecuente del Evangelio y de toda la Sagrada Escritura, la participación fiel en la Eucaristía como encuentro personal con Cristo, el compromiso dentro de la comunidad eclesial, el camino con un director espiritual válido”.

“¡Dejad que el misterio de Cristo ilumine toda vuestra persona! -les invitó-. Entonces podréis llevar a los diversos ambientes esa novedad que puede cambiar las relaciones, las instituciones, las estructuras para construir un mundo más justo y solidario, animado por la búsqueda del bien común”.

“¡No cedáis a lógicas individualistas y egoístas!”, insistió, y recomendó el testimonio de jóvenes santos como santa Teresa del Niño Jesús, santo Domingo Sabio, santa Maria Goretti, el beato Pier Giorgio Frassati y el beato Alberto Marvelli, originario de la región.

Búsqueda de la verdad

Ante los miles de jóvenes presentes, Benedicto XVI también se refirió al sentido de la vida, recordando la pregunta del joven rico del Evangelio: “Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?” (Mc 10,17).

“El hombre no puede vivir sin esta búsqueda de la verdad sobre sí mismo –qué soy, para qué debo vivir–, verdad que empuje a abrir el horizonte y a ir más allá de lo material”, explicó el Papa.

Con fuerza, Benedicto XVI alentó a los jóvenes a no tener miedo a plantearse “las preguntas fundamentales sobre el sentido y el valor de la vida”.

“No os quedéis en las respuestas parciales, inmediatas, ciertamente más fáciles en el momento y más cómodas, que pueden dar algún momento de felicidad, de exaltación, de ebriedad, pero que no dan la verdadera alegría de vivir”, afirmó.

Y les animó a aprender “a reflexionar, a leer de modo no superficial, sino en profundidad vuestra experiencia humana”.

“¡Descubriréis, con sorpresa y con alegría, que vuestro corazón es una ventana abierta al infinito! -aseguró-. Ésta es la grandeza del hombre y también su dificultad”.

El Papa también alertó contra la ilusión de creer que “el progreso técnico-científico” puede proporcionar “de manera absoluta” “respuestas y soluciones a todos los problemas de la humanidad”.

“En realidad, aunque eso hubiese sido posible, nada ni nadie habría podido borrar las preguntas más profundas sobre el significado de la vida y de la muerte, sobre el significado del sufrimiento, de todo, porque estas preguntas están inscritas en el alma humana, en nuestro corazón, y sobrepasan la esfera de las necesidades”, señaló.

“El hombre, también en la era del progreso científico y tecnológico –que nos ha dado tanto–, sigue siendo un ser que desea más, más que la comodidad y el bienestar, sigue siendo un ser abierto a la verdad entera de la existencia, que no puede detenerse en las cosas materiales, sino que se abre a un horizonte mucho más amplio”.

“El riesgo es siempre el de permanecer prisioneros en el mundo de las cosas, de lo inmediato, de lo relativo, de lo útil, perdiendo la sensibilidad para lo que se refiere a nuestra dimensión espiritual”, destacó.

Sin “despreciar el uso de la razón” o “rechazar el progreso científico”, concluyó Benedicto XVI, se trata de “comprender que cada uno de nosotros no está hecho sólo de una dimensión "horizontal", sino que comprende también la "vertical"”.
Y añadió: “Los datos científicos y los instrumentos tecnológicos no pueden sustituir al mundo de la vida, a los horizontes del significado y de la libertad, a la riqueza de las relaciones de amistad y de amor”.

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EVANGELIO CORRESPONDIENTE AL MIERCOLES XII DEL TIEMPO ORDINARIO

Contemplar el Evangelio de hoy

¡AMIGOS! EL EVANGELIO DE HOY, NOS INVITA A QUE NOS PREGUNTEMOS ¿QUE FRUTOS DOY?SON BUENOS O MALOS, TODO DEPENDE DE NOSOTROS MISMOS.

SI SOMOS BUENOS NUESTROS FRUTOS TIENEN QUE SER BUENOS, PERO SI SOMOS MALOS POR SUPUESTO QUE NUESTROS FRUTOS SON MALOS.

POR TANTO EXAMINÉMONOS Y DEMOS FRUTOS BUENOS Y SI EN ALGÚN MOMENTO VAMOS POR NUESTRA ACTITUD NEGATIVA, VAMOS A DAR FRUTOS MALOS, NO NOS DETENGAMOS, DIRIJÁMONOS A UN SACERDOTE, CONFESEMOS NUESTROS PECADOS Y POR AMOR A DIOS ARREPINTAMOS Y RECIBIREMOS EL PERDÓN DE NUESTROS PECADOS, TENIENDO EN CUENTA QUE UNA VEZ CONFESADO CON EL ARREPENTIMIENTO DIOS NOS PERDONA Y OLVIDA TOTALMENTE NUESTRA FALTA.

¡TENGÁMOSLO EN CUENTA! SI EN ALGÚN MOMENTO TENEMOS LA DESGRACIA DE CAER EN EL PECADO VOLVAMOS NUESTRO ROSTRO A DIOS Y PIDÁMOSLE PERDÓN.

NO OLVIDEMOS QUE DIOS ESTÁ ANCIOSO DE NOSOTROS Y NO QUIERE ARROJARNOS AL FUEGO
AHORA A CONTINUACIÓN LEAMOS Y MEDITEMOS CON TODA ATENCIÓN EL EVANGELIO DE HOY XII DEL TIEMPO ORDINARIO.


