martes, 28 de septiembre de 2010

PARA ALEJANDRO DIEEPA LEÓN

PARA ALEJANDRO DIEPPA

¡AMIGO ALEJANDRO! TE FELICITO POR EL ÉXITO QUE HAS TENIDO ESTA NOCHE EN LA PRESENTACIÓN DE TUS LIBROS, CONSTE QUE YO HE IDO A ALGUNA PRESENTACIÓN Y NO LO HE VISTO EL AULA CULTURAL TAN LLENO COMO ESTA NOCHE.

TE FELICITO POR LA ORIGINALIDAD DE SACAR A DOS NIÑOS PARA QUE LEYERAN, TU HIJO ESTUVO MUY BIEN ( MEJOR EN LA SEGUNDA LECTURA PORQUE YA ESTABA MAS TRANQUILO) Y EL OTRO NIÑO ESTUVO MUY BIEN.

ERES UNA CAJA DE SORPRESAS Y DE ORIGINALIDAD, PORQUE LA PRESENTACIÓN DE LA FÁBULA ESTUVO MUY BIEN.

¡QUIEN DIRÍA, QUE AQUEL NIÑO QUE CONOCÍ, IBA A DESTACAR DE ESTA FORMA!

ALEJANDRO, PERDONA QUE NO HABLARA ALLÍ, PERO NO QUERÍA ALARGARME.

NO PIERDAS LA HUMILDAD, ESE “DON” QUE TIENES, POR SUPUESTO! TU LO HAS CULTIVADO PERO TE LO HA DADO “DIOS”

TODO ESTE ÉXITO NO ES SÓLO TUYO, EN EL MATRIMONIO HAY BIENES GANANCIALES Y POR ESO, TE DIGO, TU ÉXITO ES EL 50%.

EL OTRO 50% ES DE TU MUJER, QUE CON SU ENTUSIASMO, ALEGRÍA Y TESÓN HA HECHO POSIBLE TU TRIUNFO.

ME HA PARECIDO UNA BUENÍSIMA ANFITRIONA.
LO SÉ PERO TE LO REPITO LALI ES COMO LA MUJER FUERTE DEL EVANGELIO.

LES REPITO MI FELICITACIÓN POR IGUAL A TI Y A LALI Y A TU HIJO.

UN ABRAZO MUY AFECTUOSO Y CARIÑOSO PARA TODOS VDS.

domingo, 26 de septiembre de 2010

¿COMPARTIMOS CON LOS DEMÁS? ¿SOMOS EGOISTAS?

DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO:

Este domingo 26 del tiempo ordinario, es donde JESÚS nos habla de aquel RICO EPULÓN que se banqueteaba sin tener piedad y misericordia de aquel HOMBRE QUE TENÍA EN LA PUERTA DE SU CASA Y PARA MÁS ERA “POBRE”
Y ENFERMO.

¿QUÉ NOS ESTÁ DICENDO JESÚS A MI Y ATI EN ESTA PARÁBOLA?

1º.- ¿CÓMO ESTÁ NUESTRO AMOR A DIOS? ¿NOS FIJAMOS EN EL HERMANO QUE PASA JUNTO A NOSOTROS? ¿CÓMO LO MIRAMOS Y COMO LE DEMOSTRAMOS NUESTRO AMOR?

JESÚS NOS HABLA DEL HOMBRE, ES DECIR DE LA PERSONA, QUE AQUEL HOMBRE RICO NO SOLO NO LO SOCORRÍA SINO QUE ADEMÁS NI SE FIJABA EN ÉL.

SIN EMBARGO LOS DOS MUEREN, LÁZARO VA AL CIELO COMO PREMIO NO POR SER POBRE SINO POR TODO LO QUE HABÍA SUFRIDO Y EL HOMBRE RICO VA AL INFIERNO, PERO ¿POR QUÉ VA AL INFIERNO?
¿POR SER RICO? NI MUCHO MENOS, VA AL INFIERNO PORQUE NO SE FIJA EN LÁZARO, POBRE Y ENFERMO, Y POR CONSIGUIENTE NO SE DIGNABA NI TAN SIQUIERA AYUDARLE, ENTRARLE EN SU CASA Y ATENDERLO PARA QUE SE CURASE Y FUERA ALIMENTADO.

CON ESTO, JESÚS NOS ESTÁ DICIEMDO, QUE NO PODEMOS ACTUAR EN LA VIDA COMO SI FUÉRAMOS SOLOS, QUE TENEMOS QUE VIVIR NO EGOISTAMENTE SINO QUE HEMOS DE FIJARNOS EN LOS HERMANOS Y COMPARTIR CON ELLOS LO QUE TENGAMOS.

¡AMIGOS LECTORES! SI LA PALABRA DE DIOS DE ESTE DOMINGO, NOS DEJA COMO ESTAMOS, REALMENTE ES SEÑAL QUE NO AMAMOS A DIOS COMO SOLEMOS DECIR, PORQUE EL AMOR A DIOS SÓLO SE DEMUESTRA SI DE VERDAD AMAMOS A LOS QUE NOS RODEA Y NOS PREOCUPAMOS EN COMPARTIR CON ELLOS LO MUCHO O POCO QUE TENGAMOS.

HOY NO NOS DEBEMOS ACOSTAR A SIN SERIAMENTE HACERNOS UN EXAMEN DE CONCIENCIA Y OBSERVAR ¡CUAL ES NUESTRA ACTUACIÓN EN LA VIDA! PARA TRATAR DE CORREGIRNOS Y QUE A PARTIR DE YÁ NO DEJEMOS PASAR UN DÍA, SIN PREOCUPARNOS DE LOS HERMANOS QUE NOS RODEAN Y DEMOSTREMOS EL AMOR QUE DECIMOS TENER A DIOS, PRECISAMENTE AMANDO AL HERMANO.

NO OLVIDEMOS QUE SEREMOS JUZGADOS AL FINAL DE NUESTRA EXISTENCIA POR EL AMOR = FUERA EGOISMO Y COMPARTIENDO CON TODOS DE LO NUESTRO.

sábado, 25 de septiembre de 2010

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LA IGLESIA

¿POR QUÉ ACTUAN ASÍ LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

CON LA IGLESIA?

La semana pasada nuestro SANTO PADRE BENEDICTO XVI ESTUVO de visita en el REINO UNIDO realizando una intensa labor. Unos discursos verdaderamente extraordinarios donde volvió a pedir perdón por los sacerdotes pederastas.

Como era de esperar nuestros medios de comunicación hicieron caso omiso a toda esta
Del Santo Padre.

El pasado seis de agosto, con motivo de la JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD A CELEBRAR EL PRÓXIMO MES DE AGOSTO DEL 2011,
EL SANTO PADRE DIRIGIÓ UN MENSAJE A LA JUVENTUD, MENSAJE QUE HE LEIDO y puedo decir que es un mensaje de gran profundidad que se nos clava en el corazón haciéndonos meditar y despertar lo más hondo de nuestra alma.

