martes, 16 de marzo de 2010

MARTES DE LA 4ª SEMANA DE CUARESMA

MARTES DE LA 4ª SEMANA DE CUARESMA

¡Buenos días amigos! hoy martes 16 de marzo, lo primero damos las gracias a
Dios por este nuevo día, hacemos nuestro ofrecimiento de obras, nos consagramos a nuestra Madre la Virgen María, le rezamos a nuestro ángel de la guarda, nos desayunamos y vamos a trabajar ¡si tenemos la suerte de no haber engrosado la lista del paro!

HAGAMOS ESTE PEQUEÑO EXAMEN

¿Cómo llevamos la cuaresma? no me refiero sólo como la llevamos en la calle, sino ¿Cómo la llevamos en nuestra Casa, con nuestra familia? ¿ Nuestros hijos respiran en casa el ambiente de Cuaresma? cuando decimos “hágase tu voluntad” ¿Decimos la verdad? ¿Sabemos lo que es decir, Señor, que se haga tu voluntad?

EUCARISTÍA DE HOY


En la Antífona de entrada, el Señor nos dice que “los sedientos” acudamos por agua y los que no tengamos dinero vayamos y bebamos con alegría.

Y en la oración, pedimos al Señor, que las prácticas santas de esta cuaresma, nos prepare el corazón para celebrar dignamente el misterio pascual y anunciemos la grandeza de la salvación.

PRIMERA LECTURA, EL PROFETA EZEQUIEL (47,1-9.12)

Nos habla del agua que manaba del zaguán del Templo, que esa agua iba bajando y a cuantos tocara los sanaba. Desembocaban en el mar y hacía que las aguas pútridas que allí estaba, se purificara y los peces pudieran vivir.

Sería bueno leer al profeta Ezequiel (47,1-9.12). y meditar lo que allí se dice, necesitamos esa agua pura que nos sirva para nuestro bien.

El Salmo Responsorial 45, nos dice que Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, es nuestro defensor en el peligro, por eso, no tememos aunque tiemble la tierra y los montes se desplomen en el mar, puesto que :

¡EL SEÑOR DE LOS EJÉRCITOS ESTÁ CON NOSOTROS, NUESTRO

ALCÁZAR ES EL DIOS DE JACOB!

EL EVANGELIO DE HOY.- SAN JUAN (5,1-3.5-6)

Nos habla de la piscina que llaman Betesda, con cinco portales donde se ponían los enfermos y cuando pasaba el agua, el primero que se metía en ella, quedaba curado.

Jesús vio a un hombre que llevaba 38 años enfermo y se acerca a él y le pregunta que si quería quedar curado, éste le contesta que cuando el agua se mueve como no tiene a nadie que lo lleven, al llegar ya otro se ha adelantado y por tanto no podía echarse al agua.

Jesús le dice “levántate, toma tu camilla y echa andar”, el hombre toma su camilla y se echó a andar.
Era sábado y por tanto no se podía trabajar y por tanto no podía coger su camilla, pero el la cogió porque Jesús se lo dice.

Cuando Jesús lo ve en el templo, le dice “Mira, has quedado sano, no peques más”

EXAMEN:

¿Somos exigentes con los demás para que cumplan y cuando se trata de nosotros mismos la exigencia no es tanta? ¿Nos damos cuenta que tenemos que ayudar al que nos necesita? ¿Ponemos reparos para dejar de hacer algo?


¡OH DIOS, CREA EN MÍ, UN CORAZÓN PURO. DEVUÉLVEME LA

ALEGRÍA DE TU SALVACIÓN!

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