EVANGELIO DE HOY MIERCOLES XII DEL TIEMPO ORDINARIO



Día litúrgico: Miércoles XII del tiempo ordina
Texto del Evangelio (Mt 7,15-20): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con disfraces de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así, todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y arrojado al fuego. Así que por sus frutos los reconoceréis».

Comentario: Rev. D. Antoni ORIOL i Tataret (Vic, Barcelona, España)

«Por sus frutos los reconoceréis»

Hoy, se nos presenta ante nuestra mirada un nuevo contraste evangélico, entre los árboles buenos y malos. Las afirmaciones de Jesús al respecto son tan simples que parecen casi simplistas. ¡Y justo es decir que no lo son en absoluto! No lo son, como no lo es la vida real de cada día.

Ésta nos enseña que hay buenos que degeneran y acaban dando frutos malos y que, al revés, hay malos que cambian y acaban dando frutos buenos. ¿Qué significa, pues, en definitiva, que «todo árbol bueno da frutos buenos (Mt 7,17)»? Significa que el que es bueno lo es en la medida en que no desfallece obrando el bien. Obra el bien y no se cansa. Obra el bien y no cede ante la tentación de obrar el mal. Obra el bien y persevera hasta el heroísmo. Obra el bien y, si acaso llega a ceder ante el cansancio de actuar así, de caer en la tentación de obrar el mal, o de asustarse ante la exigencia innegociable, lo reconoce sinceramente, lo confiesa de veras, se arrepiente de corazón y... vuelve a empezar.

¡Ah! Y lo hace, entre otras razones, porque sabe que si no da buen fruto será cortado y echado al fuego (¡el santo temor de Dios guarda la viña de las buenas vides!), y porque, conociendo la bondad de los demás a través de sus buenas obras, sabe, no sólo por experiencia individual, sino también por experiencia social, que él sólo es bueno y puede ser reconocido como tal a través de los hechos y no de las solas palabras.

No basta decir: «Señor, Señor!». Como nos recuerda Santiago, la fe se acredita a través de las obras: «Muéstrame tu fe sin las obras, que yo por las obras te haré ver mi fe» (Sant 2,18).

martes, 21 de junio de 2011

EL CORPUS CHRISTE, SU SIGNIFICADO

AMIGOS, EL PRÓXIMO DOMINGO CELEBRAMOS LA FESTIVIDAD DEL CORPUS CHRISTE ES COMO DECÍAMOS ANTES UNO DE LOS TRES JUEVES QUE TIENE EL AÑO Y QUE RELUMBRAN MAS QUE EL SOL,EN LOS TIEMPOS MODERNOS SE HA PASADO A LOS DOMINGOS.

EL CORPUS CHRISTE ES UN DÍA ALEGRE PERO A LA VEZ NOSTÁLGICO YA QUE NOS VIENEN TANTOS Y TANTOS RECUERDOS DE JUVENTUD Y ECHAMOS ¡TANTAS PERSONAS DE MENOS! PERO NO PODEMOS DEJARNOS LLEVAR POR LA NOSTALGIA, ANTES AL CONTRARIO, HEMOS DE DARLE GRACIAS A DIOS PORQUE NOS ESTA PERMITIENDO VIVIR OTRO DÍA DEL CUERPO DE CRISTO, DÍA EN QUE DIOS NUESTRO SEÑOR SE VA A PASEAR POR NUESTRAS CALLES, 'QUE RECUERDOS AQUELLOS! DESDE EL PRINCIPIO DE LA SEMANA ESTABAMOS PENSANDO Y VISITANDO A DIVERSAS PERSONAS A FIN DE QUE NOS REGALARAN FLORES PARA LA CONFECCIÓN DE LAS ALFOMBRAS QUE IBAN A SER PISADAS POR NUESTRO DIOS.
RECUERDO, COMO SI FUERA HOY, QUE IBAN TODAS LAS BANDERAS DE LAS DISTINTAS ASOCIACIONES Y ¿COMO NO? LA BANDERA DEL CONSEJO DIOCESANO DE LA ACCIÓN CATÓLICA Y YO COMO SECRETARIO DIOCESANO DE LA ACCIÓN CATÓLICA IBA PORTANDO DICHA BANDERA.

YA POR LA MAÑANA DELANTE DE LA CATEDRAL HACÍAMOS LA ALFOMBRA, MAS TARDE CUANDO EL CONSEJO DIOCESANO PASO A ESTAR EN LA CALLE DOCTOR CHIL EN EL SEMINARIO VIEJO COMO LE DECÍAMOS, ERA DELANTE DONDE HACÍAMOS LA ALFOMBRA

DESPUÉS DE LA MISA Y DE LA PROCESIÓN, NUESTRO SEÑOR OBISPO, EN AQUELLA ÉPOCA EL DOCTOR MONSEÑOR DON ANTONIO PILDAIN ZAPIAIN DESDE EL BALCÓN PRINCIPAL DEL AYUNTAMIENTO DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA IMPARTÍA LA BENDICIÓN CON LA CUSTODIA Y ABSOLUTAMENTE TODOS NOS PONÍAMOS DE RODILLAS PARA RECIBIR LA BENDICIÓN.