En este blog he dejado colgado dicho MENSAJE e incluso otra página que titule


“MI COMENTARIO AL MENSAJE DEL SANTO PADRE”

Donde lo fui desgranando al mismo tiempo que manifestaba lo que en mí había tenido de positivo, expresando lo que habíamos hecho en nuestra diócesis cuando era bastante mas joven.

No he leído ni oído comentarios al respecto tanto en la prensa escrita como en las emisoras de radio, a excepción de la EMISORA DE LA COPE, ¡CLARO! Me dirán que esa Emisora es de la CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA. Yo no lo voy a negar

Hace varios días SE DENUNCIÓ UN CASO DE PEDERASTIA EN VALENCIA, POR SUPUESTO ESTA NOTICIA NO DEJA DE SER PUBLICADA EN TODOS LOS MEDIOS TANTO PRENSA COMO RADIO CON SUS CORRESPONDIENTES COMENTARIOS.

A MI NO ME MOLESTA ESA INFORMACIÓN EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN, PERO ME PREGUNTO ¿SI SON TAN BUENOS INFORMANTES SOBRE HECHOS VERGONZOSOS REALIZADOS POR ALGÚN O ALGUNOS SACERDOTES, CÓMO NO SON DE IGUAL MANERA EN TANTAS OBRAS POSITIVAS QUE REALIZA LA IGLESIA?

¿NO CREEN ESTOS MEDIOS QUE DEBEN SER ECUÁNIMES Y NO SÓLO TENER EN CUENTA LOS ACTOS NEGATIVOS?

EL PRÓXIMO SÁBADO SE VA A BEATIFICAR A UNA CHICA QUE MURIÓ DE DIECIOCHO AÑOS, EL PASADO DOMINGO 19 DE ESTE MES SE BEATIFICÓ AL CARDENAL NEWMAN, Y ASÍ UNA SERIE DE ACTOS QUE NUESTRA IGLESIA CATÓLICA REALIZA Y SIN EMBARGO SE DA LA CALLADA POR RESPUESTA O SE LE DA LA MÍNIMA TRASCENDENCIA
.
¿QUIÉN ESTA ATENDIENDO A TANTOS POBRES, NO SOLO EN NUESTRA REGIÓN SINO EN ESPAÑA? ¿POR QUÉ NO SE DAN UNA VUELTA POR LAS PARROQUIAS Y POR CÁRITAS, PARA QUE SE ENTEREN DE PRIMERA MANO LO QUE HACE LA IGLESIA?

¡QUÉ PASA! ¿ES QUÉ COMO ESO NO INTERESA, NO SE INFORMA A LA SOCIEDAD?

¡SEÑORES MEDIOS DE COMUNICACIÓN!, SEAN IMPARCIALES Y SI SE DAN PRISA EN PUBLICAR LO NEGATIVO, ¡POR FAVOR, DEN A CONOCER TAMBIÉN LO POSITIVO!, SI PONEMOS EN UNA BALANZA LO NEGATIVO Y LO POSITIVO DE NUESTRA IGLESIA CATÓLICA, SEGURÍSIMO, QUE LA BALANZA SE INCLINA ESCANDALOSAMENTE HACIA EL LADO DE LO POSITIVO.

AMIGOS LECTORES, NO DEN IMPORTANCIA A LO NEGATIVO E INFORMENSE PARA QUE COMPRUEBEN POR USTEDES MISMOS LA INMENSA LABOR QUE ESTÁ REALIZANDO NUESTRA IGLESIA CATÓLICA.

RUEGO A MIS LECTORES QUE PIDAN EN SUS ORACIONES POR NUESTROS SACERDOTES, PARA QUE SEAN HOMBRES DE PAZ Y SANTIDAD Y SI DESGRACIADAMENTE CAEN, SEPÁMOSLE PERDONAR.

jueves, 23 de septiembre de 2010

NO PODEMOS SER MEDIOCRES

NO PODEMOS CONTENTARNOS CON SER MEDIOCRES

AMIGOS, EL PASADO 17 DE SEPTIEMBRE, CUANDO NUESTRO SANTO PADRE BENEDICTO XVI ESTABA EN EL REINO UNIDO, EN VIAJE APOSTÓLICO Y PARA BEATIFICAR AL CARDENAL NEWMAN, DIRIGIENDOSE A CUATRO MIL ESTUDIANTES BRITÁNICOS, LES DIJO QUE NO PODÍAN CONFORMARSE CON SER MEDIOCRES, SINO QUE TENÍAN QUE SER PERSONAS LLENAS DE INQUIETUD PARA DAR EL MÁXIMO DE SÍ MISMO.
LES DIJO TAMBIÉN QUE ESTABA SEGURO QUE DE ESOS CUATRO MIL ESTUDIANTES HABÍA ALGÚN SANTO DEL SIGLO XXI.
CRISTO NOS QUIERE SANTOS, PERO LA SANTIDAD NO ES COMPLICADA, BASTA QUE TODO LO QUE HAGAMOS VAYA DIRIGIDO A DIOS, MUCHAS VECES CUANDO NOS DICEN QUE TENEMOS QUE SER SANTOS ES POSIBLE QUE NOS ASUSTEMOS PORQUE PENSAMOS QUE ESO ES UNA TAREA MUY DIFICIL Y QUE SUPONE HACER COSAS RARAS, SIN EMBARGO CON NUESTRA VIDA ORDINARIA LLEVADA BAJO EL AUSPICIO DE DIOS, ES LO SUFICIENTE PARA LLEGAR A SER SANTO, UNOS SERÁN CANONIZADOS Y OTROS AUNQUE NO SEAN CANONIZADOS TAMBIÉN HAN LLEGADO A LA META DE LA SANTIDAD.
COMO CONSIDERO QUE LAS PALABRAS DEL SANTO PADRE SON MUY POSITIVAS Y NOS DESPIERTA PARA ALCANZAR ESA SANTIDAD Y NO SEAMOS MEDIOCRES, A CONTINUACIÓN VOY A PUBLICAR, LO QUE EL 17 DE SEPTIEMBRE BENEDICTO XVI DIRIGIDA A LOS ESTUDIANTES :

BENEDICTO XVI A LOS ESTUDIANTES CATÓLICOS: NO SEÁIS MEDIOCRES, SED SANTOS
“TODOS QUIEREN LA FELICIDAD, PERO MUCHÍSIMA GENTE NUNCA LA ENCUENTRA”

