VIERNES DESPUÉS DE CENIZA
Antífona de entrada:
“Escucha, Señor, y ten piedad de mi, Señor, socórreme”
Oración:
“confírmanos, Señor, en el espíritu de penitencia con que hemos empezado la cuaresma: y que la austeridad exterior que practicamos vaya siempre acompañada por la sinceridad de corazón.
REFLEXIÓN:
Es la época litúrgica, en la que tenemos que mirar hacia Nuestro Señor, pidiéndole que nos escuche, tenga piedad de nosotros y que nos socorra, para que nuestra conversión sea auténtica y no de palabras.
Que no seamos fariseos, es decir manifestándonos de dientes a fuera, sino que todo lo que hacemos sea auténtico, salidos del corazón de ahí que todo esto no sea de boquilla sino que se refleje en el amor a los hermanos.
En la primera lectura:
El profeta ISAÍAS (58,1-9ª)
Nos manifiesta cual es el tipo de ayuno que desea el SEÑOR y nos dice que el tipo de ayuno que desea es el de abramos las puertas de las prisiones injustas, dejar libres a los oprimidos, compartir nuestro pan con los hambrientos, hospedar a los pobres sin techo, vestir al desnudo.
Este es el verdadero ayuno, ¿como lo estamos haciendo nosotros?
En el Evangelio de hoy, San Mateo (9,14-15)
Nos dice que los discípulos de Juan se acercaron a Jesús y le preguntan ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan? Jesús les dijo: “¿es que pueden guardar luto los amigos del novio mientras el novio está con ellos? Llegará un día en que se lleven al novio y entonces ayunarán.”
Termino con la oración sobre las ofrendas, diciendo:
Te ofrecemos, Señor, el sacrificio de nuestra observancia cuaresmal, que él nos haga mas gratos a tus ojos y mas diligentes en la práctica de la penitencia.
¡AMIGOS, MAÑANA SEGUIREMOS ESTA PÁGINA SOBRE EL TIEMPO DE CUARESMA!
jueves, 18 de febrero de 2010
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