SE HA ESTABLECIDO ESTE DÍA COMO EL DÍA DE LA CARIDAD O AMOR FRATERNO

¿SABEMOS REALMENTE LO QUE ESO SIGNIFICA?, ES MÁS ¿SOMOS CONSCIENTES QUE ESE AMOR AL PRÓJIMO TENEMOS QUE PARCTICARLO SI O SI Y, QUE NO SOLO TENEMOS QUE PRACTICARLO CON NUESTROS FAMILIARES Y AMIGOS, SINO TAMBIÉN ¡INCLUSO A NUESTROS ENEMIGOS!

NO LO ECHEMOS EN SACO ROTO Y SI DE VERDAD QUEREMOS HONRAR A NUESTRO JESUS DIOS Y HOMBRE VERDADERO, TENEMOS QUE HACER REALIDAD SU MENSAJE QUE NO ES OTRO QUE EL DE AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS, COMO YO OS HE AMADO

COMO ME HA RESULTADO MUY INTERESANTE Y DE PROVECHO, QUIERO INSERTAR A CONTINUACIÓ EL ESCRITO QUE ZENIT ME HA ENVIADO, DONDE EL ARZOBISPO CASTRENSE DE ESPAÑA, MONSEÑOR DON JUAN DEL RÍO MARTÍN DICE:


APOSTAR POR LA CARIDAD

Por monseñor Juan del Río Martín
MADRID, martes 21 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Con ocasión de la solemnidad del Corpus Christi, algunas Iglesias del orbe católico, como es el caso de España, celebran el Día de la caridad, poniendo de manifiesto la dimensión social de la Eucaristía que conjuga perfectamente el mandato del Señor: “Haced esto en memoria mía” con el imperativo “Dadles vosotros de comer”. Esto es, proyectarnos hacia la práctica de un amor activo y concreto con cada ser humano, como consecuencia del sacramento recibido. La caridad es la virtud más excelente, por la que somos reconocidos como discípulos de Jesús. Muchas cosas serán necesarias para el caminar histórico de la Iglesia en este nuevo milenio, pero si faltara la caridad (ágape) todo sería inútil (cf. Juan Pablo II, NMI nnº 49-50).
En la actualidad, sucede que mientras las instituciones y organizaciones de caridad y asistencia a los pobres de la Iglesia católica son muy reconocidas por la opinión pública, el termino caridad parece devaluado en una sociedad que vive de espalda a la concepción cristiana del Dios Amor (cf. Benedicto XVI, Deus Caritas est nnº 31-32).
Así pues, nos encontramos con los viejos tópicos de identificar caridad con paternalismo y actitudes similares, otros ven la caridad como contraposición a la justicia, ignorando que el amor que nace de la gracia divina supera las fronteras de la mera justicia distributiva. Por último, están los laicistas más radicales, los cuales manifiestan que la visión cristiana del amor al prójimo es un menosprecio de la dignidad humana en cuanto entienden que queda reducida a mero instrumento para demostrar el amor a Dios.
Estos desenfoques son productos, por una parte, la secularización de la vida cristiana que se da en algunos sectores de la Iglesia. Por otra, de la innegable animadversión cultural hacia la propuesta cristiana. De ahí, que estemos en tiempos de crecer en interioridad y dejar a un lado los complejos y temores frente a una modernidad atea; apostando valientemente por aquello que es esencial en el cristianismo: la caridad.
La fe en el “Dios que es Amor, predica Amor, y envía Amor”, crea en nosotros el amor con que amamos a Dios y al prójimo. Como dice San Juan: “Él nos amó primero” (1Jn 4,10). Este amor “no nace de la carne o de la sangre”, ni es fruto de nuestros actos, sino que es un don de Dios. Ello, no nos aparta de la amistad con los hombres, sino que, por el contrario, nos lleva necesariamente a ella, generando nuevas y primordiales exigencias. Por eso mismo, amamos a nuestros semejantes no por lo que tienen o por su grupo de pertenencia o por sus carencias, del tipo que sean; les amamos porque son imagen y presencia privilegiada de Dios en lo que constituye su ser personal.
En la conocida parábola del Buen samaritano (Cf. Lc 10, 25-37), el Divino Maestro deja claro que el prójimo -¡el próximo!- no es solamente el compatriota, sino todo hombre, sin límite de raza ni religión. No es quien más lo merece, sino quien más necesita de nosotros. No son las personas que escogemos, sino las que el Señor pone cada momento en nuestras vidas. No son sólo los seres queridos, a los que de hecho nos hallamos cercanos, es todo hombre con el que nos crucemos. Es a este ser humano concreto, al que debemos acoger y socorrer como hermano.
Esta es la caridad que debe empapar las actuaciones de cualquier bautizado, cuánto más la de los sacerdotes, consagrados y la de todo colaborador social cristiano. Porque se presenta como el único modo de amar al otro por lo que realmente es y le constituye esencialmente en su verdad más profunda.
Además, no se debería olvidar que desde Jesucristo el amor a nuestros semejantes tiene un “plus” de humanidad porque la caridad cristiana alcanza hasta amar incluso a nuestros enemigos: “porque, si amáis a los que os aman, ¿Qué recompensa merecéis? ¿No hacen también eso los publicanos?” (Mt 5,46). ¿Hay un amor más noble y sublime que aquel que nos ha traído Cristo, Caridad del Padre?
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*Monseñor Juan del Río Martín es el arzobispo castrense de España
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EVANGELIO CORRESPONDIENTE AL MARTES XII DEL TIEMPO ORDINARIO