LONDRES, viernes 17 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- “ “Espero que, entre quienes me escucháis hoy, esté alguno de los futuros santos del siglo XXI”, dijo el Papa Benedicto XVI hoy a cerca de 4.000 estudiantes católicos británicos.
“Cuando os invito a ser santos, os pido que no os conforméis con ser de segunda fila”, afirmó, sino aspirar a un “horizonte mayor”. “No os contentéis con ser mediocres”, les exhortó.
Acompañado por el obispo de Nottingham y presidente de la Comisión Episcopal de Enseñanza, monseñor Malcolm P. McMahon, el Papa presidió, en el campo deportivo del St Mary’s University College la Fundación John Paul II para el Deporte, ante miles de estudiantes y en conexión on line con todas las escuelas católicas británicas.
“No es frecuente que un Papa u otra persona tenga la posibilidad de hablar a la vez a los alumnos de todas las escuelas católicas de Inglaterra, Gales y Escocia”, comenzó su discurso el Papa. “Y como tengo esta oportunidad, hay algo que deseo enormemente deciros. Espero que, entre quienes me escucháis hoy, esté alguno de los futuros santos del siglo XXI”.
“Lo que Dios desea más de cada uno de vosotros es que seáis santos. Él os ama mucho más de lo jamás podríais imaginar y quiere lo mejor para vosotros. Y, sin duda, lo mejor para vosotros es que crezcáis en santidad”, añadió.
“Quizás alguno de vosotros nunca antes pensó esto”, admitió, invitándoles a preguntarse “qué tipo de persona” les gustaría ser de verdad.
“Tener dinero posibilita ser generoso y hacer el bien en el mundo, pero, por sí mismo, no es suficiente para haceros felices. Estar altamente cualificado en determinada actividad o profesión es bueno, pero esto no os llenará de satisfacción a menos que aspiremos a algo más grande aún. Llegar a la fama, no nos hace felices”.
“La felicidad es algo que todos quieren, pero una de las mayores tragedias de este mundo es que muchísima gente jamás la encuentra, porque la busca en los lugares equivocados”, afirmó Benedicto XVI.
Por ello, recordó, “la verdadera felicidad se encuentra en Dios. Necesitamos tener el valor de poner nuestras esperanzas más profundas solamente en Dios, no en el dinero, la carrera, el éxito mundano o en nuestras relaciones personales, sino en Dios. Sólo él puede satisfacer las necesidades más profundas de nuestro corazón”.
El Papa quiso invitar a los jóvenes a “ser amigos de Dios”. “Cuando comenzáis a ser amigos de Dios, todo en la vida empieza a cambiar. A medida que lo vais conociendo mejor, percibís el deseo de reflejar algo de su infinita bondad en vuestra propia vida”.
“Cuando todo esto comience a sucederos, estáis en camino hacia la santidad”, afirmó el Papa.
En este sentido, les invitó a ser “no sólo buenos estudiantes, sino buenos ciudadanos, buenas personas”.
“Recordad siempre que cuando estudiáis una materia, es parte de un horizonte mayor”, añadió.
“No os contentéis con ser mediocres. El mundo necesita buenos científicos, pero una perspectiva científica se vuelve peligrosa si ignora la dimensión religiosa y ética de la vida, de la misma manera que la religión se convierte en limitada si rechaza la legítima contribución de la ciencia en nuestra comprensión del mundo”.
“Necesitamos buenos historiadores, filósofos y economistas, pero si su aportación a la vida humana, dentro de su ámbito particular, se enfoca de manera demasiado reducida, pueden llevarnos por mal camino”, explicó el Papa.
También se dirigió a los alumnos no católicos que estudian en estas escuelas, exhortándoles a “sentirse movidos a la práctica de la virtud” y crecer “en el conocimiento y en la amistad con Dios junto a vuestros compañeros católicos”.
“Sois para ellos un signo que les recuerda ese horizonte mayor, que está fuera de la escuela, y de hecho, es bueno que el respeto y la amistad entre miembros de diversas tradiciones religiosas forme parte de las virtudes que se aprenden en una escuela católica”, concluyó.
Envìa esta noticia a un amigo
arriba

domingo, 19 de septiembre de 2010

MI COMENTARIO AL MENSAJE DEL SANTO PADRE

MI COMENTARIO AL MENSAJE DEL SANTO PADRE

A LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD

He leído y releído el Mensaje del Santo Padre a la JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD y mientras más lo leo, más me traslada a mi época de juventud y me hace recordar todo lo que hacíamos en LA ACCIÓN CATÓLICA, EN LOS CURSILLOS DE VIDA Y LUEGO EN LOS CURSILLOS DE CRISTIANDAD, Y FE CATÓLICA.

Hoy con 70 años, cuando la juventud ya me queda un poco lejos y leo el mensaje, de nuestro SANTO PADRE, tengo que recordar a figuras que han pasado por mi vida
Dejando huellas muy profundas en mi alma

Recuerdo en primer lugar a mi primer párroco Don Segundo Vega Armas ¡como vivía la PALABRA DE DIOS!
En la catequesis enseñándonos todo el fundamento de nuestra FE al mismo tiempo que nos acostumbraba a que viviéramos aquello que estudiábamos para que no fuéramos simples papagayos.

Cuando éramos mayores nos pedía que fuéramos catequistas e ingresábamos en el ASPIRANTADO DE LA ACCIÓN CATÓLICA, era, la época de nuestra adolescencia y cuando ya teníamos 16 años pasábamos a la JUVENTUD DE ACCIÓN CATÓLICA y en esta etapa nos dedicábamos no sólo a dar catequesis sino a visitar a los mas necesitados para luego en CÁRITAS dedicarnos a ayudarles.

En aquella época dábamos catequesis, visitábamos a enfermos y necesitados, también organizábamos algunas fiestas y concursos para atraer a los niños y jóvenes a la iglesia para que participaran en todos los actos (catecismo, aspirantado de acción católica etc.etc.

En esa época en San Roque venían los Padres Jesuitas también a dar la catequesis.

Cuando fui un poco mayor sobre los 16 años, no sólo trabajaba en mi parroquia sino que además estaba en el Consejo Diocesano de Acción Católica.

Es precisamente este Mensaje del Santo Padre, el que me ha hecho revivir mi juventud, , si bien no hacíamos JORNADAS MUNDIALES, sí que organizábamos actos encaminados a despertar a la juventud de la época que eran hijos de Dios y que Jesús lo había dado todo por AMOR a cada uno de NOSOTROS.

No hacíamos Jornadas Mundiales, pero hacíamos PEREGRINACIONES A TEROR, donde mientras íbamos caminando, nos acercábamos a los jóvenes y charlábamos con ellos, rezábamos el Rosario y tanto los sacerdotes que iban como los seglares comprometidos tratábamos de hacerles ver que Cristo nos necesitaba, que había entregado su vida por cada uno de nosotros y les puedo decir que de esas peregrinaciones surgían vocaciones sacerdotales, hombres católicos que a raíz de esas peregrinaciones conocían mas a JESUS y se comprometían.

Recuerdo una peregrinación que hicimos a Teror. La asistencia fue de alrededor de 5.000 peregrinos, por el camino, como íbamos acompañado de sacerdotes hubo muchas confesiones y el ambiente fue extraordinario.

