sábado, 20 de noviembre de 2010

DOMINGO 34 DEL TIEMPO ORDINARIO "VIVA CRISTO REY"

ÚLTIMO DOMINGO DEL AÑO LITÚRGICO 21.11.2010

JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO

ESTE DOMINGO ES EL ÚLTIMO DEL AÑO LITÚRGICO Y SE OFRECE EL EVANGELIO DE “JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO”

¿COMO CONSIDERAMOS ESTE REINADO DE JESÚS EN NUESTRA VIDA?

¿LO CONSIDERAMOS UN REY COMO LOS REYES DE LA TIERRA?

AL PRINCIPIO LOS APÓSTOLES CREÍAN EN UN REINADO DE LA TIERRA Y DE AHÍ QUE LA MADRE DE JUAN Y SANTIAGO LE PIDIÓ A JESÚS QUE COLOCARA A SUS HIJOS UNO A LA DERECHA Y OTRO A LA IZQUIERDA, JESÚS LE DICE QUE NO SABE LO QUE ESTÁ PIDIENDO.

ESTE JESÚS REY DEL UNIVERSO LE DICE A PILATOS QUE SU REINADO NO ES DE ESTE MUNDO, SI LO FUERA ESTARÍA SU EJERCITO DEFENDIÉNDOLE

ESTE REY DEL UNIVERSO VA A MORIR CRUCIFICADO ES DECIR TIENE UNA MUERTE COMO LA DE UN MALHECHOR.

¿Qué SIGNIFICA LA CRUZ PARA CADA UNO DE NOSOTROS? CRISTO MUERE CRUCIFICADO CON DOS MALHECHORES, UNO LO INSULTA Y EL OTRO LE PIDE PERDÓN Y JESÚS LE DICE “HOY ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO”

¡AMIGOS LECTORES! LEAMOS Y MEDITEMOS ESTE EVANGELIO DE SAN LUCAS 23,35-43
Y CON EL OTRO LADRÓN, DIGAMOS A JESÚS:

“SEÑOR TU QUISISTE CARGAR CON LA CRUZ POR TODOS NUESTROS PECADOS E INFIDELIDADES, QUE TRABAJEMOS Y TENGAMOS LA CRUZ COMO SÍMBOLO DE ESE INMENSO AMOR QUE NOS TIENES Y QUE A PESAR DE NUESTROS PECADOS, TE PEDIMOS PERDÓN Y TE DECIMOS:

“SEÑOR, ACUÉRDATE DE MÍ Y HAZ QUE UN DÍA NOS REUNAMOS

CONTIGO EN TU REINO, REINO DE PAZ, JUSTICIA Y DE AMOR”


COMO SIEMPRE, SACADO DE ZENIT AGENCIA DE NOTICIAS, INSERTO EL COMENTARIO DE MONSEÑOR JESÚS SANZ MONTES



evangelio del domingo: ¡Viva Cristo Rey!
Por monseñor Jesús Sanz Montes, ofm
OVIEDO, viernes, 19 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Publicamos el comentario al Evangelio del próximo domingo, 21 de noviembre, XXXIV del tiempo ordinario (Lucas 23,35-43), redactado por monseñor Jesús Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo, administrador apostólico de Huesca y de Jaca.

* * *
Termina el año cristiano, y la Iglesia celebra el domingo de Cristo Rey. La liturgia nos relata el final de la pasión de Jesús en la que aparece como Rey. ¿Dónde está, Rey, tu reinado? Y ¿dónde tus súbditos leales?¿Adónde se fueron los incondicionales discípulos?¿En qué quedaron todos tus proyectos bienaventu rados?¿cómo es que este que se presenta así rey-de-los-judíos, ha nacido de mujer, se entretiene con niños, atiende a pobres y enfermos, se detiene con toda clase de pecadores, y pone en solfa nuestras leyes inhumanas? Así, todos, por temor, o desencanto, o indignación, o defraude... fueron abandonando a aquel Rey. Bueno, todos no. Estaban María, algunas mujeres y Juan. Y había otro más, el de la ultimísima hora: Dimas. Sólo Dimas no empleó el condicional de quien duda o niega, sino el imperativo de quien está seguro ante el acontecimiento que sus ojos ven: acuérdate de mí. La res puesta de Jesús no se hizo esperar: hoy estarás conmigo en el Paraíso.
Aquel Rey y su Reino no terminaron entonces. Aquel estar con Jesús y parti cipar en su reinado es lo que los cristianos hemos venido celebrando y prolongando durante siglos. Y es lo que en este último domingo del año litúrgico queremos es pecialmente recordar: que Él es el Rey de todo lo creado, el Rey de una nueva his toria, el Rey de una nueva humanidad
El reinado de Jesús no es una proclama fugaz y oportunista, no es un dis curso fácil y barato. Es, ni más ni menos, que devolver a la humanidad la posibili dad de volver a ser humana según el diseño de Dios; la posibilidad de reemprender aquel camino perdido que Dios ofreció antaño, y que una libertad no vivida en la luz, en la verdad y en el amor, llevó al traste. El reinado de Jesús es ese espacio de nueva historia en la que es posible vivir como hijos ante Dios, como hermanos ante los hombres, como confraternos ante todo lo creado.
Ya ha comenzado este reinado, y tantos hombres y mujeres han vivido así. Pero también, ¡cuántos aún no viven así ni ante el Padre Dios, ni ante el hermano hombre, ni ante la confraterna creación! Por eso, es un Reino de Jesús, que está sólo empezado,que se encuentra sin terminar, sin su plenitud final. Sólo hay un trono y éste es para Dios; y en ese trono se brinda libertad. Toda suplantación de ese Rey supondrá un camino de esclavitud, de inhumanidad, de corrupción, como lo demuestra la historia de siempre y la más reciente. Por Jesucristo Rey y por ese Reino hay que seguir trabajando, construyén dolo cotidianamente con cada gesto, en cada situación y circunstancia, para ir desterrando y transformando cuanto en nosotros y entre nosotros no corresponda al proyecto del Señor. Como dijeron nuestros mártires: ¡viva Cristo Rey!

Envìa esta noticia a un amigo
arriba

No hay comentarios:

Publicar un comentario