Día litúrgico: Martes XII del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Mt 7,6.12-14): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No deis a los perros lo que es santo, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos, no sea que las pisoteen con sus patas, y después, volviéndose, os despedacen. Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas. Entrad por la entrada estrecha; porque ancha es la entrada y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella; mas ¡qué estrecha la entrada y qué angosto el camino que lleva a la Vida!; y pocos son los que lo encuentran».
Comentario: Diácono D. Evaldo PINA FILHO (Brasília, Brasil)
«No deis a los perros lo que es santo»
Hoy, el Señor nos hace tres recomendaciones. La primera, «No deis a los perros lo que es santo, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos» (Mt 7,6), contrastes en que los “bienes” son asociados a “perlas” y lo “que es santo”; y, por otro lado, los “perros y puercos” a lo que es impuro. San Juan Crisóstomo nos enseña que «nuestros enemigos son iguales a nosotros en su naturaleza pero no en su fe». A pesar de que los beneficios terrenales son concedidos de igual manera a los dignos e indignos, no es así en lo que se refiere a las “gracias espirituales”, privilegio de aquellos que son fieles a Dios. La correcta distribución de los bienes espirituales implica un celo por las cosas sagradas.

La segunda es la llamada “regla de oro” (cf. Mt 7,12), que compendiaba todo lo que la Ley y los Profetas recomendaron, tal como ramas de un único árbol: El amor al prójimo presupone el Amor a Dios, y de Él proviene.

Hacer al prójimo lo que queremos que nos hagan implica una transparencia de acciones para con el otro, en el reconocimiento de su semejanza a Dios, de su dignidad. ¿Por qué razón deseamos el Bien para nosotros mismos? Porque lo reconocemos como medio de identificación y unión con el Creador. Siendo el Bien el único medio para la vida en plenitud, es inconcebible su ausencia en nuestra relación con el prójimo. No hay lugar para el bien donde prevalezca la falsedad y predomine el mal.

Por último, la "puerta estrecha"... El Papa Benedicto XVI nos pregunta: «¿Qué significa esta ‘puerta estrecha’? ¿Por qué muchos no pueden pasar por ella? ¿Es un pasaje reservado para algunos elegidos?». ¡No! El mensaje de Cristo «nos dice que todos podemos entrar en la vida. El pasaje es ‘estrecho’, pero abierto a todos; ‘estrecho’ porque es exigente, requiere compromiso, abnegación, mortificación del propio egoísmo».

Roguemos al Señor que realizó la salvación universal con su muerte y resurrección, que nos reúna a todos en el Banquete de la vida eterna.

lunes, 20 de junio de 2011

BENEDICTO 16 A LOS JÓVENE

ESTE DISCURSO DE BENEDICTO XVI, A LOS JÓVENES, LLEVA DENTRO DEL MISMO UN SIGNICADO TAN INTENSO Y TAN GRANDE QUE NUESTROS SANTO PADRE LO DEJA TODO PARA DIRIGIRSE A LOS OJOS Y TRATAR DE RCONDUCIRLE. PENSEMOS EN LAS PALABAS QUE NOS DICE, ANALICEMOSLA Y DESDE YA PONGAMOSLO EN PRÁCTICA.

A CONTINUACIÓN INSERTO LO QUE HE LEDO Y POR FAVOR NO LO DESECHEMOS EN DEJEMOS QUE CRISTO HAGA POR LOS DEMAS.


“No cedáis a lógicas egoístas”

Encuentro del Papa en PENNABILLI durante su visita a San Marino
PENNABILLI, lunes 20 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Benedicto XVI invitó a los jóvenes de la diócesis de San Marino-Montefeltro a construir un mundo “más justo y solidario” dejándose iluminar por el misterio de Cristo, y a no ceder a lógicas “individualistas y egoístas”.

Después de una jornada de visitas, celebraciones y encuentros en distintas localidades de San Marino, el Papa llegó este domingo por la tarde a la pequeña localidad de PENNABILLI donde mantuvo un encuentro con jóvenes en la plaza de la catedral.

“No temáis afrontar las situaciones difíciles, los momentos de crisis, las pruebas de la vida, porque el Señor os acompaña, está con vosotros”, afirmó el Pontífice.
Alentó a los jóvenes a crecer en la amistad con Cristo “a través de la lectura frecuente del Evangelio y de toda la Sagrada Escritura, la participación fiel en la Eucaristía como encuentro personal con Cristo, el compromiso dentro de la comunidad eclesial, el camino con un director espiritual válido”.

“¡Dejad que el misterio de Cristo ilumine toda vuestra persona! -les invitó-. Entonces podréis llevar a los diversos ambientes esa novedad que puede cambiar las relaciones, las instituciones, las estructuras para construir un mundo más justo y solidario, animado por la búsqueda del bien común”.

“¡No cedáis a lógicas individualistas y egoístas!”, insistió, y recomendó el testimonio de jóvenes santos como santa Teresa del Niño Jesús, santo Domingo Sabio, santa Maria Goretti, el beato Pier Giorgio Frassati y el beato Alberto Marvelli, originario de la región.