Al llegar a la iglesia de Teror nuestro Sr. Obispo Pildain subido en el púlpito se dirigió a todos nosotros y con esa oratoria que le caracterizaba nos hablo ¡y de que forma!, estaba muy contento y emocionado ¡DE CÓMO HABÍAMOS RESPONDIDO!
De aquella peregrinación surgieron vocaciones al SACERDOCIO
Pensando en esta peregrinación tengo que decir que fuimos auténticos pioneros y ¡quien nos iba a decir que surgirían estas Jornadas Mundiales de la Juventud!

Antes de la Peregrinación fuimos los miembros del Consejo Diocesano a las parroquias tanto de la Ciudad como de los Campos para hablarles a los jóvenes y animarles para que asistieran.

¡QUE ÉPOCA AQUELLA! REZÁBAMOS EL ROSARIO CADA DÍA, IBAMOS A MISA Y COMULGABAMOS DIARIAMENTE, ESOS BUENOS MOMENTOS QUE TENÍAMOS COMO NORTE LA VIVENCIA Y PARTICIPACIÓN DE LOS SACRAMANENTOS.

MUCHO NOS AYUDO NUESTRO SEÑOR OBISPO, MONSEÑOR DR. DON ANTONIO PILDAIN.

EN ESTA ÉPOCA DISPONÍAMOS EN NUESTRO PALACIO EPISCOPAL DE LA EMISORA DIOCESANA (RADIO CATEDRAL) QUE MONSEÑOR PILDAIN LA TENÍA PARA SU USO, EN ESA EMISORA TUVE EL HONOR DE PARTICIPAR PARA PEDIR AYUDA A LOS OYENTES E INFORMAR A LOS OYENTES DE NUESTRA ACTIVIDAD.

RECUERDO UNA OCASIÓN QUE NECESITÁBAMOS UN COCHE PARA NUESTRO APOSTOLADO, A TRAVES DE LA EMISORA RADIO CATEDRAL LO PEDÍ Y LO CONSEGUIMOS.

ME VAN A PERDONAR QUE NO SIGA ESCRIBIENDO AHORA, NO QUIERO SER DEMASIADO LARGO, PERO LES PROMETO QUE CONTINUARÉ DESGRANANDO EL MENSAJE Y ANIMANDO DESDE ESTE BLOG A LOS JÓVENES Y TAMBIÉN A NUESTROS SACERDOTES PARA QUE NO LO ECHEN EN OLVIDO Y ASÍ ANIMARLES A QUE VAYA EL MAYOR NÚMERO POSIBLE DE NUESTRA DIÓCESIS.

DE ESTAS JORNADAS MUNDIALES DE LA JUVENTUD HAN SALIDO MUCHAS VOCACIONES.

sábado, 18 de septiembre de 2010

DOMINGO XXV DEL TIEMPO ORDINARIO

DOMINGO XXV DEL TIEMPO ORDINARIO

¿A QUIÉN SERVIMOS? ¿A DIOS? O ¿AL DINERO?, LA PALABRA DE DIOS DE ESTE FIN DE SEMANA, NOS PONE EN UN APRIETO ¿SERVIMOS A DIOS O AL DINERO? ¿A QUE TIENE APEGADO NUESTRO CORAZÓN?, TAMBIÉN NOS DICE QUE NO PODEMOS SERVIR A DOS SEÑORES PORQUE AMAREMOS A UNO SIENDOLE FIEL Y ABORRECEREMOS AL OTRO, TRAICIONANDOLE.

DE AHÍ LO QUE NOS DICE JESÚS A TRAVÉS DEL EVANGELISTA SAN LUCAS 16,1-13 SOBRE LA FIGURA DEL ADMINISTRADOR INFIEL, QUE CUANDO SU DUEÑO LO VA A DESPEDIR POR HABERLE MALVERSADO EN SU ADMINISTRACIÓN. LLAMA A LOS DEUDORES Y ROMPE SUS RECIBOS Y LOS CORRIGE REDUCIENDO A LA MITAD SUS DEUDAS Y ASÍ CUANDO CESE, ESTOS DEUDORES POR AGRADECIMIENTO LES RECIBIRÁN EN SUS CASAS.

¿Cuál TIENE QUE SER NUESTRA ACTITUD?, EN ESTE DOMINGO XXV NOS INVITA A QUE MEDITEMOS CUAL HA SIDO HASTA AHORA NUESTRA ACTITUD.


A CONTINUACIÓN EL COMENTARIO DE MONSEÑOR JESÚS SANZ MONTES,OFM, ARZOBISPO DE OVIEDO

Evangelio del domingo: La fidelidad de lo pequeño
Por monseñor Jesús Sanz Montes, ofm
OVIEDO, viernes, 17 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- Publicamos el comentario al Evangelio del próximo domingo, 19 de septiembre, XXV del tiempo ordinario (Lucas 16,1-13), redactado por monseñor Jesús Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo, administrador apostólico de Huesca y de Jaca.

* * *
Aparentemente Jesús ensalza la habilidad de un administrador infiel. Pero hay que ser cautos y afinar en aquello que viene ensalzado: no es la infidelidad, la corrupción, sino la habilidad, la astucia de aquel administrador avispado. El que es fiel en lo poco, lo será también en lo mucho. Que viene a decir: todo aquello que te gustaría cambiar de un mundo demasiado cruel, empieza por cambiarlo en tu propia casa, en tu corazón.
Y en verdad, ¿quién no se ha quejado alguna vez de cómo va nuestro mundo a tantos niveles? La política, la economía, la paz, la justicia, la familia, los ancianos, los jóvenes, y un largo etcétera en donde ponemos contra las cuerdas a nuestra sociedad bastante inmoralizada y desmoralizada. En todo lo cual no falta razón: se ha perdido el rumbo de muchas cosas, se han abandonado impunemente muchos principios básicos, se han destruido tantos valores que no eran negociables, se ha deshumanizado tanto nuestra humanidad.
Pero caben dos salidas: caer tanto en pesimismos deprimentes (todo es malo, "y cualquier tiempo pasado fue mejor" que decía el poeta en su elegía) como en optimismos irresponsables (lo importante es cambiar, arrasar, que no quede nada de lo anterior), o más bien, tener una mirada serena sobre el mundo, sobre la vida, sobre el dolor, sobre el amor, sobre tantas cosas que no van, y empezar a arreglarlas en uno mismo. El mundo nuevo, la tierra nueva, empieza por mi casa, por mi propio corazón. Empecemos por lo poco, por lo pequeño, por lo cotidiano, por lo nuestro. No es el gobierno de turno, ni los organismos mundiales de vanguardia, ni el vaticano, ni los banqueros, ni los periodistas, ni los sindicatos... quienes tienen que dar el pistoletazo de salida. El mundo nuevo empieza más cerca de mí, en mis actitudes, en mis opciones, en mi modo de escuchar, de atender, de proponer, de vivir.
La llamada de Jesús es clara: no podemos tener dos patrones, dos amos. O nos adherimos al diseño de Dios, a su proyecto de humanidad, de civilización del Amor, o nos apuntamos a la barbarie en la que termina siempre toda pretensión que censura algún aspecto del corazón del hombre. Sin Dios, sin este "amo" tan especial que nos hace libres, es muy difícil hacer un mundo que sepa a justicia, a limpieza, a paz, a respeto, a libertad, a felicidad. Metamos al Señor en nuestras cosas y en nuestras casas, sin fanatismos pero sin complejos. Porque sólo quien ama de verdad a Dios llega a no despreciar al hombre hermano.


