sábado, 24 de abril de 2010

LA FUNCIÓN DEL SACERDOTE, ES HACER PRESENTE LA LUZ DE LA PALABRA DE DIOS, LA LUZ QUE ES CRISTO MISMO EN ESTE MUNDO NUESTRO

LA FUNCIÓN DEL SACERDOTE ES HACER PRESENTE LA LUZ DE LA PALABRA DE DIOS, LA LUZ QUE ES CRISTO MISMO EN ESTE MUNDO NUESTRO.
¡AMIGOS! HOY VOY A HABLAR DEL:“SACERDOTE ANUNCIADOR DE, LA PALABRA, DE DIOS”

EL PASADO MIÉRCOLES 14 DE ABRIL, EL SANTO PADRE HABLÓ DE LA CLAUSURA DEL AÑO SACERDOTAL QUE ESTÁ PROGRAMADA PARA LOS DÍAS 9,10 Y 11 DE JUNIO PRÓXIMO Y QUIERE DEDICAR ALGUNAS REFLEXIONES AL TEMA DEL MINISTERIO SACERDOTAL, DE LOS TRES PODERES: ENSEÑAR, SANTIFICAR Y GOBERNAR.

NO SÉ CUANDO SE PROGRAMARÁ ALGO EN NUESTRA DIÓCESIS, HOY VUELVO A RECORDAR A QUIÉN CORRESPONDA,QUE SI DE VERDAD IMPORTA QUE TENGAMOS VOCACIONES, ¡YA SABE LO QUE TIENE QUE HACER, no comprendo que no veamos nada al respecto, parece que este año sacerdotal en nuestra diócesis resbala.

Son muy pocos los sacerdotes, se pueden contar con los dedos de una mano y sobran dedos, que piden por el año sacerdotal en las Misas.

En fin voy a escribir sobre la ENSEÑANZA QUE REALIZA EL SACERDOTE, Y COMO DEBE SER EJERCIDA.

LO QUE ESCRIBO A CONTINUACIÓN LO HE ENTRESACADO DE LO QUE HA DICHO NUESTRO SANTO PADRE Y PUBLICADO POR ZENIT Y ALGUNAS MATIZACIONES MÍAS.

LA FUNCIÓN DEL SACERDOTE: es hacer presente la palabra de Dios, la luz que es Cristo mismo en este mundo nuestro.

Por tanto el sacerdote no enseña ideas propias, ni una filosofía que él mismo se ha inventado, ha encontrado o que le gusta; el sacerdote no habla de sí mismo, ni por sí mismo, porque quiera crearse admiradores o un partido; no dice cosas propias, ni invenciones propias, el sacerdote enseña Y propone la verdad que es Cristo mismo, su palabra, su modo de vivir y de ir adelante.

Para el sacerdote vale lo que Cristo ha dicho de sí mismo: “Mi doctrina no es mía” (Jn, 7, 16); Es decir, Cristo no se propone a sí mismo sino que, como Hijo, es la voz, la palabra del Padre.

También el sacerdote debe decir siempre y actuar así: “mi doctrina no es mía, no propago mis ideas o lo que me gusta, sino que soy la boca y el corazón de Cristo y hago presente esta doctrina única y común, que ha creado a la Iglesia universal y que crea vida eterna".

Este hecho, es decir, que el sacerdote no inventa, no crea ni proclama ideas propias en cuanto que la doctrina que anuncia no es suya , sino de Cristo, no significa, por otra parte, que él sea UN MERO PAPAGAYO o un portavoz que lee un texto del que no se apropia.

En este caso vale el modelo de Cristo, él dijo: Yo ni soy ni vivo por mí mismo, sino que vengo del Padre y vivo por el Padre. Por ello, en esta profunda identificación, la doctrina de Cristo es la del Padre y él mismo es uno con el Padre.

El sacerdote que anuncia la palabra de Cristo, la fe de la Iglesia y no sus propias ideas, debe decir también: yo no vivo de mí y para mí, sino que vivo con y para Cristo, por ello lo que Cristo nos ha dicho se convierte en mi palabra aunque no es mía.

La vida del sacerdote debe identificarse con Cristo y, de esta forma, la palabra no propia se convierte, sin embargo, en una palabra profundamente personal.

San Agustín, sobre este tema, hablando de los sacerdotes, dijo: “Y nosotros ¿qué somos? Ministros (de Cristo), sus servidores; porque lo que os distribuimos no es nuestro, sino que lo sacamos de su despensa. Y también nosotros vivimos de ella, porque somos siervos como vosotros.

Esta enseñanza que el sacerdote está llamado a ofrecer, debe ser vivida intensamente por él, porque el Santo Cura de Ars atraía a LA GENTE DE SU ÉPOCA por su ejemplo QUE ARRASTRABA A LOS DEMÁS A VIVIR TAMBIÉN LA PALABRA DE DIOS COMO ÉL LA VIVÍA

¡SACERDOTES!, ténganlo en CUENTA “HAY QUE VIVIR LA PALABRA DE DIOS QUE PREDICAN, DE TAL FORMA, QUE NOS VEAMOS OBLIGADOS A TAMBIÉN VIVIRLA NOSOTROS.

POR ELLO A MIS LECTORES LES DIGO:


QUE MEDITEMOS LAS PALABRAS DE CRISTO ÉL HA DICHO (Jn.12,49-50):

“YO NO HE HABLADO POR MI CUENTA, SINO QUE EL PADRE QUE ME HA ENVIADO, ÉL ME HA DADO EL MANDATO DE LO QUE TENGO QUE DECIR Y HABLAR Y YO SÉ QUE ESTE MANDATO SUYO ES VIDA ETERNA.
POR ESO, LAS COSAS QUE YO HE HABLADO, LAS HABLO TAL Y COMO EL PADRE ME LAS HA DICHO”


ESCUCHEMOS LA PALABRA DE DIOS A TRAVÉS DEL SACERDOTE,

¡ÉL, TIENE QUE SER EL REFLEJO DE COMO VIVÍA JESÚS!

No hay comentarios:

Publicar un comentario