Búsqueda de la verdad

Ante los miles de jóvenes presentes, Benedicto XVI también se refirió al sentido de la vida, recordando la pregunta del joven rico del Evangelio: “Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?” (MC 10,17).

“El hombre no puede vivir sin esta búsqueda de la verdad sobre sí mismo –qué soy, para qué debo vivir–, verdad que empuje a abrir el horizonte y a ir más allá de lo material”, explicó el Papa.

Con fuerza, Benedicto XVI alentó a los jóvenes a no tener miedo a plantearse “las preguntas fundamentales sobre el sentido y el valor de la vida”.

“No os quedéis en las respuestas parciales, inmediatas, ciertamente más fáciles en el momento y más cómodas, que pueden dar algún momento de felicidad, de exaltación, de ebriedad, pero que no dan la verdadera alegría de vivir”, afirmó.

Y les animó a aprender “a reflexionar, a leer de modo no superficial, sino en profundidad vuestra experiencia humana”.

“¡Descubriréis, con sorpresa y con alegría, que vuestro corazón es una ventana abierta al infinito! -aseguró-. Ésta es la grandeza del hombre y también su dificultad”.

El Papa también alertó contra la ilusión de creer que “el progreso técnico-científico” puede proporcionar “de manera absoluta” “respuestas y soluciones a todos los problemas de la humanidad”.

“En realidad, aunque eso hubiese sido posible, nada ni nadie habría podido borrar las preguntas más profundas sobre el significado de la vida y de la muerte, sobre el significado del sufrimiento, de todo, porque estas preguntas están inscritas en el alma humana, en nuestro corazón, y sobrepasan la esfera de las necesidades”, señaló.

“El hombre, también en la era del progreso científico y tecnológico –que nos ha dado tanto–, sigue siendo un ser que desea más, más que la comodidad y el bienestar, sigue siendo un ser abierto a la verdad entera de la existencia, que no puede detenerse en las cosas materiales, sino que se abre a un horizonte mucho más amplio”.

“El riesgo es siempre el de permanecer prisioneros en el mundo de las cosas, de lo inmediato, de lo relativo, de lo útil, perdiendo la sensibilidad para lo que se refiere a nuestra dimensión espiritual”, destacó.

Sin “despreciar el uso de la razón” o “rechazar el progreso científico”, concluyó Benedicto XVI, se trata de “comprender que cada uno de nosotros no está hecho sólo de una dimensión "horizontal", sino que comprende también la "vertical"”.

Y añadió: “Los datos científicos y los instrumentos tecnológicos no pueden sustituir al mundo de la vida, a los horizontes del significado y de la libertad, a la riqueza de las relaciones de amistad y de amor”.
Tras su encuentro con los jóvenes, el Papa volvió a Roma en helicóptero, después de un día de visita pastoral a la República de San Marino.
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EVANGELIO CORRESPONDIENTE AL LUNES 20-06-2011, LUNES XII DEL TIEMPO ORDINARIO

Contemplar el Evangelio de hoy



MI REFLEXIÓN ANTE EL EVANGELIO DE HOY


ANTES DE PROFUNDIZAR EN LA LECTURA EVÁNGELICA DE HOY, ES NECESARIO QUE NOS PREGUNTEMOS ¿JUZGO A LOS HERMANOS SIN TENER EN CUENTA NUESTRA ACTITUD? ANTES DE EMITIR UN JUICIO DEL HERMANOME MIRO HACIA MI INTERIOR

¿COMO ME PORTO FRENTE A LOS HERMANOS? ¿CUANDO CAE EN UN FALLO SOMOS INDULGENTES? ¿SUELO PONERME EN LA PERSONA DEL HERMANO O ME CONSIDERO ALGUIEN ESPECIAL? 'AMIGOS, NO JUZGUEMOS PARA QUE NO NOS JUZGUES Y SOBRE TODO ANTES DE JUZGARLO,DEMOS UNA MIRADA HACIA MI INTERIOR Y SEGURO QUE NUESTRA ACTITUD CAMBIARÁ ENORMEMENTE, FÍJEMOS EN NOSOTROS MISMOS, SEGURO QUE MIRAREMOS LA FALTA DE UN MODO DIFERENTE.
NO NOS CENTREMOS EN UNO MISMOY PENSEMOS QUE DIOS NOS AMA PROFUNDAMENTE.

Día litúrgico: Lunes XII del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Mt 7,1-5): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá. ¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo? ¿O cómo vas a decir a tu hermano: ‘Deja que te saque la brizna del ojo’, teniendo la viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano».

Comentario: Rev. D. Jordi POU i Sabater (Sant Jordi Desvalls, Girona, España)

«Con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá»

Hoy, el Evangelio me ha recordado las palabras de la Mariscala en El caballero de la Rosa, de Hug von Hofmansthal: «En el cómo está la gran diferencia». De cómo hagamos una cosa cambiará mucho el resultado en muchos aspectos de nuestra vida, sobre todo, la espiritual.