Envìa esta noticia a un amigo
arriba

sábado, 11 de septiembre de 2010

MENSAJE DEL SANTO PADRE PARA LA JORNADA DE LA JUVENTUD EN MADRID 2011

CON MOTIVO DE LA XXVI JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD EN MADRID, EL PRÓXIMO MES DE AGOSTO DEL 2011

ESTE MENSAJE NO TIENE DESPERDICIO, POR ELLO LES INVITO A QUE NO SOLO LO LEAIS SIN QUE LO MEDITEIS
HOY SOLO VOY A DEJARLO COLGADO EN MI BLOG CON EL COMPROMISO FIRME DE COMENTARLO EN SUCESIVOS DIAS
YA QUE CONSIDERO QUE DE ESTA JORNADA ESPERAMOS MUCHO Y ADEMÁS HEMOS DE HACER CAMPAÑAS DE ORACIÓN
PARA QUE DE EL FRUTO QUE ESPERAMOS.

MENSAJE DEL SANTO PADRE

BENEDICTO XVI
PARA LA XXVI JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD
2011

“Arraigados y edificados en Cristo,
firmes en la fe”(cf. Col 2, 7)
Queridos amigos
Pienso con frecuencia en la Jornada Mundial de la Juventud de Sydney, en el 2008. Allí vivimos una gran fiesta de la fe, en la que el Espíritu de Dios actuó con fuerza, creando una intensa comunión entre los participantes, venidos de todas las partes del mundo. Aquel encuentro, como los precedentes, ha dado frutos abundantes en la vida de muchos jóvenes y de toda la Iglesia. Nuestra mirada se dirige ahora a la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en Madrid, en el mes de agosto de 2011. Ya en 1989, algunos meses antes de la histórica caída del Muro de Berlín, la peregrinación de los jóvenes hizo un alto en España, en Santiago de Compostela. Ahora, en un momento en que Europa tiene que volver a encontrar sus raíces cristianas, hemos fijado nuestro encuentro en Madrid, con el lema: «Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe» (cf. Col 2, 7). Os invito a este evento tan importante para la Iglesia en Europa y para la Iglesia universal. Además, quisiera que todos los jóvenes, tanto los que comparten nuestra fe, como los que vacilan, dudan o no creen, puedan vivir esta experiencia, que puede ser decisiva para la vida: la experiencia del Señor Jesús resucitado y vivo, y de su amor por cada uno de nosotros.
1. En las fuentes de vuestras aspiraciones más grandes
En cada época, también en nuestros días, numerosos jóvenes sienten el profundo deseo de que las relaciones interpersonales se vivan en la verdad y la solidaridad. Muchos manifiestan la aspiración de construir relaciones auténticas de amistad, de conocer el verdadero amor, de fundar una familia unida, de adquirir una estabilidad personal y una seguridad real, que puedan garantizar un futuro sereno y feliz. Al recordar mi juventud, veo que, en realidad, la estabilidad y la seguridad no son las cuestiones que más ocupan la mente de los jóvenes. Sí, la cuestión del lugar de trabajo, y con ello la de tener el porvenir asegurado, es un problema grande y apremiante, pero al mismo tiempo la juventud sigue siendo la edad en la que se busca una vida más grande. Al pensar en mis años de entonces, sencillamente, no queríamos perdernos en la mediocridad de la vida aburguesada. Queríamos lo que era grande, nuevo. Queríamos encontrar la vida misma en su inmensidad y belleza. Ciertamente, eso dependía también de nuestra situación. Durante la dictadura nacionalsocialista y la guerra, estuvimos, por así decir, “encerrados” por el poder dominante. Por ello, queríamos salir afuera para entrar en la abundancia de las posibilidades del ser hombre. Pero creo que, en cierto sentido, este impulso de ir más allá de lo habitual está en cada generación. Desear algo más que la cotidianidad regular de un empleo seguro y sentir el anhelo de lo que es realmente grande forma parte del ser joven. ¿Se trata sólo de un sueño vacío que se desvanece cuando uno se hace adulto? No, el hombre en verdad está creado para lo que es grande, para el infinito. Cualquier otra cosa es insuficiente. San Agustín tenía razón: nuestro corazón está inquieto, hasta que no descansa en Ti. El deseo de la vida más grande es un signo de que Él nos ha creado, de que llevamos su “huella”. Dios es vida, y cada criatura tiende a la vida; en un modo único y especial, la persona humana, hecha a imagen de Dios, aspira al amor, a la alegría y a la paz. Entonces comprendemos que es un contrasentido pretender eliminar a Dios para que el hombre viva. Dios es la fuente de la vida; eliminarlo equivale a separarse de esta fuente e, inevitablemente, privarse de la plenitud y la alegría: «sin el Creador la criatura se diluye» (Con. Ecum. Vaticano. II, Const. Gaudium et Spes, 36). La cultura actual, en algunas partes del mundo, sobre todo en Occidente, tiende a excluir a Dios, o a considerar la fe como un hecho privado, sin ninguna relevancia en la vida social. Aunque el conjunto de los valores, que son el fundamento de la sociedad, provenga del Evangelio –como el sentido de la dignidad de la persona, de la solidaridad, del trabajo y de la familia–, se constata una especie de “eclipse de Dios”, una cierta amnesia, más aún, un verdadero rechazo del cristianismo y una negación del tesoro de la fe recibida, con el riesgo de perder aquello que más profundamente nos caracteriza.
Por este motivo, queridos amigos, os invito a intensificar vuestro camino de fe en Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo. Vosotros sois el futuro de la sociedad y de la Iglesia. Como escribía el apóstol Pablo a los cristianos de la ciudad de Colosas, es vital tener raíces y bases sólidas. Esto es verdad, especialmente hoy, cuando muchos no tienen puntos de referencia estables para construir su vida, sintiéndose así profundamente inseguros. El relativismo que se ha difundido, y para el que todo da lo mismo y no existe ninguna verdad, ni un punto de referencia absoluto, no genera verdadera libertad, sino inestabilidad, desconcierto y un conformismo con las modas del momento. Vosotros, jóvenes, tenéis el derecho de recibir de las generaciones que os preceden puntos firmes para hacer vuestras opciones y construir vuestra vida, del mismo modo que una planta pequeña necesita un apoyo sólido hasta que crezcan sus raíces, para convertirse en un árbol robusto, capaz de dar fruto.
2. Arraigados y edificados en Cristo
Para poner de relieve la importancia de la fe en la vida de los creyentes, quisiera detenerme en tres términos que san Pablo utiliza en: «Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe» (cf. Col 2, 7). Aquí podemos distinguir tres imágenes: “arraigado” evoca el árbol y las raíces que lo alimentan; “edificado” se refiere a la construcción; “firme” alude al crecimiento de la fuerza física o moral. Se trata de imágenes muy elocuentes. Antes de comentarlas, hay que señalar que en el texto original las tres expresiones, desde el punto de vista gramatical, están en pasivo: quiere decir, que es Cristo mismo quien toma la iniciativa de arraigar, edificar y hacer firmes a los creyentes.
La primera imagen es la del árbol, firmemente plantado en el suelo por medio de las raíces, que le dan estabilidad y alimento. Sin las raíces, sería llevado por el viento, y moriría. ¿Cuáles son nuestras raíces? Naturalmente, los padres, la familia y la cultura de nuestro país son un componente muy importante de nuestra identidad. La Biblia nos muestra otra más. El profeta Jeremías escribe: «Bendito quien confía en el Señor y pone en el Señor su confianza: será un árbol plantado junto al agua, que junto a la corriente echa raíces; cuando llegue el estío no lo sentirá, su hoja estará verde; en año de sequía no se inquieta, no deja de dar fruto» (Jer 17, 7-8). Echar raíces, para el profeta, significa volver a poner su confianza en Dios. De Él viene nuestra vida; sin Él no podríamos vivir de verdad. «Dios nos ha dado vida eterna y esta vida está en su Hijo» (1 Jn 5,11). Jesús mismo se presenta como nuestra vida (cf. Jn 14, 6). Por ello, la fe cristiana no es sólo creer en la verdad, sino sobre todo una relación personal con Jesucristo. El encuentro con el Hijo de Dios proporciona un dinamismo nuevo a toda la existencia. Cuando comenzamos a tener una relación personal con Él, Cristo nos revela nuestra identidad y, con su amistad, la vida crece y se realiza en plenitud. Existe un momento en la juventud en que cada uno se pregunta: ¿qué sentido tiene mi vida, qué finalidad, qué rumbo debo darle? Es una fase fundamental que puede turbar el ánimo, a veces durante mucho tiempo. Se piensa cuál será nuestro trabajo, las relaciones sociales que hay que establecer, qué afectos hay que desarrollar… En este contexto, vuelvo a pensar en mi juventud. En cierto modo, muy pronto tomé conciencia de que el Señor me quería sacerdote. Pero más adelante, después de la guerra, cuando en el seminario y en la universidad me dirigía hacia esa meta, tuve que reconquistar esa certeza. Tuve que preguntarme: ¿es éste de verdad mi camino? ¿Es de verdad la voluntad del Señor para mí? ¿Seré capaz de permanecerle fiel y estar totalmente a disposición de Él, a su servicio? Una decisión así también causa sufrimiento. No puede ser de otro modo. Pero después tuve la certeza: ¡así está bien! Sí, el Señor me quiere, por ello me dará también la fuerza. Escuchándole, estando con Él, llego a ser yo mismo. No cuenta la realización de mis propios deseos, sino su voluntad. Así, la vida se vuelve auténtica.
Como las raíces del árbol lo mantienen plantado firmemente en la tierra, así los cimientos dan a la casa una estabilidad perdurable. Mediante la fe, estamos arraigados en Cristo (cf. Col 2, 7), así como una casa está construida sobre los cimientos. En la historia sagrada tenemos numerosos ejemplos de santos que han edificado su vida sobre la Palabra de Dios. El primero Abrahán. Nuestro padre en la fe obedeció a Dios, que le pedía dejar la casa paterna para encaminarse a un país desconocido. «Abrahán creyó a Dios y se le contó en su haber. Y en otro pasaje se le llama “amigo de Dios”» (St 2, 23). Estar arraigados en Cristo significa responder concretamente a la llamada de Dios, fiándose de Él y poniendo en práctica su Palabra. Jesús mismo reprende a sus discípulos: «¿Por qué me llamáis: “¡Señor, Señor!”, y no hacéis lo que digo?» (Lc 6, 46). Y recurriendo a la imagen de la construcción de la casa, añade: «El que se acerca a mí, escucha mis palabras y las pone por obra… se parece a uno que edificaba una casa: cavó, ahondó y puso los cimientos sobre roca; vino una crecida, arremetió el río contra aquella casa, y no pudo tambalearla, porque estaba sólidamente construida» (Lc 6, 47-48).
Queridos amigos, construid vuestra casa sobre roca, como el hombre que “cavó y ahondó”. Intentad también vosotros acoger cada día la Palabra de Cristo. Escuchadle como al verdadero Amigo con quien compartir el camino de vuestra vida. Con Él a vuestro lado seréis capaces de afrontar con valentía y esperanza las dificultades, los problemas, también las desilusiones y los fracasos. Continuamente se os presentarán propuestas más fáciles, pero vosotros mismos os daréis cuenta de que se revelan como engañosas, no dan serenidad ni alegría. Sólo la Palabra de Dios nos muestra la auténtica senda, sólo la fe que nos ha sido transmitida es la luz que ilumina el camino. Acoged con gratitud este don espiritual que habéis recibido de vuestras familias y esforzaos por responder con responsabilidad a la llamada de Dios, convirtiéndoos en adultos en la fe. No creáis a los que os digan que no necesitáis a los demás para construir vuestra vida. Apoyaos, en cambio, en la fe de vuestros seres queridos, en la fe de la Iglesia, y agradeced al Señor el haberla recibido y haberla hecho vuestra.
3. Firmes en la fe
Estad «arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe» (cf. Col 2, 7). La carta de la cual está tomada esta invitación, fue escrita por san Pablo para responder a una necesidad concreta de los cristianos de la ciudad de Colosas. Aquella comunidad, de hecho, estaba amenazada por la influencia de ciertas tendencias culturales de la época, que apartaban a los fieles del Evangelio. Nuestro contexto cultural, queridos jóvenes, tiene numerosas analogías con el de los colosenses de entonces. En efecto, hay una fuerte corriente de pensamiento laicista que quiere apartar a Dios de la vida de las personas y la sociedad, planteando e intentando crear un “paraíso” sin Él. Pero la experiencia enseña que el mundo sin Dios se convierte en un “infierno”, donde prevalece el egoísmo, las divisiones en las familias, el odio entre las personas y los pueblos, la falta de amor, alegría y esperanza. En cambio, cuando las personas y los pueblos acogen la presencia de Dios, le adoran en verdad y escuchan su voz, se construye concretamente la civilización del amor, donde cada uno es respetado en su dignidad y crece la comunión, con los frutos que esto conlleva. Hay cristianos que se dejan seducir por el modo de pensar laicista, o son atraídos por corrientes religiosas que les alejan de la fe en Jesucristo. Otros, sin dejarse seducir por ellas, sencillamente han dejado que se enfriara su fe, con las inevitables consecuencias negativas en el plano moral.
El apóstol Pablo recuerda a los hermanos, contagiados por las ideas contrarias al Evangelio, el poder de Cristo muerto y resucitado. Este misterio es el fundamento de nuestra vida, el centro de la fe cristiana. Todas las filosofías que lo ignoran, considerándolo “necedad” (1 Co 1, 23), muestran sus límites ante las grandes preguntas presentes en el corazón del hombre. Por ello, también yo, como Sucesor del apóstol Pedro, deseo confirmaros en la fe (cf. Lc 22, 32). Creemos firmemente que Jesucristo se entregó en la Cruz para ofrecernos su amor; en su pasión, soportó nuestros sufrimientos, cargó con nuestros pecados, nos consiguió el perdón y nos reconcilió con Dios Padre, abriéndonos el camino de la vida eterna. De este modo, hemos sido liberados de lo que más atenaza nuestra vida: la esclavitud del pecado, y podemos amar a todos, incluso a los enemigos, y compartir este amor con los hermanos más pobres y en dificultad.
Queridos amigos, la cruz a menudo nos da miedo, porque parece ser la negación de la vida. En realidad, es lo contrario. Es el “sí” de Dios al hombre, la expresión máxima de su amor y la fuente de donde mana la vida eterna. De hecho, del corazón de Jesús abierto en la cruz ha brotado la vida divina, siempre disponible para quien acepta mirar al Crucificado. Por eso, quiero invitaros a acoger la cruz de Jesús, signo del amor de Dios, como fuente de vida nueva. Sin Cristo, muerto y resucitado, no hay salvación. Sólo Él puede liberar al mundo del mal y hacer crecer el Reino de la justicia, la paz y el amor, al que todos aspiramos.
4. Creer en Jesucristo sin verlo