Jesús dice: «No juzguéis, para que no seáis juzgados» (Mt 7,1). Pero Jesús también había dicho que hemos de corregir al hermano que está en pecado, y para eso es necesario haber hecho antes algún tipo de juicio. San Pablo mismo en sus escritos juzga a la comunidad de Corinto y san Pedro condena a Ananías y a su esposa por falsedad. A raíz de esto, san Juan Crisóstomo justifica: «Jesús no dice que no hemos de evitar que un pecador deje de pecar, hemos de corregirlo sí, pero no como un enemigo que busca la venganza, sino como el médico que aplica un remedio». El juicio, pues, parece que debiera hacerse sobre todo con ánimo de corregir, nunca con ánimo de venganza.

Pero todavía más interesante es lo que dice san Agustín: «El Señor nos previene de juzgar rápida e injustamente (...). Pensemos, primero, si nosotros no hemos tenido algún pecado semejante; pensemos que somos hombres frágiles, y juzguemos siempre con la intención de servir a Dios y no a nosotros». Si cuando vemos los pecados de los hermanos pensamos en los nuestros, no nos pasará, como dice el Evangelio, que con una viga en el ojo queramos sacar la brizna del ojo de nuestro hermano (cf. Mt 7,3).

Si estamos bien formados, veremos las cosas buenas y las malas de los otros, casi de una manera inconsciente: de ello haremos un juicio. Pero el hecho de mirar las faltas de los otros desde los puntos de vista citados nos ayudará en el cómo juzguemos: ayudará a no juzgar por juzgar, o por decir alguna cosa, o para cubrir nuestras deficiencias o, sencillamente, porque todo el mundo lo hace. Y, para acabar, sobre todo tengamos en cuenta las palabras de Jesús: «Con la medida con que midáis se os medirá» (Mt 7,2).




domingo, 19 de junio de 2011

MI LOCUCIÓN EN LA EMISORA COPE GRAN CANARIA EL SABADO 18-06-2011

LA NOTICIA DE LA SEMANA 18.06.11 COPE GRAN CANARIA:

BUENAS TARDES ALFREDO Y OYENTES DE COPE GRAN CANARIA, ESTA TARDE ME VOY A CENTRAR EN LA LECCIÓN QUE NOS HA DADO A TODOS NOSOTROS EL SEÑOR COTINO, PRESIDENTE DEL PARLAMENTO VALENCIANO

NOTICIA QUE HA CAUSADO GRAN IMPACTO, CON RESONANCIA EN EL VATICANO, DE TAL FORMA, QUE EN EL L.OSSERVATORE ROMANAO EN LA EDICIÓN DEL DOMINGO PASADO RESALTA ESTA ACTITUD DEL SEÑOR COTINO.

¡A LO QUE HEMOS LLEGADO! A QUE UN ACTO DE PURO CRISTIANO SE LE HAYA DADO TANTA IMPORTANCIA ¿ES QUE ACASO HA HECHO ALGO DISTINTO A NUESTRA IDEOLOGÍA?, NO, LO QUE PASA ES QUE ESTAMOS EN UN GOBIERNO TAN LAICISTA QUE SE QUIERE DESTERRAR LOS SÍMBOLOS NETAMENTE CRISTIANOS DE NUESTRO ENTORNO.

¿PERO ES QUE SE PUEDE SOPORTAR? ¡OJALÁ HAYAN MUCHOS SEÑORES COTÍNOS!, ME GUSTARÍA SABER, ¿EN CUANTOS AYUNTAMIENTOS DE LA PROVINCIA DE LAS PALMAS, SE COLOCÓ UN CRUCIFIJO?
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ES DECIR LOS NO CATÓLICOS PUEDEN DECIR Y HACER LO QUE QUIERAN Y SIN EMBARGO, A NOSOTROS, NOS CRITICAN PORQUE DEFENDAMOS NUESTRAS CREENCIAS, SIN IR MÁS LEJOS, EL DIARIO EL PAÍS CRITICÓ LA ACCIÓN DEL SEÑOR COTINO.

PERO ¿SABEMOS QUIENES SON LOS CULPABLES? NOSOTROS MISMOS, QUE MUCHAS VECES NOS AVERGONZAMOS Y NOS OLVIDAMOS LO QUE CRISTO NOS DIJO “QUIEN ME NIEGUE, YO LO NEGARÉ ANTE MI PADRE QUE ESTÁ EN EL CIELO”.

TODAVÍA VOY MÁS AYA, A VECES NUESTROS CURAS, CON MALA O BUENA INTENCIÓN, COLABORAN A ESTE DESPRESTIGIO.

SIN IR MÁS LEJOS, AL COMIENZO DE LA MANIFESTACIÓN 15 M EN EL PARQUE DE SAN TELMO, EL SACERDOTE PERIODISTA Rvdo. D. JULIO ROLDÁN, SE DECLARABA EN FACEBOOK A FAVOR DE ESA MANIFESTACIÓN E INCLUSO SE ATREVIÓ A TRATAR ESTE TEMA EN UNA HOMILÍA EN SU PARROQUIA, PORQUE, SEGÚN ÉL NO TENÍAN NINGUNA TENDENCIA POLÍTICA, AHORA ME IMAGINO QUE NO PENSARÁ LO MISMO VIENDO EL RESULTADO.

SEAMOS CONSCIENTES, NO TOMEMOS BANDERA, LO NUESTRO ES PREDICAR Y ENSEÑAR EL EVANGELIO Y EXTENDERLO POR EL MUNDO Y NO POLITIZARNOS.

HABLEMOS CLARO Y TRATEMOS DE ENSEÑAR Y ENSEÑAR BIEN,

DIGO ESTO PORQUE EL MINUTO DEL SACERDOTE Y AMIGO DON FRANCISCO MARTEL EN EL PERIÓDICO LA PROVINCIA DIARIO DE LAS PALMAS, ENTIENDO DON FRANCISCO QUE EN EL ÚLTIMO MINUTO PUBLICADO EL LUNES TRECE DE JUNIO, FESTIVIDAD DE SAN ANTONIO, NO SÉ SI POR LA PREMURA DE TIEMPO, SE TE FUERON ALGÚN GAZAPO,

POR EJEMPLO FUNDACIÓN DE LA IGLESIA EL DÍA DE PENTECOSTÉS, SI NO RECUERDO MAL, CRISTO PROMETE LA FUNDACIÓN DE LA IGLESIA EL DÍA EN QUE LE DICE A PEDRO “TU ERES PIEDRA Y SOBRE ESTA PIEDRA EDIFICARÉ MI IGLESIA Y

LA FUNDACIÓN DEFINITIVA FUE DESPUÉS DE LA NEGACIÓN DEL APÓSTOL PEDRO QUIÉN AL ACERCARSE A CRISTO LE PREGUNTA POR TRES VECES ¿PEDRO ME AMAS MAS QUE ESTOS? SEÑOR. TU SABES QUE TE QUIERO, Y JESÚS LE DICE, APACIENTA MIS CORDEROS, LO QUE ATES EN LA TIERRA SERÁ ATADO EN EL CIELO Y LO QUE DESATES EN LA TIERRA SERÁ DESATADO EN EL CIELO, SIGNIFICANDO QUE DIOS NO TIENE MEMORIA UNA VEZ QUE NOS ARREPENTIMOS DE NUESTROS PECADOS LO OLVIDA TODO Y DESDE ESE MOMENTO LO QUE ERA UNA PROMESA ES AHORA UNA REALIDAD DEJA EN PIE LA FUNDACIÓN DEFINITIVA DE LA IGLESIA DANDO TODOS LOS PODERES A PEDRO

PENTECOSTÉS DA IMPULSO A LOS APÓSTOLES, NO COMO MOTOR SINO COMO AMOR QUE LO INVADE TODO, PORQUE, EL ESPÍRITU SANTO ES EL FRUTO DEL AMOR ENTRE DIOS PADRE Y DIOS HIJO?

MIS AMIGOS NO SE OFENDAN, PERO, POR FAVOR SI HABLAMOS HAGÁMOSLO SENCILLAMENTE, PERO, DANDO CRITERIOS A LOS QUE NOS OYEN O NOS LEEN.

QUIERO TERMINAR CON DOS FELICITACIONES LA PRIMERA A COPE GRAN CANARIA DE FORMA ESPECIAL AL JEFE DE INFORMATIVOS, DON SANTIAGO MOROLLÓN, POR EL EXCELENTE PROGRAMA REALIZADO EL DÍA DE LA TOMA DE POSESIÓN DE LOS SEÑORES ALCALDES Y CONCEJALES.

NO TUVIMOS QUE ESPERAR A LOS PERIÓDICOS DEL DÍA SIGUIENTE PARA ENTERARNOS EN DIRECTO DE ESTE ACONTECIMIENTO E INCLUSO OÍMOS LAS PALABRAS DE LOS NUEVOS EDILES SIN TENER QUE ACUDIR A LAS NUEVAS TÉCNICAS INFORMATIVAS

COMO HE DICHO, DON SANTIAGO MOROLLÓN LE ESTA DANDO UN AIRE FRESCO A COPE GRAN CANARIA, QUE, DIFÍCILMENTE NOS VAMOS A PODER DESENGANCHAR DE ESTA EMISORA.

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LA SEGUNDA FELICITACIÓN ES A NUESTRO NUEVO ALCALDE DON JUAN JOSÉ CARDONA POR SU DESENVOLVIMIENTO EN EL PROGRAMA 59 SEGUNDOS, LOS MARTES A LAS 11,00 DE LA NOCHE EN TELEVISIÓN ESPAÑOLA PORQUE A PESAR DE LOS ATAQUES QUE RECIBÍA POR CIERTOS PERIODISTAS, SE LE NOTABA LAS IDEAS CLARAS Y FIRMES Y POR LO QUE SALIÓ MUY AIROSO.

AMIGOS, SOLO ME QUEDA PEDIR AL ESPÍRITU SANTO QUE ILUMINE A NUESTROS GOBERNANTES A REALIZAR LAS TAREAS, PARA EL BIEN DE NUESTRA REGIÓN Y DE NUESTRO CABILDO Y GOBIERNO DE CANARIAS

AMIGOS, HASTA LA PRÓXIMA SEMANA SI DIOS QUIERE, SERÁ LA ÚLTIMA DE ESTE CURSO AL MISMO TIEMPO LES RECUERDO QUE NO OLVIDEN MARCAR LA “X” EN LA DECLARACIÓN DE LA RENTA QUE YA ESTÁ LLEGANDO A SU FÍN.