En el Evangelio se nos describe la experiencia de fe del apóstol Tomás cuando acoge el misterio de la cruz y resurrección de Cristo. Tomás, uno de los doce apóstoles, siguió a Jesús, fue testigo directo de sus curaciones y milagros, escuchó sus palabras, vivió el desconcierto ante su muerte. En la tarde de Pascua, el Señor se aparece a los discípulos, pero Tomás no está presente, y cuando le cuentan que Jesús está vivo y se les ha aparecido, dice: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo» (Jn 20, 25).
También nosotros quisiéramos poder ver a Jesús, poder hablar con Él, sentir más intensamente aún su presencia. A muchos se les hace hoy difícil el acceso a Jesús. Muchas de las imágenes que circulan de Jesús, y que se hacen pasar por científicas, le quitan su grandeza y la singularidad de su persona. Por ello, a lo largo de mis años de estudio y meditación, fui madurando la idea de transmitir en un libro algo de mi encuentro personal con Jesús, para ayudar de alguna forma a ver, escuchar y tocar al Señor, en quien Dios nos ha salido al encuentro para darse a conocer. De hecho, Jesús mismo, apareciéndose nuevamente a los discípulos después de ocho días, dice a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo, sino creyente» (Jn 20, 27). También para nosotros es posible tener un contacto sensible con Jesús, meter, por así decir, la mano en las señales de su Pasión, las señales de su amor. En los Sacramentos, Él se nos acerca en modo particular, se nos entrega. Queridos jóvenes, aprended a “ver”, a “encontrar” a Jesús en la Eucaristía, donde está presente y cercano hasta entregarse como alimento para nuestro camino; en el Sacramento de la Penitencia, donde el Señor manifiesta su misericordia ofreciéndonos siempre su perdón. Reconoced y servid a Jesús también en los pobres y enfermos, en los hermanos que están en dificultad y necesitan ayuda.
Entablad y cultivad un diálogo personal con Jesucristo, en la fe. Conocedle mediante la lectura de los Evangelios y del Catecismo de la Iglesia Católica; hablad con Él en la oración, confiad en Él. Nunca os traicionará. «La fe es ante todo una adhesión personal del hombre a Dios; es al mismo tiempo e inseparablemente el asentimiento libre a toda la verdad que Dios ha revelado» (Catecismo de la Iglesia Católica, 150). Así podréis adquirir una fe madura, sólida, que no se funda únicamente en un sentimiento religioso o en un vago recuerdo del catecismo de vuestra infancia. Podréis conocer a Dios y vivir auténticamente de Él, como el apóstol Tomás, cuando profesó abiertamente su fe en Jesús: «¡Señor mío y Dios mío!».
5. Sostenidos por la fe de la Iglesia, para ser testigos
En aquel momento Jesús exclama: «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto» (Jn 20, 29). Pensaba en el camino de la Iglesia, fundada sobre la fe de los testigos oculares: los Apóstoles. Comprendemos ahora que nuestra fe personal en Cristo, nacida del diálogo con Él, está vinculada a la fe de la Iglesia: no somos creyentes aislados, sino que, mediante el Bautismo, somos miembros de esta gran familia, y es la fe profesada por la Iglesia la que asegura nuestra fe personal. El Credo que proclamamos cada domingo en la Eucaristía nos protege precisamente del peligro de creer en un Dios que no es el que Jesús nos ha revelado: «Cada creyente es como un eslabón en la gran cadena de los creyentes. Yo no puedo creer sin ser sostenido por la fe de los otros, y por mi fe yo contribuyo a sostener la fe de los otros» (Catecismo de la Iglesia Católica, 166). Agradezcamos siempre al Señor el don de la Iglesia; ella nos hace progresar con seguridad en la fe, que nos da la verdadera vida (cf. Jn 20, 31).
En la historia de la Iglesia, los santos y mártires han sacado de la cruz gloriosa la fuerza para ser fieles a Dios hasta la entrega de sí mismos; en la fe han encontrado la fuerza para vencer las propias debilidades y superar toda adversidad. De hecho, como dice el apóstol Juan: «¿quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?» (1 Jn 5, 5). La victoria que nace de la fe es la del amor. Cuántos cristianos han sido y son un testimonio vivo de la fuerza de la fe que se expresa en la caridad. Han sido artífices de paz, promotores de justicia, animadores de un mundo más humano, un mundo según Dios; se han comprometido en diferentes ámbitos de la vida social, con competencia y profesionalidad, contribuyendo eficazmente al bien de todos. La caridad que brota de la fe les ha llevado a dar un testimonio muy concreto, con la palabra y las obras. Cristo no es un bien sólo para nosotros mismos, sino que es el bien más precioso que tenemos que compartir con los demás. En la era de la globalización, sed testigos de la esperanza cristiana en el mundo entero: son muchos los que desean recibir esta esperanza. Ante la tumba del amigo Lázaro, muerto desde hacía cuatro días, Jesús, antes de volver a llamarlo a la vida, le dice a su hermana Marta: «Si crees, verás la gloria de Dios» (Jn 11, 40). También vosotros, si creéis, si sabéis vivir y dar cada día testimonio de vuestra fe, seréis un instrumento que ayudará a otros jóvenes como vosotros a encontrar el sentido y la alegría de la vida, que nace del encuentro con Cristo.
6. Hacia la Jornada Mundial de Madrid
Queridos amigos, os reitero la invitación a asistir a la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid. Con profunda alegría, os espero a cada uno personalmente. Cristo quiere afianzaros en la fe por medio de la Iglesia. La elección de creer en Cristo y de seguirle no es fácil. Se ve obstaculizada por nuestras infidelidades personales y por muchas voces que nos sugieren vías más fáciles. No os desaniméis, buscad más bien el apoyo de la comunidad cristiana, el apoyo de la Iglesia. A lo largo de este año, preparaos intensamente para la cita de Madrid con vuestros obispos, sacerdotes y responsables de la pastoral juvenil en las diócesis, en las comunidades parroquiales, en las asociaciones y los movimientos. La calidad de nuestro encuentro dependerá, sobre todo, de la preparación espiritual, de la oración, de la escucha en común de la Palabra de Dios y del apoyo recíproco.
Queridos jóvenes, la Iglesia cuenta con vosotros. Necesita vuestra fe viva, vuestra caridad creativa y el dinamismo de vuestra esperanza. Vuestra presencia renueva la Iglesia, la rejuvenece y le da un nuevo impulso. Por ello, las Jornadas Mundiales de la Juventud son una gracia no sólo para vosotros, sino para todo el Pueblo de Dios. La Iglesia en España se está preparando intensamente para acogeros y vivir la experiencia gozosa de la fe. Agradezco a las diócesis, las parroquias, los santuarios, las comunidades religiosas, las asociaciones y los movimientos eclesiales, que están trabajando con generosidad en la preparación de este evento. El Señor no dejará de bendecirles. Que la Virgen María acompañe este camino de preparación. Ella, al anuncio del Ángel, acogió con fe la Palabra de Dios; con fe consintió que la obra de Dios se cumpliera en ella. Pronunciando su “fiat”, su “sí”, recibió el don de una caridad inmensa, que la impulsó a entregarse enteramente a Dios. Que Ella interceda por todos vosotros, para que en la próxima Jornada Mundial podáis crecer en la fe y en el amor. Os aseguro mi recuerdo paterno en la oración y os bendigo de corazón.
Vaticano, 6 de agosto de 2010, Fiesta de la Transfiguración del Señor.
BENEDICTUS PP. XVI