DOMINGO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD

ANTES DE INSERTAR EL EVANGELIO Y SU COMENTARIO, COMO TODOS LOS DÍAS, QUIERO HACER YO MI PROPIA REFLEXIÓN,ESTOY SEGURO NOS VA A SERVIR PARA ANALIZARNOS DEL AMOR.
¿AMO A DIOS POR ENCIMA DE TODAS LAS COSAS? ¿QUE ENTIENDO POR AMOR?, CUANDO ME DOY A LOS DEMÁS ¿LO HAGO SIN ESPERAR NADA A CAMBIO O POR EL CONTRARIO PASO FACTURA?
TANTO AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE ENTREGA A SU HIJO PARA QUE MUERA EN LA CRUZ POR MI, POR TI Y POR TODA LA HUMANIDAD.
¿ESTAMOS DISPUESTOS A DEMOSTRAR EL AMOR A DIOS?



Día litúrgico: La Santísima Trinidad (A)
Texto del Evangelio (Jn 3,16-18): En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. El que cree en Él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios».
Comentario: Mons. Joan Enric VIVES i Sicília Obispo de Urgell (Lleida, España)
«Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único»
Hoy nos viene bien volver a escuchar que «tanto amó Dios al mundo…» (Jn 3,16) porque, en la fiesta de la Santísima Trinidad, Dios es adorado y amado y servido, porque Dios es el Amor. En Él hay unas relaciones que son de Amor, y todo lo que hace, activamente, lo hace por Amor. Dios ama. Nos ama. Esta gran verdad es de aquellas que nos transforman, que nos hacen mejores. Porque penetran en el entendimiento, se nos hacen del todo evidentes. Y penetran nuestra acción, y la van perfeccionando hacia una acción toda de amor. Y como más puro, se hace más grande y más perfecto.

San Juan de la Cruz ha podido escribir: «Pon amor donde no hay amor, y encontrarás amor». Y esto es cierto, porque es lo que Dios hace siempre. Él «ha enviado a su Hijo al mundo (…) para que se salve» (Jn 3,17) gracias a la vida y al amor hasta la muerte en cruz de Jesucristo. Hoy le contemplamos como el único que nos revela el auténtico amor.

Se habla tanto del amor, que quizá pierde su originalidad. Amor es lo que Dios nos tiene. ¡Ama y serás feliz! Porque amor es dar la vida por aquellos que amamos. Amor es gratuidad y sencillez. Amor es vaciarse de uno mismo, para esperarlo todo de Dios. Amor es acudir con diligencia al servicio del otro que nos necesita. Amor es perder para recobrarlo al ciento por uno. Amor es vivir sin pasar cuentas de lo que uno va haciendo. Amor es lo que hace que nos parezcamos a Dios. Amor —y sólo el amor— es la ¡eternidad ya en medio de nosotros!

Vivamos la Eucaristía que es el sacramento del Amor, ya que nos regala el Amor de Dios hecho carne. Nos hace participar del fuego que quema en el Corazón de Jesús, y nos perdona y rehace, para que podamos amar con el Amor mismo con que somos amados.

sábado, 18 de junio de 2011

EVANGELIO XI DEL TIEMPO ORDINARIO, CORRESPONDIENTE AL SÁBADO 18 DE JUNIO DE 2011

Contemplar el Evangelio de hoy

Día litúrgico: Sábado XI del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Mt 6,24-34): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas? Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida?»
«Y del vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan. Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos. Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe? No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos? Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso. Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura. Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio mal».


Comentario: Rev. D. Carles ELÍAS i Cao (Barcelona, España)

«No os preocupéis del mañana»

Hoy, Jesús nos dice: «No podéis servir a Dios y al dinero» (Mt 6,24). Con estas palabras nos enfrenta a nuestra inseguridad, que procuramos paliar con el apoyo en la tranquilidad de tener no sólo lo necesario, sino lo que nos apetece, lo cual nos lleva a consumir y malgastar.

«Que lo oiga el avaro; que lo oiga el que piensa que, llamándose cristiano, puede servir al mismo tiempo a las riquezas y a Cristo. Sin embargo, no dijo: el que tiene riquezas, sino el que sirve a las riquezas; el que es esclavo de las riquezas y las guarda como un esclavo; pero el que ha sacudido el yugo de la esclavitud, las distribuye como señor» (San Jerónimo).

Como en las bienaventuranzas —o en otro pasaje clave, como el del mandato nuevo (Jn 13,34-35)—, hoy el Señor nos invita a una decisión por la confianza ilimitada en un Padre que se nos da como providencia, por la búsqueda del Reino de justicia, paz y alegría, por una verdadera pobreza interior del alma, que se vuelve una y otra vez con “gemidos inenarrables” (cf. Rom 8,26) a Quien únicamente puede saciar nuestro anhelo de plenitud y eternidad. Desde este desasimiento, desde esta precariedad asumida conscientemente, ponemos toda nuestra esperanza en el seguimiento de Cristo.

Dejando el pasado en el perdón de Dios y ahuyentando temores y preocupaciones por un futuro que todavía no ha llegado, Jesús nos invita a vivir el día de “hoy”, que es lo único que ahora tenemos. Y en este “hoy” Él se nos da como pan que acompaña el día. «Sólo el presente nos pertenece, siendo incierta la esperanza del futuro (...). Bástale a cada día su propia malicia. ¿Por qué angustiarnos por el mañana?» (San Gregorio de Nisa).