© Copyright 2010 - Libreria Editrice Vaticana

Envìa esta noticia a un amigo
arriba

viernes, 10 de septiembre de 2010

DOMINGO XXIV -PARÁBOLAS DE LA MISERICORDIA

DOMINGO XXIV DEL TIEMPO ORDINARIO

La Palabra de Dios para este fin de semana no tiene desperdicio alguno, es más, palabra de Dios que tenemos que meditar y examinarnos para ver como estamos respondiendo, en como nos preocupamos de nuestro prójimo, en cual es nuestra posición ante Dios, que valor le damos a las cosas de DIOS.

¿somos como aquellos fariseos que criticaban a JESÚS porque se reunía con publícanos y pecadores? ¿Hacemos nosotros lo que hacía Jesús? O ¿somos como aquellos fariseos que cuidaban el no reunirse con pecadores, porque nos consideramos de una persona especial?

Estoy seguro que si meditamos las lecturas y el comentario del Arzobispo de Oviedo que sobre ESTA LECTURA, publicado por la Agencia Zenit y siempre hace la invitación para que lo enviemos a los amigos y yo desde luego considero que Evangelio del domingo: ¿Es usted un pródigo? Mis amigos son sobretodo los lectores de mi BLOG.
Por monseñor Jesús Sanz Montes, ofm
OVIEDO, jueves, 9 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- Publicamos el comentario al Evangelio del próximo domingo, 12 de septiembre, XXIVdel tiempo ordinario (Lucas 15, 1-32), redactado por monseñor Jesús Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo, administrador apostólico de Huesca y de Jaca.
* * *
Estamos ante una de las páginas evangélicas más sobrecogedoras, en las que como decía Charles Péguy, Dios parece que ha perdido la vergüenza. Ante la pregunta sobre la misericordia, Jesús describe una parábola, que simbólicamente representa a los dos tipos de personas que estarán en torno a su vida: los publícanos y pecadores por un lado, y los fariseos y letrados por otro. Pero el protagonismo no re cae en los hijos ni en sus representados, sino en el padre y en su misericordia.
Publícanos y pecadores (el hijo menor): Este hijo siempre había sido medidor de su destino: decidirá marcharse y regresar, haciendo para ambos momentos un discurso ante su padre. Sorprende la actitud del padre descrita con intensidad por una lista de verbos que desarman los discursos de su hijo, y que indican la tensión de su corazón entrañable: "cuando estaba lejos, su padre lo vio; y echando a correr, se le echó al cuello y se puso a besarlo" (Lc 15,20). Es el proceso-relato de la misericordia. Y el error de aquel hijo menor, que le condujo a la fuga hacia los espejismos de una falsa felicidad y de una esclavizante independencia, será transformado por el padre en gozo y encuentro, en alegría inesperada e inmerecida. La última palabra dicha por ese padre, que es la que queda sobre todas las penúltimas dichas por el hijo, es el triunfo de la misericordia y la gracia.
Fariseos y letrados (el hijo mayor). Triste es la actitud de este otro hijo, aparentemente cumplidor, sin escándalos... pero resentido y vacío. No pecó como su hermano, pero no fue por amor al padre, sino a sí mismo, a su imagen, a su fama. Cuando la fidelidad no produce felicidad, es señal de que no se es fiel por amor sino por interés. El se había quedado con su padre, pero había puesto un precio a su gesto, que le impedía quedarse como hijo. Teniéndolo todo, se quejaba de la falta de un cabrito. Quien vive calculando, no puede entender, ni siquiera ver, lo que se le ofrece gratuitamente, en una cantidad y calidad infinitamente mayor de cuanto se puede esperar.
Acaso cada uno de nosotros seamos una variante de esta parábola, y tengamos parte de la actitud del hijo menor y parte de la del mayor. Lo importante es que en la andanza de nuestra vida podamos tener un encuentro con la misericordia. Hay muchas maneras de vivir lejos del Padre Dios, y muchos modos de des preciar su amor estando junto a Él, porque podemos ser un hijo perdido o un hijo huérfano. La trama de esta parábola es la de nuestra posibilidad de ser perdona dos. El sacramento de la Penitencia es siempre el abrazo de este Padre que viéndonos en todas nuestras lejanías, se nos acerca, nos abraza, nos besa y nos invita a su fiesta. Esta es la revolución de Dios, que de modo desproporcionado y gratuito, con su propia medida, no quiere resignarse a que se pierda uno solo de sus hijos queridos.
Envìa esta noticia a un amigo